En junio se reportó que un escuadrón armado había irrumpido en la casa de la madre de Guzmán, en el estado de Sinaloa, y que se habían llevado vehículos y otras propiedades. Ahora es Jesús Alfredo Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien encuentra entre las personas que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) plagió ayer en un famoso restaurante Puerto Vallarta, según informó la Fiscalía de Jalisco.
Ciudad de México, 16 de agosto (SinEmbargo).– Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, se encuentra entre las personas que fueran plagiadas por un comando ayer en Puerto Vallarta, Jalisco. Esta tarde, el Fiscal General del Estado de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez, lo ha confirmado.
Jesús Alfredo es perseguido por Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
De acuerdo con distinta información no oficial, podría tratarse de un enfrentamiento entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación.
En junio de 2015, el Gobierno mexicano cometió una pifia al asegurar que la Marina había detenido en Zapopan, Jalisco, a Jesús Alfredo Guzmán Salazar, sin embargo días después se confirmó que su verdadera identidad era otra: Félix Beltrán León.
La Procuraduría General de la República (PGR) dijo que conformó un grupo multidisciplinario que investigará el caso en conjunto con las Fuerzas Federales.
Este grupo estará compuesto por Agentes del Ministerio Público de la Federación, adscritos a las Unidades Especializadas en Investigación de Delitos Contra la Salud, de Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
En mismo mes pero de 2005, también en Zapopan, otro hijo, Iván Archivaldo Guzmán, fue detenido tras un accidente de tránsito al salir de una fiesta. Se le sentenció a cinco años de prisión por lavado de dinero. Fue absuelto en 2008 por falta de pruebas.
Expertos conjeturan que éste podría ser el más reciente de una ola de ataques contra la familia de Guzmán, lo que parece indicar que el capo del narcotráfico ha perdido el control del Cártel de Sinaloa.
Se dice que administraba sus actividades desde la cárcel hasta que se escapó por segunda vez en el 2015, pero cuando fue recapturado se le impusieron medidas de seguridad más estrictas.
En un principio se creía que el secuestrado era Iván Archivaldo. Incluso se mencionó, entre expertos en seguridad, que también Jesús Alfredo estaba entre los secuestrados, es decir, que eran dos hijos de “El Chapo”.
El Fiscal detalló que a partir de las indagatorias se ha logrado identificar a cuatro de las seis personas plagiadas: Juan Daniel Calva Tapia, de 53 años, Victor Galván Leña, de 46 años; Josías Nahuali Rábago, de aproximadamente 35 años, y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años.
"Jesús Alfredo Guzmán es hijo de Joaquín Guzmán Loera, así se ha acreditado de lo que se ha localizado de los vehículos y lo que se confrontó con las diversas agencias de seguridad”, explicó funcionario.
De acuerdo con la versión del Fiscal, los sujetos armados abordaron a un total de 16 personas en el bar la "La Leche" y sustrajeron a las seis personas. Y sostuvo que, de acuerdo con los vídeos analizados, el comando huyó hacía el sur.
“Queremos precisar que las investigaciones siguen y en estos momento se siguen realizando diligencias y dictámenes periciales y seguimos trabajando en coordinación con las agencias federales".
Además aseguró que ya cuentan con la identificación de algunos de los sujetos que perpetraron el plagio: "la investigación nos han conducido a la muy avanzada identificación de algunos de los sujetos que perpetraron esta acción y sus vínculos nos llevan a afirmar que pertenecen a este grupo delictivo que ha estado operando en los últimos años en nuestro Estado","
Almaguer Ramírez reiteró que "hasta el momento no hemos recibido ni una sola denuncia, por parte de ni una sola persona para la localización de estas personas que fueron privadas de su libertad y no hemos recibido denuncia o llamada que nos indicara que hay alguien que esta pidiendo la localización de estas personas"
El secuestro, sin un disparo, ha levantado muchas preguntas. Los líderes del narcotráfico por lo regular están armados fuertemente y en guardia. No se desplazan sin antes asegurar sus rutas y no entran a algún lugar sin tener alternativas de escape. Esas reglas, construidas durante años por el crimen organizado, les permiten sobrevivir.
