La PGJDF aún no da resultados de las averiguaciones en torno al caso de envenenamientos múltiples de perros en la colonia Hipódromo-Condesa. Mientras tanto, un perro más ha muerto.
Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).– Ha pasado una semana desde que comenzaron las indagaciones entorno al caso de múltiples muertes de perros por supuesto envenenamiento en una calle aledaña al Parque México, en la capital del país, y las autoridades aún no dan con el responsable ni ofrecen explicación clara de la causa de los decesos.
En entrevista para SinEmbargo, Óscar Montes de Oca, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) señaló que aún se están realizando autopsias a cadáveres de animales y se analizan videofilmaciones, salchichas y hasta el vómito de uno de los perros (entregado por un propietario) para determinar cuál fue la causa de la muerte de los animales.
“Por ahora tenemos en la Coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría algunas muestras de vómito y de comida [salchichas] localizada en el [lugar] y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra realizando la necropsia a tres perros y haciendo estudios histopatológicos para determinar qué sustancia fue la que provocó la muerte”.
“En cualquier momento tendremos los resultados químicos y eso será orientador para ver qué es lo que estamos buscando [… También] tenemos videos del los días dos al cinco de octubre y videos de un particular que se están analizando”, destacó.
Cuestionado por los avances de la investigación, el funcionario no hizo mención de que se tenga identificado al presunto culpable y aseguró que es anticipado decir si las muertes fueron ocasionadas de forma culposa o dolosa.
Mientras tanto, el día miércoles un perro más murió en condiciones similares a las anteriormente reportadas: cerca de una jardinera sobre la calle Ozuluama, aledaña al Parque México y tras haber ingerido algún cebo envenenado.
Según información proporcionada por la Delegación Cuauhtémoc, se trata de un perro criollo que falleció después de consumir una pieza de pollo y, después del hecho “se implementó un protocolo de seguridad por parte de la delegación […] y se confinaron jardineras del Parque México para que peritos del Ministerio Público (MP) definan la muerte del can”.
El deceso del animal aconteció a pesar de que autoridades capitalinas habían desplegado con anterioridad a algunos elementos de la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) y autoridades habían acudido al lugar a establecer medidas sanitarias; además de haber advertido a los vecinos ejercer la supervisión y cuidado pertinente de sus mascotas, como pasearlos con correa.
Tanto la PGJDF y la Delegación indicaron que este hecho se suma a la averiguación previa de causas de muerte de los otros perros, con lo que se tiene un total de ocho denuncias. Según Montes de Oca, la última es la décima muerte reconocida oficialmente, aunque información extraoficial indica que podría tratarse de hasta 18 perros.
Anteriormente, Javier Hidalgo, director de Gestión y Movilidad de la Delegación Cuauhtémoc dijo a SinEmbargo que en caso de que se encuentre que el responsable de la muerte de los animales haya cometido la acción de forma premeditada, podrá penalizársele con dos años de cárcel por cada perro.
Asimismo detalló que encontraron que la fuente del veneno es un sitio de la calle Ozuluama y no en los parques, como se creía hasta ahora.
“Todos los animales reportados se abalanzaron a una jardinera de esa calle para consumir algo aparentemente muy atractivo para ellos”, dijo.