Al momento de su detención, ocurrida entre las 6:30 y las 7 de la noche de ayer, los sospechosos llevaban un arma AR-15, 20 cartuchos útiles en una maleta y una pistola calibre 9 milímetros.
Por Alejandro Guerrero
Iguala, Guerrero, Enero 22, (SinEmbargo/El Sur/EFE).– Tres personas presuntamente relacionas con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, fueron trasladados a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) después de ser detenidos anoche en el paraje Villa de las Flores, al sur de esta ciudad.
En conferencia de prensa, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, informó que los detenidos fueron identificados como Bernabé Sotelo Salinas "Peluco" o "Botitas", Cruz Sotelo Salinas "Oaxaco" o "Tísico", y Mauro Taboada Salgado.
Informó que uno de ellos confesó estar involucrado con la desaparición de los jóvenes ocurrida el 26 de septiembre de 2014.
"La detención ocurrió entre las 6:30 y las 7 de la noche de ayer, Bernabé Sotelo llevaba un arma AR-15 y 20 cartuchos útiles en una maleta y Cruz Sotelo portaba una pistola calibre 9 milímetros", indicó el Comisionado.
Los dos primeros "habrían recibido a los jóvenes por parte de elementos de la Policía Municipal de Iguala ", señaló Sales.
El tercero estaría involucrado en el asesinato de Julio César Mondragón, "según se advierte de la declaración de Gildardo López Astudillo", alias "El Gil", quien se encuentra actualmente sujeto a proceso por su participación en la desaparición.
El normalista Julio César Mondragón fue una de las víctimas fatales de los ataques a tiros perpetrados la noche del 26 de septiembre por policías corruptos presuntamente por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, contra los estudiantes de Ayotzinapa. Su cuerpo fue hallado al día siguiente con la cara desollada.
El Comisionado dijo que los tres detenidos fueron trasladados a la Ciudad de México y puestos a disposición de un agente del Ministerio Público adscrito a la Subprocuraduría de Derechos Humanos, encargada de la investigación.
Según la versión oficial de lo ocurrido esa noche, 43 jóvenes fueron retenidos por policías y entregados a miembros de Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron sus restos en un basurero del municipio vecino de Cocula.
Esa versión fue cuestionada por expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estudian el caso desde marzo pasado. Actualmente, una unidad especial de la fiscalía mexicana analiza otras líneas de investigación para hallar la verdad sobre lo ocurrido.
Por este caso hay más de 110 personas detenidas, entre ellas decenas de policías de Iguala y Cocula, así como miembros de Guerreros Unidos.
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