Distintos sectores demandan al Papa Francisco que se pronuncie sobre los grandes males que aquejan al país y que se reúna con padres de desaparecidos, víctimas de pederastia clerical y de la violencia. El anuncio del Vaticano de que no se pronunciaría sobre estos temas no detiene las exigencias hacia el Pontífice.
Por Shaila Rosagel, Linaloe R. Flores y Juliana Fregoso
Ciudad de México, 10 de febrero (SinEmbargo).– En la capital del país, un grupo de extranjeros demuestra que la "verdad histórica" nunca lo fue: los 43 normalistas de Ayotzinapa no murieron en el basurero de Cocula. En Veracruz, padres buscan a sus hijos entre “cientos de cuerpos calcinados”. En esa misma entidad, una reportera es secuestrada el lunes y sus restos son encontrados, un día después, en Puebla.
Ayer, la organización Artículo 19 reportó que en los últimos 12 años han desaparecido 23 periodistas en el país, sin que hasta ahora existan culpables. Estos ejemplos son síntomas de la violencia, la impunidad y la crisis de derechos humanos con la que se encontrará el Papa Francisco, durante su primera visita a México, que inicia el próximo viernes.
Aunque hasta ahora El Vaticano ha señalado que el Pontífice no se reunirá con víctimas de la violencia, padres de desaparecidos o víctimas de pederastia clerical, representantes de distintos sectores en el país reiteran su demanda para que el Papa no pase por alto la situación que vive México, donde existen 26 mil desaparecidos y al menos 80 mil muertos –según la cifra oficial–, víctimas de la guerra contra las drogas que inició hace 9 años.
El Papa Francisco está obligado a poner sobre la mesa del Presidente Enrique Peña Nieto el tema de la crisis de derechos humanos que vive el país, aunque la Iglesia Católica no haya ajustado sus estructuras a los derechos humanos, dijo el padre Alejandro Solalinde Guerra, activista a favor de los derechos de los migrantes.
“El Papa tiene que hablar de eso, porque no puede hablar de otra cosa y también sabe perfectamente que este país es uno de los 25 países más importantes del mundo como católicos. Por el número de su población sabe que tiene que hablar en favor de la justicia, sabe la violencia que vivimos, la tragedia de la corrupción, de la impunidad, de la desaparición forzada, él es el que ha hablado de la tortura generalizada que el Gobierno no quiere reconocer. Entonces él va hablar en forma natural. Lo hará”, afirmó.
Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), coincidió con Solalinde y agregó que el Papa debe reunirse con las víctimas mexicanas de todo tipo de delitos, como asesinato, feminicidio y desaparición forzada.
El Papa debe dejar en México, y en el Presidente Peña Nieto, un mensaje claro en favor de los derechos humanos.
"Es fundamental un mensaje muy duro por parte del Papa desde su posición de vicario de Cristo. Que a partir de ahí surja un mensaje de esperanza, porque el país está perdiendo la esperanza por las colusiones del Gobierno con el crimen organizado y la inoperancia”, dijo.
Para Sicilia, la Iglesia Católica mexicana ha estado coludida con los intereses del Estado. Hay papas que han sido “cercados” e imposibilitados para acercarse a las víctimas.
“Esperamos que este Papa, que ha demostrado un espíritu pastoral y evangélico mucho más fuerte que los demás papas, pueda romper ese cerco y hablar desde el Evangelio por las víctimas”, dijo.
Por su parte, Arturo Alvarado, Director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, consideró que si bien es cierto que existe ya una agenda “espero que el Papa sea un poco más sensible a atender estos casos, velamos por eso porque muchas de las víctimas están además vinculadas con organizaciones católicas. Esperamos que sí hubiera una reunión, pero el problema es que el Papa ya dijo que no iba a hablar de violencia y corrupción”.
EL RECORRIDO DE FRANCISCO
Aunque oficialmente no se pronunciará sobre estos temas, los puntos elegidos por el Papa Francisco durante su primera gira oficial por México son ejemplo de la crisis de derechos humanos que aqueja al país y por la cual, algunos sectores exigen un pronunciamiento del Pontífice.
