Un grupo de Senadores del Partido Acción Nacional presentó este miércoles un punto de acuerdo en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para que el Presidente Enrique Peña Nieto aclare el contenido de la reunión sostenida en Los Pinos con Marcelo Bahía Odebrecht, dueño de la constructora Odebrecht, el 1 de octubre del 2013.
Declaraciones juradas de directivos de esa compañía en Brasil destacaron que, un mes después de dicha reunión, Odebrecht presentó una propuesta para concursar por la refinería Miguel Hidalgo, la cual finalmente fue adjudicada en diciembre de ese año, y le valdría a Emilio Lozoya Austin, entonces director de Pemex, un pago por debajo de la mesa de 6 millones de dólares.
El Senador del Partido Acción Nacional, Francisco Búrquez Valenzuela, es uno de los firmantes del punto de acuerdo, quien además exige quitar el fuero al Presidente Peña Nieto y mostrar si es cómplice o no de esta red de corrupción.
Ciudad de México, 16 de agosto (SinEmbargo).– El caso Odebrecht llegó ya hasta la Presidencia de la República y, por tanto, el Senador panista Francisco Búrquez Valenzuela anunció que prepara una iniciativa para quitar el fuero al Primer Mandatario de la Nación y que presentará el próximo 1 de septiembre.
En tanto, este miércoles, junto con otros cinco legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), el políticos sonorense solicitó –a través de un punto de acuerdo– el aseguramiento de las cuentas bancarias de quien resulte responsable por recibir sobornos de la empresa Odebrecht, la comparecencia de consejeros de Petróleos Mexicanos (Pemex) ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y el contenido de la reunión de Enrique Peña Nieto con el empresario Marcelo Bahía Odebrecht, ahora ex CEO de la constructora brasileña y quien el 8 de marzo de 2016 fue sentenciado a 19 años en prisión en su natal Brasil.
Las declaraciones de tres directivos de la constructora Odebrecht –desahogadas ante la justicia brasileña– encendieron un escándalo en México, al dar cuenta de que 10 millones de dólares fueron entregados al ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin a cambio de contratos millonarios.
Cuatro millones de dólares, dijeron, se pagaron en abril del 2012, en plena campaña presidencial del mexiquense Enrique Peña Nieto, y otros seis millones se entregaron finales del 2013, después de una adjudicación otorgada a Oderbrecht por la Refinería Miguel Hidalgo.
Búrquez Valenzuela, quien preside la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial en el Senado y también es integrante de la Comisión de Energía en el Senado de la República, destacó que el 90 por ciento de la obra pública en el país está inmiscuida en triangulaciones de corrupción, entre empresas y funcionarios.
En entrevista con SinEmbargo expuso que el Presidente no debe entorpecer la investigación.
“Tiene que definir si es cómplice o no de esta red de corrupción, que no sólo tiene que ver con Pemex y Odebrecht, sino que es generalizada”, consideró.
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—¿Qué espera lograr con el Punto de Acuerdo que propone?
—Estamos solicitando al Procurador [el priista Raúl Cervantes Andrade] la inmediata investigación del caso, porque esto tiene ya más de un año. Pero, ahora ya no se la van a poder sacar de encima. La vez anterior pidieron reservar la información cinco años. O sea que sí tienen la información, no pueden venir con cuentos. En Perú, Argentina y Brasil este mismo caso ha derivado que tengan en el banquillo a presidentes y ex presidentes de esos países, no es posible que en México no pase nada.
—¿Hay indicios suficientes para alcanzar una investigación seria?
—Estamos exigiendo al Presidente de la República que ordene al Procurador que actúe y se esclarezca este hecho lamentable, que ya es más que presunción, porque hay datos muy concretos de cuentas, depósitos, montos y empresas. Incluso se realizó una reunión del Presidente de la República con Marcelo Odebrecht, quien era el propietario de la empresa… hubo dinero que fue entregado en la campaña del Presidente de la República. Esto ya llegó al Presidente de la República. Es delicadísimo.
—¿Qué se esperaría que hiciera el Presidente?
—El Presidente no tiene que entorpecer la investigación, porque tiene que definir si es cómplice o no de esta red de corrupción, que no sólo tiene que ver con Pemex y Odebrecht, sino que es generalizada.
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—¿A qué otros sitios llega esta corrupción?
—Está inmiscuida en los municipios, en los estados y en la Federación. Aunque han caído varios gobiernos estatales en este tema. Sabemos que el 90 por ciento de la obra pública está siendo vacunada con el 35 por ciento, más de una tercera parte del costo está yendo a parar a las arcas de la corrupción. Desgraciadamente, también como parte de esta red de corrupción están los partidos, los congresos, como parte de un sistema político donde todos negocian todo.
