Un poblador que cerca de 100 hombres armados de Los Jaleacos llegaron la noche del lunes a Coacoyulillo y catearon casas. Vecinos de Apetlanca, Cuetzala, demandan seguridad ante enfrentamientos de grupos armados en la zona.
Por Lenin Ocampo Torres
Ciudad de México, 16 de agosto (ElSur).- Pobladores de Coacoyulillo, en la sierra de Chilpancingo, denunciaron que un grupo armado al que identificaron como Los Jaleacos, llegó la noche del lunes y tomó la comunidad cateando y buscando gente en las casas.
Un poblador que pidió el anonimato informó el martes que entraron a las viviendas de tres repartidores de refrescos que están desaparecidos desde el 3 de agosto, cuando viajaban en la carretera a Jaleaca y desde ahí no saben de ellos.
La versión es que al menos cien hombres fuertemente armados llegaron de noche a la comunidad que está a dos horas de Chilpancingo, intimidando y destruyendo las vías de comunicación que dan señal de Internet para evitar que la gente denunciara a los medios.
El denunciante dijo que desde ayer pidieron la presencia de las autoridades, pero sólo llegaron a Tlahuizapa y se regresaron.
Por la tarde, la Secretaría de Seguridad Pública estatal informó en un comunicado que acudieron al lugar y no se encontró indicio de algún hecho delictivo.
El 4 de agosto El Sur publicó la desaparición Fernando, de 30 años, Jorge de 45 y Bonifacio de 30, que salieron el 3 de agosto a medio día hacia Jaleaca de Catalán, para repartir refrescos en tiendas de los pueblos.
Los tres hombres viajaban en una camioneta Toyota blanca y ya no regresaron a sus casas.
Los Jaleacos pertenecen a la llamada Federación Guerrerense (FG) que está conformada por Los Tlacos, Los Granados y Los Arreola.
Mientras tanto, pobladores de El Caracol, municipio de Apaxtla, denunciaron que continúan los ataques de granadas con drones de parte de la Familia Michoacana.
Revelaron que desde hace varias semanas no pueden salir a pescar por el miedo de ser atacados y se están quedando sin víveres.
“No podemos ni agarrar mojarras para comer, la gente esta escondida con el miedo de que les caiga una bomba a sus casas, no hay dinero y tampoco hay forma de salirnos” comentó una pobladora.
Dijo que desde el sábado les han arrojado más de 30 granadas y en la entrada del pueblo y los cerros se enfrentan Los Tlacos y la FM.
La pobladora exigió al Presidente Andrés Manuel López Obrador que garantice la seguridad de la comunidad donde se encuentra la presa El Caracol de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Desde enero la franja del río Balsas ha sido el escenario de la pelea por el territorio entre la Federación Guerrerense y la FM.
CARTA DE APETLANCA A EVELYN
Pobladores de Apetlanca, municipio de Cuetzala del Progreso en la zona Norte, pidieron a la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que brinde seguridad porque no pueden realizar sus labores en el campo debido a los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada en ese lugar, y además han sido asesinados habitantes indiscriminadamente.
Advirtieron que están en “alerta máxima” y en disposición de defender sus familias y las pocas cosas que tienen de los grupos criminales.
En un documento dirigido a la Gobernadora Evelyn Salgado y a la presidenta municipal de Cuetzala, Elizabeth Mendoza Damasio, evidenciaron que, desde hace varios meses, denunciaron la presencia de gente armada en los alrededores de su comunidad y que han ocurrido asesinatos como el del comisario municipal, Giovanni Guadarrama Mora y de un trabajador de limpia.
“Somos un pueblo humilde que por años hemos estado marginados y sin opciones de desarrollo, pero ahora ni de vivir en paz y seguros podemos gozar no podemos realizar nuestras actividades del campo, porque asesinan a nuestra gente indiscriminadamente”, subrayaron.
En el escrito firmado por la Comisaría Municipal de Apetlantla piden a las autoridades les brinden seguridad debido a los enfrentamientos entre grupos armados y por el asesinato del comisario en marzo de este año.
Denunciaron que les quitaron la seguridad que les brindaba el Ejercito y Guardia Nacional hace algunos meses. Dijeron que la presencia de las fuerzas federales les permitía vivir en paz, luego de que tenían años enfrentando amenazas de grupos armados en su pueblo.
Señalaron que ahora ni vivir en paz y ni seguros pueden estar porque no pueden realizar sus actividades del campo, al asesinarles a la gente del pueblo. “Estamos en alerta máxima, pero en disposición de defender nuestras familias y las pocas cosas que tenemos”, dijeron.
Responsabilizan al Gobierno federal y estatal ante la omisión para atender las amenazas y de cualquier acontecimiento violento que pueda suceder en su pueblo contra las familias, como ha sucedido con todas las comunidades que han sido desplazadas en el municipio de Cuetzala ante la mirada inerte de las autoridades, que parecieran cómplices de esos grupos armados que pretenden adueñarse de la región.
