Eufrosina Cruz, la Diputada que logró incluir el voto de la mujer en las decisiones de las comunidades oaxaqueñas, hizo un llamado al sistema educativo a promover desde la escuela la equidad de género en las decisiones de la colectividad hizo un llamado al sistema educativo a promover el respeto a la mujer.
Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).- En 2007, Eufrosina Cruz Mendoza, de origen zapoteco, logró lo que parecía imposible: derrotar una antigua Ley de Usos y Costumbres que otorgaba sólo a los varones del municipio de Santa María Quiegolani, Oaxaca, el derecho a votar y ser votados.
Ese año, Cruz Mendoza se postuló a la Presidencia Municipal, resultando ganadora el 24 de noviembre, pero lejos de asumir el triunfo, la Asamblea Municipal declaró nulos sus votos, por no tener el derecho a ser votada.
A raíz de la negativa para reconocer su triunfo, inició una serie de protestas a nivel nacional e internacional con el objetivo de conseguir que se modificaran las leyes de usos y costumbres.
Aunque no logró que se le reconociera su triunfo, en 2010 una colación de partidos la impulsó a lograr una curul en el Congreso del Estado de Oaxaca, convirtiéndose en la primera mujer indígena en ser electa presidenta del Poder Legislativo en Oaxaca.
En un contexto en el que en el país crecen las agresiones en contra de las mujeres y en el que cada vez son más las voces que se levantan en contra de esta violencia, Cruz Mendoza hace un exhorto a detonar un cambio desde el sistema educativo para lograr una mayor equidad de género y evitar que el odio hacia la mujer se siga extendiendo por generaciones.
“La educación es un arma poderosa para cambiar historias, para cambiar realidades, yo creo que ese es el reto del gobierno, de la política. Por eso, cuando decidí entrar a la política, asumí ese reto de defender mis ideales”, dice en entrevista con SinEmbargo.
Eufrosina creció en un entorno en el que las mujeres son invisibilizadas, “ni siquiera saben lo que son derechos humanos”, sus padres no saben leer ni escribir y tampoco hablan español, “mi mamá tuvo 10 hijos y tres se le murieron por esa situación de la pobreza, mi papá casó a mi hermana a los 12 años y a los 13 ya era mamá y las 31 años ya tenía nueve hijos”.
Sobre su vida se escribió el libro Alas de maguey. La lucha de Eufrosina Cruz Mendoza, de Martha Gómez Rodulfo. También se realizaron dos documentales: “Las sufragistas”, de Ana Cruz, y “La revolución de los alcatraces”, de Luciana Kaplan.
A diferencia de su hermana, Cruz Mendoza abandonó su hogar a los 11 años para aprender español y seguir su educación. Se graduó como contadora pública y luego regresó a su comunidad con el objetivo de promover la participación de las mujeres e intentar modificar las costumbres ancestrales que quitan derechos a la mujer.
En su estado existen 570 municipios, de los cuales 417 se rigen todavía bajo el sistema de usos y costumbres, mientras que otros 100 aún impiden la participación de la mujer en la toma de decisiones de la comunidad.
Uno de los episodios que enorgullece a Cruz Mendoza es, cono legisladora, haber logrado una reforma en el artículo 25 de la Constitución local, para elevar a rango constitucional el sufragio efectivo de las mujeres, y el violar ese derecho implica la anulación de la elección.
Oaxaca fue el primer estado que tipificó la violencia política y el Código Penal ya tipifica sanciones para quienes obliguen a menores de edad a contraer matrimonio, sin embargo, a juicio de la legisladora por el Partido Acción Nacional (PAN), cuando a una mujer le toca partan puestos que las facultan para impartir justicia, generalmente actúa en contra de otras mujeres.
EL CAMBIO EN EL SISTEMA EDUCATIVO
Para la legisladora, el detonar un cambio desde la escuela sobre la igualdad entre hombres y mujeres sería una de las principales herramientas para romper paradigmas culturales. “Nosotras mismas hemos aceptado mucha violencia que se volvió hasta costumbre. En el Estado de Oaxaca hay reformas en las que se ha avanzado, pero no tiene caso si nosotras mismas y las instituciones encargadas no hacen cumplir esos cambios a favor de las mujeres. Muchos de los propios medios de comunicación suben en sus redes sociales temas que denigran a las mujeres, yo creo que eso tiene que terminar”.
Desde su óptica, para terminar con el ciclo de violencia contra las mujeres, es necesaria la sensibilidad de instancias de Gobierno encargadas de impartir justicia, para que las víctimas tengan la certeza de que alzar la voz significa castigar a su agresor y no ser revictimizada o protegerlo.
En este rubro, comentó, destaca el papel de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de las mismas mujeres que ocupan puestos que las facultan para impartir justicia.
–¿Qué pasa cuando a una mujer le toca impartir justicia para otra mujer?
–Nos vemos como competencia y yo creo que no, tenemos que entender que el pastel está entero, nos toca la mitad y un poquito más, y esto debe motivarnos a abrazarnos y hacer otras alianzas. Ha sido tanto tiempo de imponer este prototipo de que la mujer es la débil y el hombre es el fuerte yo creo que muchas mujeres han adoptado el papel del hombre porque es su forma de protegerse. Lo han obtenido porque lo han peleado, les ha costado tanto trabajo llegar y obtener se espacio porque no se ha entendido que nos la deben.
Sobre la marcha del pasado domingo Eufrosina Cruz consideró que es tiempo de exigir y hacer valer los derechos de la mujer.
“Tenemos que entender que el cerebro no tiene sexo simplemente lo único que estamos haciendo es por dignidad, en cualquier espacio, en la academia, los medios de comunicación o simplemente estar en casa, pero reconozcan también en valor de lo que representa lo que hacemos desde la casa", expresó la legisladora.
Llamó a las mujeres a cerrar filas ante la creciente violencia de género que al día cobra al menos siete vidas al día, “tenemos que cerrar esta alianza, yo siempre lo he dicho, si a una la violentan pues hay que unirnos para que una autoridad cumpla con sus funciones, ha sido complicado y ése es el reto: abrazarnos como mujeres en defensa de nosotras, de las niñas, del ama de casa que está siendo victimizada de la niña que está siendo atacada por el bullying, de la periodista que no puede escribir lo que necesita para informar”, finalizó.