El distanciamiento físico implica una serie de medidas que contemplan los horarios laborales, el número de personas que pueden estar en un espacio, la distribución de los puestos de trabajo, etcétera. Por esto, es bastante probable que tu entorno laboral sea casi irreconocible.
Ciudad de México, 16 de octubre (LaOpinión).- Es un hecho que la COVID–19 ha afectado nuestro estilo de vida y que será un factor de cambio cuando culminen las medidas de confinamiento. Tendremos que desarrollar nuevos hábitos en los espacios públicos, y uno de dichos espacios es nuestro entorno laboral.
¿Qué hábitos debemos de aplicar cuando volvamos a nuestros puestos laborales? A continuación los detallamos
LAVARSE LAS MANOS
El portal Family Doctor indica que mantener nuestra manos limpias es un hábito que deberemos continuar en el entorno laboral a manera de protegernos y también proteger a los demás.
Debemos lavarnos las manos por unos 20 minutos con agua y jabón en abundancia. Debemos asegurarnos también de que el jabón cubra las manos en su totalidad, incluyendo las yemas de los dedos y debajo de las uñas. Si lavarte las manos se te complica, usa un desinfectante o gel antibacterial.
Preferiblemente, deberías lavarte las manos o usar desinfectante:
Después de toser, estornudar o sonarte la nariz
Después de tocar objetos usados por otras personas
Después de ir al baño
Antes y después de comer
MANTENER UN DISTANCIAMIENTO FÍSICO
El distanciamiento físico es fundamental para que el virus no pase de una a otra persona. Como medida estándar, deberías mantener una distancia de 6 pies (2 metros) con las otras personas para no contagiarlas y evitar que ellas te contagien.
El distanciamiento físico implica una serie de medidas que contemplan los horarios laborales, el número de personas que pueden estar en un espacio, la distribución de los puestos de trabajo, etcétera. Por esto, es bastante probable que tu entorno laboral sea casi irreconocible.
El uso de mascarilla evitará que contagies el virus mediante la tos o con un estornudo. Es importante que las utilices incluso si no sientes los síntomas, porque pudieras ser una persona asintomática que, no obstante, sí puede dar origen a un foco de contagio.
La mascarilla se usa adecuadamente cuando la misma cubre barbilla, boca y nariz. Asegúrate de lavarte las manos antes de colocártela.
Entre más pronto apliquemos estos hábitos, más pronto nos protegeremos del virus y podremos mantener nuestra salud. Siendo así, te invitamos a comenzar y implementar y mantener estos hábitos tan pronto puedas.