Después de cumplir con el protocolo como Jefe de Estado, visitar la Catedral Metropolitana y la Basílica de Guadalupe, su primera parada será una misa multitudinaria en Ecatepec, Estado de México.
Ecatepec es el municipio más poblado de América Latina con un millón 656 mil habitantes, y también está considerado uno de los más peligrosos del país, el 99 por ciento de sus habitantes vive en zonas urbanas y hay más robos allí que en otras ciudades con alta incidencia delictiva como Culiacán, Acapulco o Ciudad Juárez. Sólo entre enero y septiembre de 2015 los robos comunes ascendieron a 8 mil 403.
Del total de robos en Ecatepec, el 85 por ciento está asociado con automóviles; de enero a septiembre del año pasado se reportaron 7 mil 181 de estos casos; el 74 por ciento fue despojo con violencia. A esto se suma la violencia generalizada contra mujeres.
De 2013 a 2014, al menos 110 mujeres murieron asesinadas en este municipio, según se desprende de las cifras oficiales recientemente actualizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Mientras que la media nacional de homicidios es de 12 por cada 100 mil habitantes, en Ecatepec se ubica en 20. Entre enero y septiembre de 2015 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) reportó que hubo 331.
Ecatepec, es uno de los municipios más importantes del Estado de México, tierra del llamado Grupo Atlacomulco, la prueba viva del clientelismo del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
LAS TIERRAS DE LA REBELIÓN
El lunes visitará Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, una entidad caracterizada por la pobreza y por el desplazamiento de comunidades indígenas.
Chiapas es la entidad con la mayor población no católica de México y donde el 1 de enero de 1994 se levantó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Ahí, el Papa Francisco visitará la tumba del obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, “El Tatic”, como lo llamaron millones de indígenas, fieles a su parroquia y al zapatismo.
La insurrección zapatista pidió en la Declaración de la Selva Lacandona “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”. Más de dos décadas después, la entidad no ha logrado superar el rezago social que lo pone a la cabeza en la lista de entidades con pobreza extrema: más de un millón 629 mil 200 personas, el 37 por ciento de la población, sobrevive en esa circunstancia.
Chiapas, según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), tiene la diversidad religiosa más amplia donde el porcentaje de protestantes es de 9 por ciento. Ahí, iglesias como la bautista, pentecostal, adventista y evangélica pasaron en dos décadas (1990-2010) de 16 por ciento a 27 por ciento; mientras que la población no católica alcanzó el 42 por ciento.
En Chiapas está la herida abierta de la matanza de Acteal, acontecida en 1997, cuando 45 indígenas tzotziles católicos cayeron acribillados mientras rezaban por la paz en una ermita, una tragedia aún sin desenlace porque nadie ha sido castigado.
Para la Secretaría de Gobernación, esta entidad del sur mexicano tiene un foco rojo en el fenómeno conocido como intolerancia religiosa; es decir, cuando un grupo de fe no acepta a otro en el mismo territorio. Según el Centro Fray Bartolomé de las Casas, en las vísperas de la visita del Pontífice católico, los desplazamientos humanos continúan debido a la disputa de creencias.
El martes 16 de febrero la visita pontificia llegará a Michoacán, donde en la capital, Morelia, visitará la catedral y tendrán un encuentro con jóvenes en el Estadio José María Morelos y Pavón.
El 24 de febrero de 2013, en Tepalcatepec, Michoacán, un grupo de ciudadanos se levantaron en armas ante la incapacidad del gobierno estatal para terminar con las extorsiones, amenazas, secuestros y violaciones de las que eran víctimas por parte del crimen organizado.
Michoacán es la entidad donde el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa lanzó el 11 de diciembre del 2006 la llamada guerra contra las drogas. A casi 10 años, el estado se mantiene como uno de los cinco con mayor incidencia delictiva en el país al registrar el año pasado 2 mil 368 delitos, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En fechas recientes se han presentado públicamente al menos dos grupos subersivos, todos con el mismo mensaje: “actuar” si no se frena el avance del narcotráfico y los secuestros.
