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16/07/2024 - 12:04 am

¿La política fiscal en México es progresiva?

“Para incrementar el gasto público en favor de los derechos humanos, todavía es necesario impulsar una reforma fiscal progresiva con enfoque de género”.

“El documento de Hacienda está construido con base en estimaciones de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, cuando la información exacta sobre pago del ISR en realidad está en posesión del Servicio de Administración Tributaria”. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro.

Por:  Paulina Castaño e Iván Benumea*

Recientemente, la Secretaría de Hacienda publicó un estudio donde explora qué grupos de la población pagan más impuestos y quiénes se benefician del gasto público. En términos generales, el documento concluye que nuestro sistema fiscal es progresivo porque las personas más ricas contribuyen más al gasto público en comparación con otros grupos, y porque las personas de bajos ingresos son quienes más reciben programas sociales y servicios públicos. Sin embargo, esto no necesariamente se evidencia con los datos utilizados y para todos los rubros. En este texto, abordaremos los principales hallazgos del documento y problematizaremos en torno algunas de sus principales conclusiones.

¿Cómo es la recaudación?

El análisis detalla la incidencia de diversos impuestos federales, incluyendo el Impuesto sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), y el Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN). Además, muestra que la recaudación total en 2022 alcanzó los 3,808,707 millones de pesos, de este monto los hogares más ricos (decil X) contribuyeron con el 38.3% de la recaudación total, mientras que los hogares de menos recursos (decil I al V) contribuyeron con el 17.3%.

La SCHP también revela que como proporción de sus ingresos brutos (es decir, antes de que se les cobren impuestos), el pago de impuestos de los hogares más ricos del país es más alto en comparación con otros grupos. Así, mientras que para una persona del decil más alto el pago de ISR equivale a cerca del 11% de su ingreso bruto, para una persona del decil más bajo apenas representa el 0.1% de su ingreso antes de impuestos.

Desafortunadamente, esta información debe tomarse con reservas por la sencilla razón de que no está construida con la información correcta. El documento de Hacienda está construido con base en estimaciones de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, cuando la información exacta sobre pago del ISR en realidad está en posesión del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Si quisiéramos tener una visión más precisa sobre el pago del ISR en nuestro país, entonces el análisis debería realizarse con la información de la cual ya disponen nuestras autoridades hacendarias.

A pesar de sus bondades, las encuestas de hogares, como la ENIGH, tienden a sub registrar los ingresos en la parte más alta de la distribución. Por lo tanto, es pertinente que el análisis realizado por la SHCP sea hecho con datos administrativos con los que cuenta el SAT, provenientes de declaraciones fiscales. De esta forma sería posible conocer no solamente cuánto pagan sino cuánto dejan de pagar las personas más ricas del país, como consecuencia de las diferentes exenciones, deducciones y estímulos fiscales con que se privilegian.

¿Cómo es la distribución del gasto público?

En cuanto a la distribución del gasto público, el análisis señala que los ingresos se destinaron a la distribución del presupuesto en áreas como bienestar, educación y salud.

De acuerdo con la SHCP, el gasto en 2022 se distribuyó principalmente en las funciones de desarrollo social (60.7%), desarrollo económico (30.7%) y funciones de gobierno (5.9%). Cabe mencionar que el presupuesto destinado a desarrollo social alcanzó el nivel más alto en 20 años, con un monto de 3,464 mil millones de pesos. Dentro de este concepto, la protección social fue la categoría con mayor asignación, representando el 43.3% del gasto, seguida por la educación (24.5%), la salud (22.9%) y la vivienda (8%). El 1.3% restante se destinó a cultura, protección ambiental y otros asuntos sociales.

Para bienestar el documento identifica que aproximadamente 13% de la población mexicana fue beneficiaria de al menos un programa social. El gasto en este rubro vio un incremento significativo. Por ejemplo, los hogares contemplados en los deciles I y II recibieron 39.8% y 43.6% de las transferencias de los programas Producción para el Bienestar y Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, respectivamente. Mientras que, los hogares de los deciles IX y X recibieron entre ambos, solo 7.7% y 4.0%, para los mismos programas.

En esta misma línea, el 90.1% de las transferencias monetarias del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el 94.0% para el Programa para el Bienestar de Niños y Niñas Hijos de Madres Trabajadoras y el 91.1% para el Programa Beca Universal para estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez se han dirigido a hogares por debajo del decil VIII.

En la incidencia del gasto en educación sobresale que el mayor porcentaje del gasto público en el nivel básico se concentraba en deciles de los hogares con menores ingresos (decil I, 18,3%) y se reduce conforme se avanza hacia los deciles de hogares con mayor ingreso (decil X, 1.8%). Esto se repite en el nivel medio superior.

En cuanto a la distribución del gasto en programas de becas (Beca Jóvenes Escribiendo el Futuro; Beca Universal para estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez; Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez), se destaca la progresividad de estos programas en los niveles básico y medio superior, que tienden a beneficiar en mayor medida a los hogares con menores ingresos, principalmente al decil I que concentra 26.9% y 11.0% del gasto en becas a nivel básico y medio superior, respectivamente.

En el tema de salud, resalta la información sobre la distribución por decil de hogar según su afiliación o acceso a las instituciones públicas que ofrecen servicios de salud, tanto derechohabiente y no derechohabiente. En 2022, los hogares con menores ingresos, pertenecientes a los primeros cuatro deciles, estaban mayoritariamente afiliados al IMSS-BIENESTAR: el 24% de los hogares más pobres (decil I), en contraste con solo el 2% de los más ricos (decil X). Esta participación disminuye del decil V al X, ya que en estos últimos la afiliación se concentra en mayor medida en el ISSSTE, ISSSTE Estatal, PEMEX, SEDENA y SEMAR.

En este sentido, el documento de la SHCP señala que el impacto del gasto en desarrollo social en el ingreso de los hogares mejoró en 2022 en relación con 2020. Con base en la información de las transferencias gubernamentales de los programas sociales, el ingreso de los hogares más pobres (decil I) es de un 13.8%, contrastando con el 1.7% en los hogares más ricos (decil X). Las transferencias monetarias provenientes de los programas sociales aumentaron de un promedio mensual de 497 pesos en 2020 a 645 pesos en 2022, lo que representa un incremento del 29.6%.

El documento de la SHCP es de suma importancia pues muestra un panorama sobre nuestro sistema fiscal. No obstante, para contar con un análisis más exacto, el documento debería elaborarse con base en la información que posee el SAT, y para incrementar el gasto público en favor de los derechos humanos, todavía es necesario impulsar una reforma fiscal progresiva con enfoque de género.

 


* Paulina e Iván son parte del equipo del programa de Justicia Fiscal de @FundarMexico.

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Centro de Análisis e Investigación, para la capacitación, difusión y acción en torno a la democracia en México.

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