La jugada parece eterna. El PRI siempre se guarda una estrategia para lograr alianzas y avanzar. De hecho, su formación arrancó con la unión de mil caudillos revolucionarios en 1929, continuó con la división de la oposición en las décadas siguientes, atravesó por la llamada “concertacesión” en los noventa, llegó a la unión con el Partido Verde ya entrado el siglo y desembocó en el Pacto por México, el convenio que le permitió al Presidente Enrique Peña Nieto lograr las reformas estructurales.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).– Desde el escritorio o la maratónica reunión cerrada a piedra y lodo, en “lo oscurito” o en sus asambleas nacionales, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró diseñar estrategias que le permitieron tocar a casi todas las estructuras de poder de México, desde la Iniciativa Privada, la Iglesia hasta el crimen organizado. Más de mil y una negociación integran la historia del partido en el poder en casi nueve décadas de existencia.
Su lista de estrategias arrancó con la alianza de mil caudillos revolucionarios en 1929, continuó con la división de la oposición en las décadas siguientes, atravesó por la llamada “concertacesión” en los noventa –fraguada en los mismos Pinos con el Partido Acción Nacional– llegó a la unión con el Partido Verde al iniciar el siglo y desembocó en el Pacto por México, el convenio que le permitió al Presidente Enrique Peña Nieto lograr reformas estructurales en cinco ámbitos.
En 1990, durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), el escritor peruano Mario Vargas Llosa, asistió a un coloquio organizado por la revista Vuelta, que dirigía el autor mexicano, Octavio Paz. En un programa de Televisa, expresó: “Espero no parecer demasiado inelegante por decir lo que voy a decir… Yo no creo que se pueda exonerar a México de esa tradición de dictaduras latinoamericanas. Creo que el caso de México, cuya democratización actual soy el primero en aplaudir, como todos los que creemos en la democracia, encaja en esa tradición con un matiz que es más bien el de un agravante. México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México».
¿Cómo logró el PRI ese estado? Alfredo Paredes Zamora, director en Capitol Consulting & Communication, expone que su estilo estratégico siempre ocurre intra muros, en negociaciones ocultas y muy visionarias. “El PRI ha sido enigmático cuando traza sus planes de maniobra. Luego las ejecuta al pie de la letra. El tercer paso siempre es el éxito”.
Según los aires que soplen, el partido se ha transformado a conveniencia. Su capacidad de cambio lo asemeja más a un camaleón que a un dinosaurio. De la inclusión sectorial pasó a la expulsión de líderes sociales. Del socialismo fue a la apertura de mercado. De la posición de defender la soberanía del petróleo se movió para impulsar la Reforma Energética que implica la entrada del capital privado. De la “sana distancia” con el Jefe del Ejecutivo, impuesta por Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), se transformó para conseguir la “sana cercanía”, implantada por el Presidente Peña Nieto. De pedir justicia social tras la Revolución, amarró al voto corporativo mediante la bala o la alquimia política, lo que aún pervive.
Al mismo tiempo que lograba pactar, usó la mano dura contra los movimientos sociales, campesinos, indígenas, sindicales y estudiantiles. En los 50, a través de la policía, logró reprimir al movimiento de los ferrocarrileros y médicos que buscaban mejores condiciones de vida. Sus principales dirigentes fueron detenidos y encarcelados. Luego, están las tragedias de 1968 y 1971 cuando el Ejército y las brigadas paramilitares “Los Halcones” aplastaron los movimientos de los estudiantes.
Partes de su historia están teñidas con sangre. De hecho, un asesinato derivó en su formación, el del general Álvaro Obregón, el 17 de julio de 1928. Y fue otro homicidio, el de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, el que marcó el rumbo del PRI a la crisis, hasta perder la Presidencia de la República, el 2 de julio de 2000.
