En los últimos seis años en Tabasco, tierra natal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la violencia tuvo una tendencia a la baja desde 2018 hasta 2022. Sin embargo, a partir de 2023, los indicadores comenzaron a subir. Hoy en día, el número de víctimas de homicidio doloso registradas tan solo en el primer semestre de 2024, ya supera en un 72 por ciento al total de víctimas reportadas en todo 2023.
Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).- Aunque el estado de Chiapas se ha situado como epicentro del incremento de violencia que se vive en el sur del país, no es la única entidad que enfrenta esta problemática. Tabasco, la tierra natal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, también ha experimentado un preocupante aumento en los índices de delitos de alto impacto.
Los datos hablan por sí mismos: las víctimas de homicidio doloso registradas en el primer semestre de 2024 ascienden a 435, un 72 por ciento mayor al total de víctimas reportadas en todo 2023, que fue de 253. Esta cifra también es un 32.62 por ciento mayor que los 328 homicidios registrados en 2022.
Con seis meses aún por delante, las cifras actuales marcan un contundente incremento de violencia.
Los secuestros tampoco han dado tregua. Con 29 casos reportados tan solo en el periodo de enero a junio de 2024, son un 38.09 por ciento más con respecto al total de secuestros registrados en todo el año anterior, que fueron 21.
El periodista especializado en seguridad, Ricardo Ravelo, explicó que el recrudecimiento de la violencia se puede atribuir a dos factores: el primero es el desplazamiento de grupos criminales desde el norte y el centro del país hacia el sureste, como respuesta a las medidas de seguridad reforzadas en otras regiones. El segundo factor, y quizás el más crucial, es la lucha territorial entre los cárteles por el control de rutas de tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
“En la medida en que refuerzan la seguridad en algunos estados del norte y del centro del país, los grupos criminales tienden a moverse de zonas y es así como se ha encendido la violencia en Chiapas, Tabasco en Veracruz, en varios estados. Esa es una de las explicaciones que yo encontraría, y la segunda es la disputa territorial de grupos del crimen”, explicó.
En ello coincidió el analista, Víctor Sámano Labastida: “El deterioro de la seguridad en el estado viene por lo menos desde finales de los 90, cuando Roberto Madrazo asumió la gubernatura, cuando Tabasco se convirtió en el corredor de la delincuencia organizada. Estos grupos que anteriormente estaban en el sur de Veracruz y finalmente pasaron al resto del estado. […] lo que estuvimos viendo en esos tiempos, es que todavía quedan remanentes”.
Por otro lado, el Gobernador interino Carlos Medina dice no hay bandas organizadas, que son pleitos de pandillas locales”.
El Cártel Jalisco Nueva Generación, conocido por su rápida expansión y su capacidad para disputar territorios a otros cárteles, ha establecido su presencia, lo que complica aún más la situación de seguridad. Además, las células del Cártel del Noreste, originarias de Tamaulipas, y del Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más antiguos y poderosos de México, también están operando en la entidad, de acuerdo con Ravelo.
“El Cártel de Jalisco está presente en todo el país, eso no lo podemos negar, si está en Veracruz, en Chiapas, está en Tabasco disputando también territorio: Hay otra rivalidad que surge con el Cártel de Sinaloa y el Cártel del noreste. Son tres grupos que están muy bien posicionados en toda la zona sur y particularmente en Tabasco”, dijo el Gobernador interino Carlos Medina.
Tabasco es un territorio clave para las bandas del crimen organizado debido a su conexión con Chiapas, una de las fronteras más activas para el tráfico de drogas, migrantes, y otras actividades ilícitas, explicó Ravelo.
“El otro aspecto bueno tiene que ver con las rutas del huachicol y el tráfico de drogas. Es un mercado en disputa, es una zona importantísima para el movimiento de enervantes de tal manera que todas estas actividades derivan en violencia, más aún cuando no hay una un dique de contención por parte de las autoridades para evitar estas confrontaciones”.
La situación en el estado se hizo evidente desde principios de año, con una serie de hechos de alto impacto que acapararon titulares. El 4 de enero, diversos delincuentes armados y encapuchados asaltaron múltiples comercios en la ciudad, provocando cierres de establecimientos, calles vacías y una ola de psicosis entre la población.
Al día siguiente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó los hechos a un reacomodo de las bandas delincuenciales, consideró que la situación no pasaría a mayores y calificó la difusión de los hechos como propaganda.
El Secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, quien fue designado por el exsecretario de Gobernación y exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, presentó su renuncia ese 5 de enero en medio de una ola de violencia.
