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Un bebé muere desangrado en el hospital general de Ometepec, Guerrero; sus papás exigen justicia

16/10/2019 - 12:09 pm

El menor falleció tras una hemorragia en su brazo derecho, lo que provocó que perdiera la mayor parte de su sangre. Sus padres ya denunciaron el caso ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, así como con la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud del estado.

Por Lourdes Chávez 

Chilpancingo, Guerrero, 16 de octubre (El Sur).–  Sin abogados ni familiares, sólo con la exigencia de justicia, una pareja de jóvenes amuzgos de Cochoapa presentó una queja contra los médicos o administrativos del Hospital General de Ometepec involucrados en el tratamiento de su hijo, muerto a los nueve días de nacido debido al sangrado de una lesión causada en el centro hospitalario.

Los esposos Vladimir Marcial Benito y María de Lourdes Benito Carranza llegaron poco después de las 11 de la mañana la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum) en Chilpancingo, a denunciar a quien resulte responsable por el daño físico que se le causó al niño, y por la tardanza de los médicos para emitir un diagnóstico, que hizo perder tiempo imprescindible para lograr su curación y supervivencia.

Indicaron que también llevaron esta queja a la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud del Gobierno del estado (Ssa), y el lunes iban a presentar una denuncia en el Ministerio Público de Ometepec, pero llegaron una hora después de la cita y el agente ya no los atendió. Hoy se presentará la querella.

El niño murió desangrado dos horas de haber ingresado a un hospital de Acapulco el pasado 2 de octubre. Entonces, Marcial Benito denunció el caso en la radio comunitaria Voces de La Montaña de Guerrero, y exigió a las autoridades de Salud una explicación sobre las circunstancias que llevaron a la muerte de su bebé.

Desde entonces ha recibido información de 21 casos de personas fallecidas, sobre todo niños,  atendidos en el Hospital General de Ometepec, en circunstancias similares a la de su bebé, de desatención.

El 8 de octubre cruzó la Costa de Ometepec que colinda con Oaxaca, al municipio de La Unión, junto a Michoacán, para protestar en una actividad del presidente Andrés Manuel López Obrador, y exigir verdad y justicia. Fue atendido unos momentos por el ejecutivo.

Ayer, después de seis horas de diligencia en la Codehum, relató que su esposa ingresó al hospital el 22 de  septiembre por una fiebre, y estando en urgencias la pediatra le dijo que había comenzado el trabajo de parto y debía quedarse internada.

Adentro le explicaron  que el bebé tenía variaciones en su ritmo cardiaco, y tenían que someterla a una cesárea. Tuvo un bebé completamente sano de 3 kilos 300 gramos de peso. Ella y el bebé continuaron internados porque su fiebre no cesó.

Indicó que estuvo internada ocho días y recibió medicamentos, le hicieron diversos exámenes que no arrojaron ningún resultado anormal, tal vez por la aplicación de antibióticos, según le dijo una doctora.

Al final supo que le aplicaron dosis de medicamentos 3 veces mayores a la normal para quitarle la fiebre. Fue dada de alta después de 8 días, el primero de octubre, pero el bebé comenzó a tener fiebre desde el 28 de septiembre y se quedó internado en el hospital.

A la fecha no saben si los medicamentos afectaron al niño, los médicos tampoco les dijeron si estaban suministrando medicamentos al bebé.

FUE CANALIZADO Y SE DESANGRÓ

“El primero de octubre mi hijo se pone mal por un sangrado abundante en el brazo derecho, de donde estaba canalizado. No sabemos qué era realmente, en las fotos aparece el objeto con el que le estuvieron suministrando medicamentos, con forma de tubo color amarillo, alrededor de ese tubo comenzó a sangrar”, dijo la mamá.

El papá agregó que desde las 6 de la tarde, mientras María de Lourdes le daba de comer, advirtió a los doctores del sangrado del niño, y solo dijeron que lo iban a checar.

Durante la noche el niño continuó sangrando, sólo le retiraron el “tubito” y le colocaron gasas para cubrir la lesión, que cambiaban cuando se empapaban de sangre. Le hicieron una transfusión de sangre la madrugada del 2 de octubre y a las 3 am les informaron que trataban de hablar con el hospital de Acapulco para un traslado urgente, pero no les contestaron. A las 5 de la madrugada  les respondieron que no había cuneros en el puerto y que si llevaban al bebé en una ambulancia particular no lo iban a recibir.

A las 9 de la mañana un médico de base aceleró el proceso administrativos hasta aprobar el traslado, pero en Acapulco la doctora que los atendió explicó que el bebé había perdido casi toda su sangre. Dijo que solo tenía 2 medidas de hemoglobina cuando un niños de su edad debe de tener de 16 a 14, “se vació porque no hubo el cuidado adecuado para detener la hemorragia”.

Ahora, exigieron  saber cómo llegaron a ese resultado y denunciaron el abandono que tienen los pacientes en el hospital general de Ometepec en las noches, porque en ese turno, esa noche, sólo hubo dos doctoras a cargo de todas las áreas del hospital.

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