El más reciente, el autonombrado Insurgencia por el Rescate Institucional y Social (IRIS), se dio a conocer hace tres días a través de in video en la red social YouTube.
El 6 de febrero, a través de un comunicado y distintas mantas se dio a conocer “el nacimiento” del presunto cártel La Nueva Familia.
En distintos sitios del municipio de Zamora fueron colgados mensajes que señalaban:
“Se les avisa a toda la sociedad de Zamora y sus alrededores que comenzó la limpia de gente que apoye al CJNG (Cartel de Jalisco Nueva Generación), así como los que anden extorsionando, robando, secuestrando, violando y matando por paga. La limpia ya empezó y el aviso va para todos sin piedad. Se castigará al que esté contribuyendo con estas lacras del CJNG. Atentamente: La Nueva Familia”, se leía en los mensajes.
Michoacán es también la entidad donde nació el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, señalado por cometer actos de pederastia durante décadas sin que llegara a ser sancionado por la Iglesia Católica.
El padre Alejandro Solalinde Guerra señaló que el tema de la pederastia en México, abordado insatisfactoriamente por Juan Pablo II y Benedicto XVl, coloca en una situación “delicada” al Papa Francisco.
“Hay una deuda con ellos [con las víctimas] porque en la visita pasada trataron de ver a Benedicto y él no aceptó. Ahora es más delicada la situación de Francisco, porque va a Michoacán, a la tierra del pederasta más famoso y criminal que es Maciel”, indicó.
Solalinde argumentó que visitar Michoacán y no hablar de pederastia, es imposible.
“El Papa está obligado a hablar de pederastia en la tierra de Marcial Maciel, ahí debe hablar, porque si no lo hace, las víctimas lo tomarán como una gran omisión. Esto es un punto sensible, una alarma que está pendiente.
“Él va ahí y prácticamente sería casi imposible que no hablara de esto, el papa está obligado hablar de la pederastia en la tierra de Maciel, de Marcial Maciel, ahí debe de hablar, pero si no lo hace las víctimas lo tomarían como una gran omisión, esto es un punto sensible, una alarma que estaría ahí pendiente. La Iglesia Católica está en deuda con las víctimas de la pederastia”, indicó.
JUÁREZ, EL CASO EMBLEMÁTICO
Ciudad Juárez, en Chihuahua, será el último punto durante la gira papal, aquí, Francisco ofrecerá una misa multitudinaria y visitará la Prisión Número 3, que en su tiempo representó el poderío de las pandillas.
Mediáticamente, este es el lugar que puso el tema de los feminicidios en el mapa, también lucha por dejar atrás un periodo en el que hubo miles de muertos. La mayoría cayeron víctimas de la batalla entre traficantes, mientras que otros, sobre todo numerosas empleadas de fábricas, simplemente desaparecieron y sus cadáveres fueron hallados tiempo después.
Con una tasa de 191 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, esta frontera fue hasta 2010 la ciudad más violenta del mundo. Esa incidencia disminuyó. En 2014 fueron cometidos 118 asesinatos y en 2015, 100, según la Fiscalía del Estado. Las cifras oficiales e históricas indican que aquí, de 1993 a 1998, se cometieron 177 feminicidios, 56 de ellos por “homicidas múltiples”. Fueron dos o tres por mes. En la década siguiente, la muerte siguió campante en contra de las mujeres. De modo que hoy suman cientos las muertas en esta ciudad fronteriza. El Gobierno del Estado no ha logrado encontrar la razón por la que las mujeres son agredidas en esta región del país. Mucho menos, logró detener a la muerte.
También es símbolo de los bajos salarios de la clase obrera mexicana, la proximidad de Juárez a la frontera hizo que surjan miles de maquiladoras de capital extranjero, en las que se ensamblan todo tipo de productos destinados al norte.
Pero la paga es a menudo baja y hay quienes asocian esos bajos salarios a los problemas que enfrenta la sociedad. En una reciente protesta frente a Eaton Industries, los manifestantes dijeron que ganaban apenas 45 dólares a la semana y casi no tenían vacaciones.