Otros acontecimientos de gran impacto trascendieron a nivel nacional en los siguientes meses.
En abril, un camión de la línea ADO-TRT fue incendiado por presuntos criminales, quienes obligaron a los pasajeros a descender y luego le prendieron fuego en la vía Comalcalco-Cárdenas. Además, una grúa, una camioneta y dos taxis también fueron incendiados por supuestos delincuentes en respuesta a un operativo de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.
En mayo, se registró el secuestro y asesinato del niño de 12 años, Dante Emiliano, cuyo caso conmocionó al país cuando se viralizó un video que captó el momento en que el pequeño suplicaba por su vida.
Ante estos acontecimientos, el Presidente López Obrador fue cuestionado y, aunque lamentó el caso, señaló que la oposición estaba utilizando la situación para exagerar la violencia y atacarlo políticamente:
“Es algo lamentable que ocurrió. Y aunque se molesten, como estamos en temporada electoral y todo lo que pueda perjudicarme a mí, sobre todo en mi estado, los corruptos, que están muy molestos, exageran todo lo relacionado con la violencia. Antes callaban como momias y ahora gritan como pregoneros”, expresó durante una conferencia el 23 de mayo.
Pero, a pesar de que López Obrador señaló a inicios de año que “no va a suceder nada”, las cifras de violencia de este año muestran una realidad distinta. Los homicidios dolosos y los secuestros comenzaron a repuntar, superando incluso los registrados en todo el año anterior.
Incluso, si se comparan las cifras de víctimas de enero a junio de este año con las del mismo período del año anterior, el aumento en homicidios y secuestros es notable. Los 435 homicidios registrados de enero a junio de 2024 representan un aumento del 256 por ciento en comparación con las 122 víctimas del mismo período, es decir, tan solo en el primero semestre del año anterior.
En cuanto a los secuestros, se ha reportado un incremento del 314 por ciento, pasando de 7 casos en el primer semestre de 2023 a 29 en 2024. Las mujeres víctimas de feminicidio (14) en el primer semestre de 2024 son un 74 por ciento superiores a los 8 casos registrados de enero a junio de 2023.
En el caso de la extorsión, el número de víctimas registradas de enero a junio es un 77.08 por ciento mayor que los 48 de enero a junio de 2023.
Respecto a los asaltos, se han registrado al menos 1 mil 685 robos con violencia en la entidad de enero a junio, según las cifras de carpetas de investigación abiertas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esto representa un aumento del 48.98 por ciento en comparación con los 1,031 robos con violencia de los primeros seis meses de 2023.
El robo a negocio es uno de los delitos que ha tenido un mayor repunte, con 423 carpetas de investigación abiertas en el primer semestre, representando un 64.37 por ciento más que los 160 del mismo período del año anterior. El robo de autos creció un 130.76 por ciento, acumulando 150 indagatorias contra las 65 registradas en el primer semestre de 2023.
Los robos a casa habitación, con un total de 29, significan un 38 por ciento más que los 21 registrados en el mismo lapso del año pasado. En contraste, los robos a transeúnte en vía pública disminuyeron un 17.99 por ciento, pasando de 578 en el primer semestre de 2023 a 474 en los primeros seis meses de 2024.
Las autoridades de Tabasco, incluyendo al nuevo secretario de Seguridad Pública, han negado la incursión de estos cárteles en el estado, insistiendo en que se trata de bandas locales. Sin embargo, Ravelo criticó este enfoque, argumentando que la negativa oficial no solo distorsiona la realidad, sino que también dificulta la implementación de estrategias efectivas para combatir la violencia.
“Generalmente el discurso oficial siempre ha negado la presencia de cárteles, pero una cosa es el discurso oficial y otra cosa es la realidad. (Los cárteles) están presentes porque ya no podemos hablar de control de regiones por parte del crimen organizado, sino que están ocupando territorios a lo largo y ancho del país. […] Creo que negar la realidad tampoco ayuda para poder entender el conflicto que en los estados”, dijo el analista.
Las autoridades adjudican el repunte de la inseguridad a la fragmentación de un grupo llamado “La Barredora”, señaló Víctor Hugo Chávez Martínez, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco (SSPC). “Entre ellos se están traicionando”, dijo en una rueda de prensa el pasado 17 de junio. El funcionario también reconoció que se está investigando la posible presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación en la región.