No es claro, entonces, cómo fue que el grupo criminal pudo llevarse al hijo de una familia que, se supone, tiene gran poder.
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En junio se reportó que un escuadrón armado había irrumpido en la casa de la madre de Guzmán, en el estado de Sinaloa, y que se habían llevado vehículos y otras propiedades.
Raul Benítez, un profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a The Associated Press que "en este momento hay una guerra por el control del cartel de Sinaloa, y en esa guerra, se está centrando el tema en ataques a sus familiares".
El analista de seguridad Alejandro Hope, quien radica en la Ciudad de México, dijo también a AP que aunque Jalisco Nueva Generación controla la zona, es posible que otro grupo haya ingresado en la ciudad.
Hope también dijo que era extraño que un grupo de supuestos miembros de una organización delictiva fueran secuestrados sin que se hubiera hecho un solo disparo.
"Lo que sorprende un poco es que en efecto fueran narcotraficantes pero no tuvieran nada de seguridad", apuntó Hope.
EL RAPTO
Ayer la fiscalía de Jalisco reportó el secuestro de seis presuntos miembros de un cártel en Puerto Vallarta, aunque en un primer momento se informó de al menos diez retenidos.
“Hasta el momento, fueron seis personas privadas de la libertad en Puerto Vallarta, participando en este hecho siete sujetos”, señaló el fiscal del Jalisco, Eduardo Almaguer, en su cuenta de Twitter.
Tras corregir la cifra, Almaguer indicó que entre los secuestrados se habían "detectado identidades falsas” y sostuvo que los “levantados” por el comando armado no eran turistas, como se creyó al principio, sino “personas vinculadas a un grupo delictivo, lo podemos asumir de manera clara”.
En entrevista con Milenio Televisión, el fiscal detalló que las personas secuestradas son presuntos miembros del peligroso Cártel de Sinaloa y que, hasta el momento, nadie ha presentado una denuncia por los hechos.
A partir de cinco autos de lujo que quedaron abandonados fuera del restaurante, presumiblemente de los secuestrados, la Policía pudo deducir que las víctimas eran de los estados de Sinaloa, Nayarit y de Jalisco.
Atribuyó los hechos a un conflicto entre grupos del crimen organizado.
Jalisco ha sido durante décadas foco de actividad de organizaciones criminales. En la actualidad es el centro de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que surgió en 2010 como una célula del cártel de Sinaloa y tiene presencia en al menos siete estados más y en la Ciudad de México.
El CJNG ha realizado numerosos ataques contra las fuerzas federales, como una emboscada del 19 de marzo del año pasado en la que murieron cinco miembros de la Policía Federal y dos civiles en el municipio de Ocotlán.
El ataque en Ocotlán marcó el inicio de una escalada de violencia en Jalisco atribuida a esa agrupación delictiva.
El Gobierno federal puso en marcha desde el 1 de mayo de 2015 un amplio despliegue de soldados y policías en Jalisco para detener a los líderes del grupo, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes "el Mencho", considerado uno de los criminales más peligrosos del país.
En respuesta a esta acción, presuntos miembros del CJNG derribaron un helicóptero castrense ese mismo día, un ataque en que murieron nueve militares.
Este grupo criminal se disputa Jalisco con el cártel La Resistencia, vinculado con los Zetas. De hecho, en un principio los miembros del CJNG se hacían llamar "los Matazetas".
A su vez, los Zetas es un grupo integrado por desertores del Ejército en 1999 que surgió como brazo armado del cártel del Golfo, del que se separaron en 2010.
Desde entonces han protagonizado algunos de los episodios de violencia más cruentos del país, entre ellos la matanza de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, ocurrida en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, estado nororiental de Tamaulipas.
-Con información de AP y EFE