Sus formas de ser le atrajeron a sus filas, personajes como Gonzalo N. Santos, un hombre postrevolucionario que se convirtió en cacique en San Luis Potosí, capaz de ametrallar urnas completas si no favorecían al partido. O el Negro Durazo, el poderoso jefe policiaco en los ochenta, amigo del ex Presidente José López Portillo(1976-1982), que coleccionó centenarios de oro y terminó en prisión acusado de un bufete de delitos como defraudación fiscal, contrabando y acopio de armas. O Humberto Moreira, ex Gobernador de Coahuila y ex presidente del mismo PRI, detenido en enero de este año en España por lavado de dinero, malversación, cohecho y organización criminal, y luego liberado por una ayuda desbocada del Gobierno.
“Porque parte de su estrategia es la inmunidad. Usa todas las cartas a favor para darle la garantía de intocables a sus afiliados. No así a quienes lo abandonan como la ex lideresa magisterial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Elba Esther Gordillo, quien purga en prisión delitos por lavado de dinero”, expone el politólogo Enrique Toussaint, de la Universidad de Guadalajara.
Apenas en junio del año pasado, en el proceso electoral, el partido que lleva los colores patrios, se alió con el Partido del Trabajo para lograr un triunfo contundente en Colima. En esa entidad del centro Occidente, la elección de Gobernador fue anulada. José Ignacio Peralta, de la coalición PRI-PVEM-PANAL, había sido declarado ganador; pero el Partido Acción Nacional (PAN) presentó once juicios de inconformidad ante el Tribunal Electoral. El caso llegó hasta el Instituto Nacional Electoral que aprobó la realización de una elección extraordinaria. Y entonces, volvió a ganar el candidato priista, pero ahora aliado con el Partido del Trabajo (PT), que sólo había obtenido cinco mil 307 votos, el 1.7 por ciento de la votación. Ese porcentaje hizo la diferencia.
En el pasado, frente a la autoridad electoral, el PRI acumuló historias de indisciplina frente a la autoridad electoral. Fue el protagonista de la mayor multa emitida hasta el momento: mil millones de pesos en marzo de 2003 por el episodio llamado Pemexgate. En los comicios de junio de 2015, el Revolucionario Institucional no realizó campañas extenuantes. Pero sí lo hizo su aliado histórico, el Partido Verde Ecologista de México. Así fue que el Verde recibió las llamadas de atención y un cúmulo de multas por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) que llegaron a los 600 millones de pesos.
Ese es el PRI. Y así ha gobernado durante ocho décadas.
1.LA ALIANZA DE LOS CAUDILLOS
“No necesito recordar cómo estorbaron los caudillos, no de modo deliberado quizás, a las veces, pero sí de manera lógica y natural siempre, la aparición y la formación y el desarrollo de otros prestigios nacionales de fuerza, a los que pudiera ocurrir el país en sus crisis internas o exteriores …”, dijo en septiembre de 1928, el Presidente Plutarco Elías Calles, en un mensaje pronunciado en el Congreso de la Unión. El General Álvaro Obregón, Presidente electo, había sido asesinado en julio de ese año. En noviembre, Calles consolidó el pacto fundador entre mil caudillos de la Revolución para crear el PNR. En la primera convención del partido, realizada del 1 al 4 de marzo en Querétaro, Calles nombró al entonces embajador de México en Brasil, Pascual Ortiz Rubio, como único candidato del partido para las elecciones del 17 de noviembre. Él quedó como líder nacional del partido y jefe máximo de la Revolución.
2. MAGISTERIO, PERO SÓLO EL SNTE
En 1958, Othón Salazar creó el Movimiento Revolucionario del Magisterio. El movimiento fue aplastado por la policía y el líder, encarcelado en Lecumberri. Así, como el gran representante único de la lucha magisterial sobrevivió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En las décadas siguientes, el SNTE puso al servicio de los candidatos priistas cientos de millones de pesos para organizar eventos estatales y nacionales de campaña. Cuando en 1988, Carlos Salinas de Gortari fue candidato, PRI y SNTE acordaron la creación de 800 mil brigadas de Educación Política y Promoción Social. A cambio, Salinas se comprometió con mayores beneficios para los maestros, la profesionalización del magisterio a través de la Universidad Pedagógica Nacional y mayores espacios en la política. Ese año, a miembros del SNTE se les otorgaron 58 puestos de representación popular.