De hecho, en febrero pasado se publicó un video en el que presuntos miembros del CJNG amenazaron con realizar una “limpia” de La Barredora. Junto a ello, desde octubre de 2022, documentos filtrados por el grupo de hackers Guacamaya expusieron que al menos tres funcionarios de seguridad estaban vinculados al CJNG, entre ellos Hernán Bermúdez Requena, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública, quien renunció en enero tras la ola de asaltos y balaceras.
Tras revelarse la información, tanto el entonces mandatario estatal como Bermúdez rechazaron los señalamientos, que desde ese momento evidenciaron la presencia de una célula criminal identificada como “La Barredora”, la cual el ahora exsecretario de seguridad aseguró que no existía.
¿CÓMO HA EVOLUCIONADO LA VIOLENCIA?
Desde 2018, el estado de Tabasco ha tenido dos gobernadores. Adán Augusto López Hernández fue electo en 2019 e inició su mandato el 1 de enero de ese año. Sin embargo, solicitó licencia para separarse del cargo el 26 de agosto de 2021, tras ser designado Secretario de Gobernación del Gobierno Federal por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. López Hernández dejó el cargo para buscar la candidatura de Morena a la Presidencia, pero no logró la nominación. A partir del 27 de agosto de 2021, Carlos Manuel Merino Campos asumió el cargo de Gobernador interino
En los últimos seis años en Tabasco, que coinciden con el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la violencia ha mostrado una tendencia a la baja desde 2018 hasta 2022. Sin embargo, a partir de 2023, los indicadores comenzaron a subir nuevamente.
En 2018, cuando Adán Augusto López ganó las elecciones para gobernador, se registraron 570 homicidios dolosos, los cuales corresponden al último año del sexenio del perredista,Arturo Núñez Jiménez. Durante el primer año de gestión de Adán Augusto en 2019, los homicidios aumentaron a 670. En 2020, la cifra bajó a 604, y en 2021 se registró otra disminución con un total de 451 homicidios.
En el primer año completo de gestión del mandatario interino Carlos Manuel Merino, en 2022, se registraron 328 víctimas de homicidio doloso, y en 2023 la cifra descendió aún más, con un total de 253 víctimas. No obstante, en el primer semestre de 2024, los homicidios ya suman 435, superando las cifras anuales de 2022 y 2023.
La tendencia de los secuestros también fue a la baja desde 2018 hasta 2022. En 2018 se registraron 116 secuestros, mientras que en 2022 la cifra disminuyó a 16. Sin embargo, en 2023 los secuestros comenzaron a subir nuevamente, registrándose 21 en todo el año. En el primer semestre de 2024, ya se han reportado 29 secuestros.
Los feminicidios siguieron una tendencia similar. En 2018 se registraron 40 feminicidios, 27 en 2019, 15 en 2020 y la misma cantidad en 2021. A partir de 2022, los feminicidios empezaron a aumentar, con 17 casos ese año, 18 en 2023 y 14 en el primer semestre de 2024.
En cuanto a las extorsiones, en 2018 se registraron 331 casos, y la cifra fue disminuyendo hasta alcanzar 104 en 2022. Sin embargo, en 2022 volvieron a subir a 134, luego bajaron a 102 en 2023 y en el primer semestre de 2024 ya se han reportado 85 extorsiones.
Víctor Samano destacó que, aunque hay un repunte de la violencia, no ha sido tan alto para llegar a las altas cifras que tenía el estado hace más de 10 años.
“En el año 2013 y 2014 Villahermosa estaba entre las ciudades con mayor inseguridad, con mayor percepción de inseguridad y actualmente no sucede”. […]. yo diría que en caso de Tabasco, digo no es para alegrarse, pero no se ve como lo que está ocurriendo en Chiapas, por ejemplo, donde comunidades enteras han tenido que emigrar e incluso salir del país”, expresó.
Para Ravelo, enfrentar la violencia en Tabasco requerirá medidas a corto, mediano y largo plazo. El reforzamiento de la seguridad con la Guardia Nacional tendría que ser una medida temporal, pero enfatizó que una solución efectiva consiste en desarticular los grupos criminales y eliminar su poder económico y su respaldo político.
“Si se quiere resolver el problema de fondo pues se tendría que llevar a cabo una operación anticrimen de largo alcance para desarticular a los grupos criminales, quitarles el poder económico y realmente también quitarles el cerco de protección político y policiaco. Yo creo que, para enfrentar un flagelo de esta naturaleza, no solamente se tienen que descabezar a grupos criminales, sino también proceder contra altos mandos de la policía, fiscales, funcionarios del gobierno porque no hay crimen organizado sin respaldo del poder político”, detalló.