A través de un comunicado, la REMA puntualizó que la comunidad de Carrizalillo ha vivido “un infierno” por años a causa de la destrucción de su territorio, las enfermedades por el uso de agua contaminada, el incremento exponencial de la violencia, así como la pérdida de su calidad de vida por la actividad minera y ha hecho “enormes esfuerzos por llegar a un acuerdo que termine con este paro de actividades”.
Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).– La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) denunció que la empresa minera canadiense Equinox Gold volvió a impedir los acuerdos con las y los ejidatarios de Carrizalillo, Municipio de Eduardo Neri, en el Estado de Guerrero, que mantienen cerradas las operaciones de la mina “Los Filos” desde hace 71 días por incumplimiento de convenio.
A través de un comunicado, la REMA puntualizó que la comunidad de Carrizalillo ha vivido “un infierno” por años a causa de la destrucción de su territorio, las enfermedades por el uso de agua contaminada, el incremento exponencial de la violencia, así como la pérdida de su calidad de vida por la actividad minera y ha hecho “enormes esfuerzos por llegar a un acuerdo que termine con este paro de actividades”.
No obstante, la empresa intenta culpar a la comunidad de querer sacar “mayores beneficios, cuando es la propia empresa, la que sin ninguna consideración ha violentado los derechos mínimos fundamentales de la comunidad como es el derecho al agua potable”.
“Pues los manantiales de donde se abastecía la comunidad, algunos se han perdido y otros rebasan por mucho los límites permisibles del arsénico de la actividad minera”, puntualizó.
REMA denunció que “en el colmo del cinismo”, el Jefe Ejecutivo de la empresa Equinox Gold, Christian Milau, ha asegurado que “el agua en Carrizalillo es segura para beber”.
“Este nos demuestra claramente la falta total de respeto que tiene esta empresa canadiense y sus inversionistas por la vida de las personas a quienes la comunidad ha mantenido al tanto de la situación. Asimismo, se dan cuenta de que lo único que les importa son las ganancias que obtienen del saqueo y despojo a las comunidades”.
La REMA también denunció que Georgina Blanco, vicepresidente de Asuntos Externos y Responsabilidad Social, ha demostrado su “total incapacidad” para llevar a buen puerto las negociaciones.
“Su actitud abusiva y discriminatoria no ha permitido que avancen los acuerdos y cuando parece que ya avanzan, dan marcha atrás, burlándose del proceso”.
“Desde la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería exigimos a la empresa canadiense Equinox Gold y a sus inversionistas que retiren a la Sra. Blanco, al Sr. Milau y al Sr. Burger de las negociaciones y que pongan a personas serias y respetuosas que en verdad ayuden a destrabar este conflicto”, concluyó.
Habitantes de Carrizalillo, en el municipio Eduardo Neri, al sureste de Guerrero, no disponen de fuentes de agua limpia desde 2010 al vivir en el “Cinturón Dorado”, una zona minera, además, sitiada por el crimen organizado. A cambio de oro, los desechos tóxicos como el arsénico han contaminado su manantial El Triángulo. El manantial El Pozo está más retirado. Entre explosiones que levantan polvo y liberan metales como plomo, se han enfermado de la piel, ojos, aparato respiratorio, cáncer y se han registrado partos prematuros en la comunidad.
El primer convenio entre la mina canadiense Gold Corp y los ejidatarios fue en 2008. Pero empezó a disminuir la cantidad de agua debido a que la operación minera ocupa en sus áreas el 85 por ciento de la cuenca, lo cual alteró el ciclo hidrológico.
“El agua disponible para la población es rica en metales pesados. Está fuera de la norma incluso para uso humano, es decir, no debería usarse ni para lavar, pero es la única agua que hay. Cada familia debe comprar agua de garrafón, lo que implica un gasto anual de entre 70 y 100 mil pesos por familia dependiendo el número de integrantes”, han explicado a este medio integrantes de la Mesa Agraria del Ejido de Carrizalillo y de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema). “El bañarse con agua alta en arsénico genera daños en la piel que se van complicando de acuerdo con cada persona. Se presentan lesiones severas que no en pocas ocasiones deben atenderse con esteroides, antibióticos o hormonas”. La situación, al sur del país, se repite al norte, en municipios de Sonora afectados por el derrame de una mina de Grupo México hace seis años.
Equinox Gold entró apenas a la escena en México con la compra de la mina “Los Filos” como parte de un programa de explotación de oro en América Latina impulsado por el multimillonario canadiense e inversionista minero, Ross Beaty, quien también es fundador de la empresa minera canadiense Pan American Silver.
Pan American Silver ha operado por dos décadas en México y es responsable del desplazamiento forzado de la comunidad de La Colorada en Zacatecas en 2017, además de operar la mina “Dolores” en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, en las mismas condiciones de violencia que aplica en Carrizalillo, documentó la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema).
El 12 por ciento de la superficie de Guerrero está concesionada a actividad minera (790,836 hectáreas con 663 títulos). En la última década se ha incrementado sustancialmente la exploración minera en Guerrero como en Los Filos-El Bermejal (en explotación por Equinox Gold) y Mina Nukay en el municipio de Eduardo Neri; Rey de Plata (Dowa Mining, Sumitomo e Industria Peñoles) en el municipio de Teloloapan; Campo Morado (Telson Resources) en el municipio de Arcelia; y El Limón Guajes (Torex Gold-Minera Media Luna) en la población Nuevo Balsas en el municipio de Pedro Ascencio, entre otros proyectos, documentó la Secretaría de Economía en un informe de 2017.