3. DESPRESTIGIO Y DIVISIÓN DE LA OPOSICIÓN
En 1977, el Presidente José López Portillo impulsó una Reforma Política cuyo contenido fue diseñado por el Historiador Jesús Reyes Heroles, Secretario de Gobernación. Se acabó en la letra el partido hegemónico y se inició el pluripartidismo. Pero el PRI siguió en el poder sin permitir a la oposición avanzar ni posicionarse. A partir de entonces, el tricolor basó sus estrategias de comunicación en la denuncia permanente de los grupos y de los gobiernos de oposición (cuando en los noventa, llegaron a algunos gobiernos estatales). El PRI, siempre a través del discurso, logró colocarse en la ofensiva informativa que desprestigiaba a la oposición y a veces, hasta la desmembraban. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de 1988 a 1994, recorrió el país mientras que políticos priistas reproducían que su ambición de llegar a Los Pinos era un absurdo que rayaba en la obsesión. Lo sometieron a desgaste. En mayo de 1994 se dio el primer debate televisivo entre candidatos a la Presidencia de la República. Diego Fernández de Cevallos, del PAN, se impuso sobre Cárdenas, del PRD. Pero quien ganó las elecciones fue Ernesto Zedillo, del PRI.
4. ALIANZA CON EL PARTIDO VERDE
En el pasado, frente a la autoridad electoral, era el PRI el que acumulaba historias de indisciplina y de respuestas irreverentes cuando la autoridad electoral le llamaba la atención. Fue el protagonista de la mayor multa emitida hasta el momento: mil millones de pesos en marzo de 2003 por el episodio llamado Pemexgate. Pero desde que empezó sus alianzas electorales con el Partido Verde, ya no ocurrió así. En los comicios de junio de 2015, fue el Verde el que recibió todas las amonestaciones, todas las críticas, todas las peticiones de que se saliera de la contienda. Para que le retiraran el registro, en Change.org gotearon las firmas hasta superar los miles. Eso no se logró. En cambio, Arturo Escobar, uno de los dirigentes del Verde, fue nombrado subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación. No contaba con experiencia en la prevención del delito. Uno de sus pocos acercamientos a temas de seguridad fue cuando en 2009, su partido impulsó la pena de muerte para secuestradores. En noviembre de 2015, renunció al cargo momentos después de que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) solicitó una orden de aprehensión en su contra por delitos cometidos por su partido durante las elecciones-
5. PACTO POR MÉXICO
Interrumpida la aprobación de reformas durante los gobiernos de la alternancia que duraron 12 años en el poder presidencial, el PRI –al volver a Los Pinos en 2012- se propuso pasar a la Historia como el artífice e impulsor de la reestructuración de leyes fundamentales. Así, el Gobierno de Enrique Peña Nieto llamó a los principales partidos de oposición a firmar el Pacto por México. En la foto del domingo 2 de diciembre, en el Castillo de Chapultepec, quedaron el Presidente, al lado de los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD. Algo histórico. Las modificaciones constitucionales en cinco ámbitos fueron aprobadas y promulgadas. Pero el pacto no sobrevivió. Ni siquiera cumplió un año. El PRD se retiró porque, según su dirigencia, el PRI se había aliado con el PAN para impulsar una reforma política. Este convenio que le permitió al Presidente Peña el impulso reformista con el que cobró notoriedad en el orden internacional, sobrevivió sin ningún mecanismo de transparencia. Una vez roto, el costo económico del convenio sigue sin transparentarse.
