Lo mejor de las librerías de viejo de países como Letonia y Estonia, es la sección de niños. En estos rincones se ocultan joyas cuya cultura visual es muy interesante, sobre todo lo que se produjo en la época soviética, cuando querían evitar todo lo que pareciera “americano”.
Esto resultó en alternativas extremadamente imaginativas, que sin duda alimentaron la creatividad de muchos niños en aquel entonces.
Por Ines Estrada
Ciudad de México, 16 de noviembre (Vice).- Me fui de vaga por el báltico durante el mes pasado. Esto fue porque publicaron mi cómic Lapsos en Suecia y aproveche¡é para darme un rol por esos lares. Escandinavia es hermoso, pero los países del báltico me resultaron más interesantes. Es como ir a una especie de tercer mundo en Europa, son países que formaron parte de la Unión Soviética durante muchas décadas, y en muchos aspectos se encuentran rezagados del resto de Europa.
De estos países visité Letonia (mejor conocida como Latvia, en su idioma original) y Estonia. Como me encanta la basura, me la pasé en esos lugares visitando mercados de pulgas con bazofia soviética y librerías de viejo. Lo mejor de estas librerías era la sección de niños, donde encontré las joyas que les voy a compartir a continuación.
La cultura visual de estos países es muy interesante, en especial lo que se produjo en la época soviética, cuando querían evitar todo lo que pareciera “americano”. Esto resultó en alternativas extremadamente imaginativas, que sin duda alimentaron la creatividad de muchos niños de esta época.
Según me platicaron mis amigos letones, el Libro de los Gatos de Edgars Folks era un titulo típico que se podría encontrar en el cuarto de cualquier niño letón durante los ochentas.
Este hermoso libro es una especie de “buscando a Wally” pero con gatos en ácido. Cada página tiene una ilustración con un gato, y en la parte de arriba vienen las cosas que tienes que buscar. Encontrarlas está fácil, pero más fácil aún resulta perderse en estas detalladas y coloridas ilustraciones.
La dama de las Burbujas (o algo así me dijeron que significaba el título) es un libro de poesía infantil con ilustraciones de uno de los animadores de Fantadroms.
Los dibujos están hechos con lápices de colores y aunque se ven simpáticos a simple vista, resultan un poco grotescos cuando los ves con más detenimiento. Me gusta como combina esta mezcla entre lo colorido y lo desagradable.
Este otro libro lo conseguí en Estonia, y está bien viajado. No tengo idea de qué significa el título ni de qué va la historia más allá de que hay un conejo que parece ser perseguido por otros animales.
Me imagino que es sobre un niño conejo que tiene pesadillas. La neta no sé, pero de cualquier forma las ilustraciones son lo más chido. Me gusta este estilo sin líneas, todos los personajes están formados por bloques de colores brillantes. La perspectiva es extraña y hay varias ilustraciones en las que se siente distorsionada, tal vez para acentuar el ambiente pesadillesco de la historia. Tal vez sólo sea el estilo. En en libro se siente una percepción de la ilustración completamente fuera de lo que estamos acostumbrados a ver por acá y eso es lo que más me gustó.
Este es un libro que encontré en Letonia sobre insectos. Me encantan este tipo de libros educativos que combinan información científica con ilustraciones psicodélicas. Especialmente en los setenta se hicieron muchos libros así, por lo que me llama la atención que este sea de principios de los noventa.
Me pregunto si algunos niños resultaron confundidos por estas ilustraciones. ¿A ver, cómo esta eso de que hay elefantes miniatura? ¿O más bien estos insectos son gigantes? Infinitos misterios del mundo de la ciencia…