En la localidad de Apetlanca operan grupos de la delincuencia organizada que tuvieron presunta responsabilidad en los ataques y la desaparición de los 43 normalistas en septiembre de 2014 y en julio pasado la Unidad Especial de la FGR realizó una búsqueda de los estudiantes.
SOLDADOS IRRUMPEN Y ROBAN CASAS EN SIERRA DE PETATLÁN
Pobladores de cuatro comunidades de la sierra de Petatlán denunciaron que elementos del Ejército y de la Policía Estatal entraron la tarde de este martes a Banco Nuevo y a Parotitas, y catearon y causaron daños en seis casas y en un centro de salud, rompieron puertas, robaron las pertenencias de valor de las familias y espantaron a mujeres y a niños.
Informaron que los militares, del 75 Batallón de Infantería con sede en Petatlán y del 109 Batallón que tiene su cuartel en Atoyac, llegaron con policías estatales y dijeron que buscaban armas. No las encontraron en ninguna vivienda.
“Se metieron a las casas por la fuerza, rompieron candados y puertas, tiraron los muebles, las camas, revolvieron la ropa, trastes de cocina, y cuando se retiraron se llevaron herramientas de trabajo como machetes, hachas, martillos, unas motosierras y sillas, mesas, ropa, y hasta ollas y cazuelas. Se llevaron todo lo que tenía algún valor, o lo que les gustó”, denunció un vecino. Mujeres y hombres de cuatro comunidades: El Banco Nuevo, Parotitas, El Zapotillal y Canalejas dieron la información vía telefónica, y pidieron el anonimato por temor a represalias, pero dieron datos precisos de los batallones a los que pertenecen los efectivos militares que les causaron los daños y características de los policías estatales, con fotos de los números de vehículos en que llegaron.
Exgieron que el Ejército y la policía dejen de hacer daños a las familias que no tienen nada qué ver con la violencia que se vive en la sierra de Petatlán, que son ajenas a la confrontación, pero que están en medio de los conflictos y se ven afectadas sin tener culpa de nada, como ocurrió ayer.
Advirtieron al Gobierno que si continúan los atropellos de militares y policías contra las familias, van a pedir la intervención de las comisiones de defensa de los derechos humanos.
El lunes en la tarde, soldados del 75 Batallón del Ejército fueron atacados por civiles armados en El Parazal, en la sierra de Petatlán, y murió un cabo.
Uno de los denunciantes manifestó que ante esos hechos, el Ejército y la Policía Estatal vinieron a desquitarse con familias que no tienen culpa de nada.
Explicó que los hechos del lunes ocurrieron lejos de las comunidades que fueron afectadas ayer martes.
Indicó que el ataque ocurrió cerca de El Parazal, donde el Ejército tiene una base de operaciones permanente, y de ahí los militares salieron hacia la comunidad vecina, El Huamilón donde fueron atacados.
Del sitio del ataque a Banco Nuevo son dos horas de camino en cuatrimoto y unos 20 kilómetros de distancia, explicó el campesino, y manifestó: “Está muy lejos donde les hicieron el mal de donde vinieron a recaer, vinieron a desquitarse con gente que no la debe, los guachos saben cómo están las cosas por allá, y se desquitaron con familias, con hogares que son inocentes”.
Precisaron que en Parotitas se metieron a dos casas, sacaron todo y “se robaron todo lo que tenían de valorcito; ahí viven solas dos mujeres con los niños chiquitos”.
En el Baco se metieron al Centro de Salud, rompieron la puerta y se llevaron sillas. Después se metieron a cuatro casas se llevaron herramientas de trabajo, ropa, calzado, cosas de la cocina.
Otro vecino contó que militares y policías “se metieron a una casa donde había una familia, unos chamacos, los registraron, les preguntaron por armas, les dijeron que buscaban armas, son chavalos que se dedican a trabajar de peones, no hay nada que perseguir ahí, los espantaron, les reventaron la casa, lo tiraron todo. A una señora encargada de la tienda Conasupo, le hicieron tiradero en su casa. La señora les quitó de las manos unas ollas y sillas que ya se llevaban, no dejó que se las llevaran”.
Un campesino precisó que los militares y policías llegaron entre la una y las 2 de la tarde, y estuvieron en Banco Nuevo y Parotitas de dos a tres horas.
Informó que llegaron en seis carros, cuatro del Ejército, y dos de la Policía Estatal. Por todos eran como 50 efectivos.
Los vecinos dicen que en la base de operaciones del Ejército y la Policía Estatal que se localiza en El Parazal permanecen los efectivos con nueve vehícuos, que salen a patrullar. Ayer, seis de estas patrullas subieron a Banco Nuevo, Parotitas, El Zapotillal y Canalejas, y tres se quedaron en su base en El Parazal.
“Pedimos que no se metan con el pueblo, con las familias, con los hogares, a la gente que ande mal que la agarren”, insistió.
Agregó: “Si el coronel no pone rienda, le vamos a echar a la Comisión de Derechos Humanos para que ponga rienda, porque se meten con familias que no la deben y les hacen daño. Ellos (los militares) saben dónde les pasó (el ataque del lunes), y andan repuntando con gente que no la debe”.