"Había veces que iba a comer a su casa y él [Juan Carlos] venía a comer al lado de nosotras", contó a Efe Araceli, quien nunca vio alguna señal o actitud que la llevara "a sospechar" de su vecino.
Por Eduard Ribas i Admetlla
Ecatepec (México), 16 de octubre (EFE).- Araceli González jamás imaginó que el asesino de su hija era su vecino Juan Carlos. Seis años después, el presunto responsable de una decena de feminicidios ha confesado su autoría, por lo que la madre dijo hoy que ya no puede "confiar en nadie".
Su hija Luz del Carmen Miranda desapareció el 12 de abril de 2012 a los 13 años después de quedarse sola en casa, dentro del mismo edificio donde habitaba la pareja, en el municipio de Ecatepec, en el céntrico Estado de México, mientras los padres trabajaban.
En junio de 2017, los restos de la niña fueron encontrados y sepultados, aunque no había indicios de los responsables hasta que Juan Carlos se declaró culpable tras ser detenido el pasado 4 de octubre con su esposa, Patricia, mientras la pareja transportaba restos humanos en un cochecito de bebé.
"Se podía considerar hasta ese día un amigo. Había veces que iba a comer a su casa y él venía a comer al lado de nosotras", contó a Efe Araceli, quien nunca vio alguna señal o actitud que la llevara "a sospechar de él".
Al ver en los medios de comunicación las imágenes de su vecino, la madre de Luz del Carmen "no lo podía creer" e incluso llegó a dudar que fuera él.
Antes de que Juan Carlos fuera encerrado en prisión preventiva, Araceli decidió ir a buscarlo y lo "confrontó" para pedirle explicaciones por la muerte de su hija, pero Juan Carlos "se portó muy frío".
Según Araceli, el presunto feminicida le respondió que ya lo había "declarado todo" y se jactó de que le había entregado a su hija "de aquí para arriba", señalando la cintura, por donde habría descuartizado a la niña.
"Siento que ya no puedo confiar en nadie, cualquiera puede traicionarte en esta vida", deploró la madre.
Araceli presenció hoy la audiencia en las que una juez decidió abrir procesos penales contra Juan Carlos y su pareja por el asesinato de la joven Nancy Noemí y la venta de su bebé, aunque se sigue investigando el homicidio de otra decena de mujeres.
A la salida del penal, situado en Ecatepec, a las afueras de Ciudad de México, la madre explicó que le dio "coraje" ver a los presuntos asesinos y que la pareja de Juan Carlos se "dio el gusto de reirse de mi hija".
"Yo no bajé la cabeza y allí estuve", dijo Araceli, quien relató que durante la audiencia el presunto feminicida "estaba viendo (mirando) a los lados como si no le interesara" lo que estaba ocurriendo.
Tras la audiencia, Leticia Mora, representante de la Red de madre buscando a sus hijos, declaró a las medios que sospecha que "esta persona está ocultando a más cómplices" y sostuvo que la justicia sería "incompleta" si se limita a Juan Carlos y a su pareja.
"Se está manejando ahora como un feminicida en serie y necesitamos saber que no haya otro más detrás", dijo tras pedir que se investigue si existe una red de trata de mujeres relacionada con este caso.
En dos domicilios de la pareja de Ecatepec fueron halladas ocho cubetas de plástico de 20 litros cada una en cuyo interior había restos humanos cubiertos con cemento. Además, en un refrigerador fueron encontrados más restos congelados, envueltos en bolsas plásticas.
Aunque la Fiscalía investiga la responsabilidad en 10 asesinatos, Juan Carlos dijo haber asesinado a una veintena en un caso que ha conmocionado al país.
Si se les sentencia por el feminicidio de Nancy Noemí, la pareja podría cumplir de 40 a 70 años de prisión. Mientras que por el de trata, por haber vendido un bebé, podrían pagar una pena de 4,5 a 15 años en prisión.