El peso, la divisa latinoamericana más operada en el mercado cambiario, volvió a perder terreno este lunes. La única moneda de los países emergentes que en enero cayó más que la mexicana, fue el peso argentino (cerró -5.48% ese mes), según el ranking de Bloomberg.
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).– El dólar en bancos ha cerrado este lunes hasta en 19.08 pesos, 26 centavos más que el viernes. Durante la jornada alcanzó los 19.10 por uno, el máximo histórico también registrado en enero. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) perdió 1.05 por ciento y el Dow Jones, en la Bolsa de Nueva York, 1.09 por ciento.
Además el dólar interbancario subió hasta 18.79 pesos, por lo que el Banco de México (Banxico) subastó 400 millones de dólares a un tipo de cambio de 18.72 pesos.
Banco Base dijo que los riesgos al alza para el tipo de cambio se renuevan al inicio de esta semana debido a que la generación de empleo en Estados Unidos durante enero se colocó por debajo de lo estimado, a pesar de que la tasa de desempleo bajó de 5 a 4.9 por ciento en el primer mes del año.
A la par, expuso el grupo financiero, los precios del petróleo mantienen una tendencia a la baja, por lo que es probable que el tipo de cambio alcance nuevos máximos históricos en el corto plazo.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó hoy un 3.88 por ciento y cerró en 29.69 dólares el barril, por debajo de la barrera psicológica de los 30 dólares y en su nivel más bajo en las últimas dos semanas. En tanto, el barril de crudo Brent para entrega en abril finalizó en el mercado de futuros de Londres en 32.85 dólares, un 3.55 por ciento menos que al cierre de la sesión anterior.
Las pérdidas de hoy se dan medio de la incertidumbre en los mercados por el exceso de oferta de esta materia prima y la falta de avances en las negociaciones entre los países productores para limitar un nivel de bombeo de oro negro.
Los analistas coincidieron hoy en atribuir parte del pesimismo a la ausencia de novedades tras el encuentro que mantuvieron este domingo en Riad los ministros de petróleo de Arabia Saudí y Venezuela sobre un acuerdo para limitar la sobre oferta.
Como expuso el Banco de México (Banxico) la semana pasada, las turbulencias se dan en un contexto de bajo crecimiento global, de una creciente divergencia en las perspectivas de las políticas monetarias de varios de los bancos centrales de las principales economías avanzadas, de claras señales de vulnerabilidad en algunos países emergentes importantes –notoriamente China, Brasil y Rusia–, y de mayores caídas en los precios de las materias primas, destacando el petróleo.
Respecto a los bajos precios del petróleo, Banxico afirmó en su reporte de política monetaria que es necesario llevar a cabo los ajustes requeridos en las finanzas públicas, incluyendo a Petróleos Mexicanos (Pemex), para mantener un marco macroeconómico sólido en el país y ser congruentes con el descalabro de los precios.
SERÁ EL SERENO
El peso mexicano registró el jueves el mayor desplome entre las divisas de mercados emergentes, de acuerdo con el ranking diario de monedas de Bloomberg. El índice indicó además que el peso terminó enero con una pérdida de 4.40 por ciento, sólo por arriba del argentino cuyo desplome mensual fue de 5.48 por ciento, y por debajo del colombiano o del real brasileño (y eso que Brasil está en recesión).
El Banco de México (Banxico) lo sabe. Ante un lento crecimiento global y la vulnerabilidad en algunos países emergentes como China, Brasil y Rusia, sumado a las mayores caídas en los precios de las materias primas, en especial el petróleo, el "importante" aumento de volatilidad en los mercados financieros internacionales "condujo a una depreciación adicional significativa del peso frente al dólar estadounidense", sentenció en su primer reporte de política monetaria del año.
"Hacia adelante no se puede descartar que la volatilidad financiera internacional permanezca alta e incluso se incremente", advirtió el banco central dirigido por Agustín Carstens Carstens. Por ello, expuso, se mantendrá muy atento a la evolución del tipo de cambio y "su posible traspaso a los precios al consumidor". Pero de acuerdo con "los anunciantes", cuya vía fue la conductora de Televisa Andrea Legarreta, "que suba el dólar no afecta a los mexicanos. Sube por culpa de las economías de otros países que están mal. No es por culpa de nuestro gobierno".
Hace apenas un mes, el 8 de enero, el Secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso declaró en un seminario que aunque la moneda mexicana ha acumulado desde el inicio de la actual administración “una depreciación del 38 por ciento contra el dólar estadounidense”, ha sido menor frente a la de otras divisas como la del dólar canadiense (42%), el australiano (47%) o el peso colombiano y real brasileño (80%).
Pero el 4 de enero –la primera sesión del año– el dólar en bancos cotizaba en 17.70 pesos y el interbancario en 17.32 pesos. Un mes después, el 4 de febrero, el peso mexicano y el argentino intercambiaron lugares: el dólar en bancos cotizó hasta en 18.55 pesos y el interbancario en 18.32 pesos.
En diciembre el Gobierno argentino puso fin a las restricciones cambiarias en el país sudamericano, conocidas como “cepo” al dólar, instalado en 2011 para intentar contener la fuga de divisas. Ese día el peso argentino cayó más de 40 por ciento.
El viernes la moneda mexicana, la divisa latinoamericana más operada en el mercado cambiario, volvió a perder terreno en respuesta al anuncio de mercado laboral de la primera potencia mundial. Los empleadores estadounidenses generaron 151 mil empleos en enero, una fuerte desaceleración en comparación con los meses más recientes, y menos de los 190 mil esperados.
En ventanillas bancarias subió hasta a 18.82 pesos y, respecto al interbancario, Banxico subastó 200 millones de dólares con precio mínimo por un dólar en 18.37 pesos. La semana pasada la Comisión de Cambios decidió extender hasta marzo el mecanismo de subastas utilizado para inyectar liquidez y suavizar la volatilidad que, prevé, puede continuar los próximos meses.
"La economía mundial continúa debilitándose ante la atonía del crecimiento de los países avanzados, una persistente desaceleración de los emergentes y un estancamiento del comercio mundial", expuso Banxico en el comunicado del jueves.
Ante este panorama, Banxico dijo que es necesario llevar a cabo los ajustes requeridos en las finanzas públicas, incluyendo a Petróleos Mexicanos (Pemex), para absorber el choque a los ingresos públicos que ha representado la caída y el deterioro de las perspectivas del precio del petróleo y mantener un marco macroeconómico sólido.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), México crecerá 2.6 por ciento este 2016. El año pasado creció 2.5 por ciento según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien dará a conocer la cifra oficial el 23 de febrero. Ese 2.5 por ciento calculado coincide con el estimado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Banxico reconoció en su reporte de política monetaria que la coyuntura actual ha cambiado desfavorablemente y que los riesgos se han acentuado, por lo que la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió hace unos días de “la dura y nueva realidad” que encaran los mercados emergentes, al citar cómo los flujos de capital se han revertido y han registrado salidas de 531 mil millones de dólares en 2015.
El bloque de mercados emergentes es “increíblemente diverso” e incluye a países en recesión como Brasil y Rusia junto a otros como India y México que registran “un sólido crecimiento”.