Los ostrácodos son unos minúsculos artrópodos que han permanecido invariables durante milenios desde hace al menos 500 millones de años, casi 400 millones antes de la desaparición de los dinosaurios, y han sobrevivido a múltiples extinciones de otras especies.
Pekín, 16 de septiembre (EFE).- Científicos chinos han descubierto el esperma animal más antiguo hallado nunca, en un ostrácodo -un crustáceo del tamaño de una semilla de amapola- que vivió hace más de 100 millones de años, informaron hoy los medios locales.
Aunque se trata de un organismo diminuto, el esperma fosilizado encontrado por los investigadores es cuatro veces mayor que el humano, según el portal de noticias chino Sixth Tone.
Los ostrácodos son unos minúsculos artrópodos que han permanecido invariables durante milenios desde hace al menos 500 millones de años, casi 400 millones antes de la desaparición de los dinosaurios, y han sobrevivido a múltiples extinciones de otras especies.
El esperma de los actuales puede ser 100 veces mayor que el de los humanos, lo que ha llevado a los científicos a denominarlo “esperma gigante”.
Exceptional preservation of reproductive organs and giant sperm in Cretaceous ostracods | Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences https://t.co/Q1Wu8f7SEC
— . (@_9_7_5_3_) September 16, 2020
Las nuevas evidencias halladas en fósiles sugieren que los antiguos ostrácodos desarrollaron ese tipo de “esperma gigante” en el periodo cretácico.
El descubrimiento fue publicado el pasado miércoles en el diario científico británico Proceedings of the Royal Society, dedicado a los hallazgos biológicos.
“No sabemos por qué pero el esperma debe ser muy funcional, de otra forma la selección natural habría eliminado los trazos”, explicó a Sixth Tone uno de los responsables de la investigación china, Wang He, del Instituto de Geología y Paleontología de Nankín.
Wang y el resto del equipo recibieron una pieza de ámbar de Myanmar hace unos años.
Al principio, según el científico, intentaron comprobar si los puntos negros que se veían en su interior eran ostrácodos ya que éstos, al ser acuáticos, no se suelen encontrar en resinas vegetales.
Pero posteriormente descubrieron detalles mucho más interesantes, al ver que en cada capa del ámbar aparecían nuevos hallazgos, como si se tratase de una muñeca rusa.
Los escáneres por tomografía computarizada (TAC) revelaron que no sólo los animales en la resina eran ostrácodos, sino que además los tejidos blandos estaban bien preservados.
Wang descubrió un bulto en un órgano reproductivo de un ostrácodo hembra y una reconstrucción en 3D mostró que se trataba de una mancha de esperma serpenteante y fibrosa.
“Este nuevo descubrimiento es una prueba irrefutable de que el esperma gigante tiene al menos una antigüedad de cien millones de años y probablemente mucho mayor”, dijo al portal chino Robin Smith, un experto en ostrácodos del Museo Lake Biwa de Japón.
Smith explicó que antes de este descubrimiento, los científicos solo tenían una prueba indirecta del esperma gigante en antiguos ostrácodos por el tamaño de sus órganos reproductivos en los fósiles.
Debido al sitio donde se encontró el esperma en el órgano reproductivo del ejemplar hembra, Wang cree que la copulación debió ocurrir justo antes de que el animal se quedase atrapado en la resina viscosa del ámbar.
Un ostrácodo macho apareció también en el ámbar cerca de la hembra, pero los científicos no pudieron confirmar si había sido el artífice de la cópula.
Los ostrácodos han existido durante 500 millones de años, y se han descrito miles de especies modernas, por lo que encontrar caparazones fosilizados de estos crustáceos no es algo raro.
Sin embargo, los especímenes hallados ahora, al estar conservados en ámbar, permitieron conocer detalles de sus órganos internos, incluidos los reproductivos.
Así, fueron analizados con la ayuda de reconstrucciones de rayos X en 3D asistidas por ordenador y las imágenes revelaron detalles sorprendentes de la anatomía de estos animales, desde sus diminutas extremidades hasta sus órganos reproductivos.
En una de las hembras, los investigadores hallaron esperma maduro, que fue descubierto en los receptáculos donde este se almacenaba después de la cópula, a la espera de ser liberado cuando los óvulos de la hembra maduraran.