6. CUAUHTÉMOC GUTIÉRREZ DE LA TORRE
Desde que Mauricio López Velázquez renunció el 20 de junio de 2014 a su cargo como coordinador de asesores del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, nadie se atrevió a fabricar un escenario diferente: sería él –y nadie más– el elegido para dirigir al PRI en el Distrito Federal.
Voces en el PRI Nacional, de todos los niveles, coincidieron que el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, César Camacho Quiroz, había negociado con el defenestrado dirigente Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre para cesar la persecución desde el partido por la acusación de organizar y dirigir una red de prostitución con empleadas de esa fuerza política para servicio propio. De modo que el acuerdo fue elegir a un hombre afín al Presidente Enrique Peña Nieto para la dirigencia nacional; pero a uno cercano a Gutiérrez de la Torre en la Secretaría General. El objetivo era que el hombre acusado de tener una red de trata para su propio servicio, en sus propias oficinas, no se fuera del PRI. Al final, fue exonerado por la comisión de justicia del partido.
7. LOS DINEROS
Para aceitar su maquinaria y las partes que esta tiene en los estados, el PRI muchas veces empieza por garantizar, desde la Cámara de Diputados, que lleguen millonarias sumas federales a los gobiernos de las entidades que tendrán comicios y que son administrados por miembros del partido tricolor. De manera tradicional, mientras el PRD y PAN disputan encabezar las comisiones de Presupuesto y de Hacienda de la Cámara de Diputados, el PRI procura hacerse de otras que resultan claves para manejar recursos millonarios; por ejemplo, la Comisión de Agricultura y Ganadería y de la Cámara de Diputados frente a la cual, queda algún miembro de la Confederación Nacional Campesina
8. VIGILANCIA
Cuando vigila las jornadas electorales, el PRI es capaz de contratar a miles de “responsables políticos” y los concentra en “centros de información”. Toda la información de la jornada, tanto de los 125 comités municipales como de las 45 juntas, se canaliza y concentra en oficinas. Si se detecta que la votación tiene un freno, estos “observadores” buscan en las casas, tocan puertas y transportan a los electores a las casillas. En la Historia del PRI, hay denuncias registradas sobre dádivas –“algún regalito”- en esta parte del proceso. Emblema de una operación con un ejército nutrido de “representantes” fueron los comicios para elegir Gobernador del Estado de México para el periodo 2005-2011, cuando triunfó Enrique Peña Nieto en sustitución de Arturo Montiel.
9. PEÑABOTS
En las elecciones presidenciales de 2012, la campaña electoral también ocurrió en las redes sociales. Pero no fue transparente. En la red social Twitter se impusieron los falsos usuarios que creaban “hashtags” que hundían a los temas de protesta. Algunos bautizaron a esas cuentas como “peñabots” porque –acusaron los partidos de oposición- defendían y protegían al candidato del PRI. Lo cierto es que la operación en las redes sociales dejó demostrado el conocimiento del algoritmo de la red social. Hoy, la táctica se utiliza en todos los sectores políticos e incluso se convirtió en una estrategia comercial.
10. GOBERNADORES INCÓMODOS
Cuando un Gobernador emanado de sus filas, se mete en problemas, el PRI recurre a convocarlo al bajo perfil. Así ocurrió cuando Humberto Moreira gobernó Coahuila de 2005 a 2011. En agosto de su último año de Gobierno la Secretaría de Hacienda publicó que su administración había adquirido una deuda de más de 30 mil millones de pesos. Moreira pidió licencia y se convirtió en presidente nacional del PRI. Ahora mismo, el Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, lleva el epíteto de “incómodo” debido a asesinatos de decenas de periodistas sin esclarecer y el caso Tierra Blanca en el que policías estatales “levantaron” a cinco jóvenes de los que hasta ahora, no se sabe nada. Para las elecciones del 5 de junio, el PRI nombró a un político desvinculado de Duarte: Héctor Yunes Landa.