—Entonces, ¿cómo garantizar que sea realmente creíble una investigación?
—La única es la prisión ciudadana ante la opinión publica. Y las acciones que medios valientes –como el suyo– están emprendiendo y permiten que el nivel de crisis y hartazgo siga surgiendo, y que actores al interior como estos cinco senadores del Partido Acción Nacional estemos elevando la voz al máximo tono posible y meter presión, porque esto no va a venir por parte de una autocorrección de la clase política. Para la clase política este es un gran negocio y no lo quiere soltar.
—En México no ha empezado la investigación sobre el presunto dinero a la campaña presidencial de Peña Nieto, pues las fechas de los sobornos de Odebrecht coinciden con las de la contienda de 2012. ¿No cree necesario que en el Senado haya una iniciativa para blindar las campañas del dinero sucio?
—Pues mira, nunca hubo más leyes de transparencia en los últimos 25 años, nunca hubo más presupuesto para el órgano superior de fiscalización de la Cámara de Diputados, nunca hubo tanto dinero para seguridad pública. Tal parece que los políticos han encontrado como esterilizar estos esfuerzos.
—¿Entonces, cuál es la alternativa?
—La única que queda es esta iniciativa para que al Presidente se le pueda juzgar como a cualquier ciudadano. Hoy en día tiene inmunidad, y sólo por traición a la Patria se le puede juzgar y eso no es nada, porque ni siquiera está definida. Es increíble. Empezando el nuevo periodo en el Senado vamos a presentar esta iniciativa y queremos que la lumbre le llegue a los aparejos al Presidente de la República, y que no se pueda deslindar de tanta corrupción. A partir de ahí todo el castillo de naipes de la política mexicana empezaría a desmoronarse.
—¿Entonces, ve inmiscuido al Presidente en el caso Odebrecht?
—El que calla otorga, todo indica que si el Presidente no actúa, más inculpaciones van a ir en ese sentido.
—También pidió en el punto de acuerdo la comparecencia de los Consejeros de Pemex… cuéntenos más.
—Los consejeros dizque independientes no han abierto la boca, y a Pemex lo están saqueando. Y lo mismo puedo decir de los anteriores consejeros independientes –o dependientes, les podríamos decir– que tendrán mucha figura, pero se están callando ante tantos hechos de corrupción. Pemex no es una empresa pública: es una empresa privada; es de los políticos en turno, que se han dedicado a saquearla y estos consejeros han dejado mucho que desear. Me duele porque los consejeros fueron nombrados por el Senado y yo creo que ya los maicearon. Se callaron ante toda esta situación. Teóricamente eran gente con prestigio y lo que no han hecho nos da a entender que son parte de esta red de solapación y corrupción. Por miedo, comodidad o conveniencia.
—Al final de junio usted también pidió transparentar los arreglos del Sindicato de Pemex. ¿Es posible que la corrupción se extendiera desde ahí?
—Pemex tiene un cáncer terminal, no curable, y lo que hay que hacer con Pemex es ayudarle a bien morir. Pemex se tendría que entregar a los trabajadores para que éstos cobraran sus pensiones. Y luego que los trabajadores de Pemex y el Sindicato, que es el principal acreedor de los activos de Pemex, puedan disponer ellos como propiedad privada en acciones. Y de esta manera que ya no gravite más sobre el presupuesto de todos los mexicanos. Y no tengamos que estar invirtiendo millones y millones cada año y generar una enorme hipoteca de deudas por pensión.
—Se ve lejano para que se termine de ventilar el caso de Odebrecht. ¿Vamos a tener más casos similares en época electoral?
—Pues hace dos semanas estalló la bomba del llamado socavón, en donde una obra entregada al Secretario Gerardo Ruiz Esparza está constatado que costó el doble de lo que iba a costar originalmente. Hubo omisiones, pero esa es la regla en la obra pública. Entonces, nosotros en el grupo anticorrupción, cada semana tenemos un escándalo en una dependencia oficial. Y simplemente queremos plantear nuestro testimonio. Realmente, conforme se acerquen las elecciones de 2018, van a ir saliendo más cosas. No hay obra pública que no se coopte. No hay contratos y licitaciones que no estén amañadas. En los próximos 15 días vamos dictaminar la nueva Ley de Obra Pública que manda el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción; vienen candados muy fuertes y vamos a ver qué partidos e intereses se oponen.