Las jóvenes promesas de la política mexicana, las estrellas del partido Movimiento Ciudadano, se desinflaron más rápido que un globo de feria. Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco y Samuel García, gobernador de Nuevo León, están desaparecidos del mapa político. Los que en su momento fueron los personajes más mediáticos y exitosos en redes del país hoy están atrincherados y callados.

La estrella del norte, Samuel García, sufrió una dura y dolorosa derrota en Monterrey donde torpemente impuso a su esposa Mariana Rodríguez como candidata: perdió rotundamente el referéndum. Para colmo, su compadre Elon Musk le pintó el cuerno y lo dejó, literalmente, chiflando en una loma en Santa Catarina. Hoy, el gobernador de los diez días gloriosos de precampaña presidencial está acorralado por PRI y PAN que le fincaron ayer un juicio político por violar 18 artículos de la Constitución estatal. García no tienen más salida que entregarse en brazos de Morena en la próxima legislatura para evitar su caída.

La estrella de occidente, Enrique Alfaro, emberrinchado, autoexcluido, ve pasar la caída de Movimiento Ciudadano desde el palco de su desdén. Su candidato al senado por Jalisco se fue al tercer lugar y los candidatos triunfadores al gobierno del estado, Pablo Lemus y a la alcaldía de Guadalajara, Verónica Delgadillo, están en medio de una impugnación en la que ganaron la primera instancia, pero van perdiendo la batalla mediática. El desprecio de Claudia Sheinbaum al no convocar al gobernador electo ni al gobernador en funciones a los diálogos por el presupuesto fue un mensaje político de aislamiento y de que buscarán la anulación de la elección en el Tribunal Federal.

La vieja estrella solar, el líder nacional, presidente y dueño del partido en torno al cual giraba el universo naranja, Dante Delgado, no ha dicho palabra para salvar a su pupilo consentido en Nuevo León ni para apoyar a su candidato triunfador en Jalisco. El líder tiene sus propias cuitas y preocupaciones: salvar su curul en el senado de la república que está amenazada por cuestiones de género, pues el Tribunal podría decidir que la tercera posición plurinominal de MC sea para Amalia García, cuarta en la lista, y no para Dante, suplente en la posición tres.

Los últimos diez años, desde que era evidente que ganarían Guadalajara, MC se convirtió en un partido pequeño pero relevante. En pocos años ganaron Jalisco y Nuevo León y gobernaron la segunda y tercera ciudad del país con personajes que tuvieron presencia nacional. Hoy todo eso parece estar amenazado. El escenario naranja podría nublarse terriblemente para 2025 si se le alinean las estrellas. Con Dante Delgado disminuido políticamente y sin curul en el senado, Samuel García defendiéndose de acusaciones en el Congreso de Nuevo León, y Jalisco metido en un nuevo proceso electoral sin Enrique Alfaro en la gubernatura, el futuro del partido estará sumamente comprometido.

Diego Petersen Farah

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