A Vanessa le encantaría que existiera un espacio en el que pudiera tener en exhibición su colección de Barbie junto a otras muñecas en una especie de museo de la muñeca que incluyera muñecas artesanales mexicanas, muñecas antiguas y de otros países.
Ciudad de México, 16 de julio (SinEmbargo).- La película de Barbie ha provocado una ola rosa de productos, colecciones y hasta estilo en la que todos parecen caer, sin embargo, la popularidad de la muñeca viene desde su lanzamiento en la Feria del Juguete de Nueva York en 1959 y creció con su evolución en las siguientes décadas adaptándose al contexto e incluso a su lema: Sé lo que quieras ser. Barbie ha hecho soñar a muchos niños y niñas y creer en un mundo de posibilidades, tal es el caso de Vanessa Munguía, una mexicana que siempre estaba acompañada por una Barbie y que al crecer y sin darse cuenta se convirtió en una coleccionista.
“Barbie para mí significa mi amiga de siempre, mi compañera constante, mi amiga de verdad de toda la vida y además la inspiración que me impulsó a creer que yo podía hacer todo lo que quisiera en esta vida y que lo sigo intentando, me sigo reinventando, sigo creando cosas nuevas y creo que mucho de eso ha sido influencia Barbie”, contó Vanessa Munguía en entrevista a SinEmbargo.
Ruth Handler, la creadora de Barbie, notó que su hija, Bárbara, daba personalidad de adulta a sus muñecas de papel; tras un viaje a Europa en el que la muñeca Lili llamó su atención -una muñeca que era un juguete para adultos- compró algunas y al regresar a Estados Unidos creó su propia versión: Barbie, con la que revolucionó el mundo de los juguetes. Aunque la muñeca ha generado discusiones desde su origen por el refuerzo a los estereotipos, Handler dijo en una entrevista en los años 70 que las niñas necesitaban proyectar sus sueños del futuro, de lo que les gustaría ser cuando fueran mayores y para eso era Barbie.
“Cuando me regalaron mi primera Barbie yo tenía 4 años y entonces no analice mucho ese amor que me provocó, ni creo que en ese momento haya sido algo tan profundo pero creo que fue un flechazo que perduró justo gracias a ese mensaje, que de verdad me hablaba y me decía que podía hacer cosas que ningún otro juguete me decía que podía ser”, recordó Vanessa.
COLECCIONISTA SIN DECIDIRLO CONSCIENTEMENTE
Vanessa platicó que no hubo un día o momento especifico en el que decidiera que coleccionaría a la muñeca más famosa del mundo, si no que eso se dio de una forma muy natural y orgánica. “No me di cuenta, nunca tomé esa decisión [coleccionar muñecas Barbie], de repente voltee y ya había muchas, empezando con las que yo jugaba, porque yo era de cada Navidad, Año Nuevo, cuando me ofrecieran un regalo ‘¿qué quieres? Barbie” en automático”, apuntó.
Munguía aún tiene esa primera muñeca Barbie que le regalaron a sus 4 años de vida, aunque con algunas huellas del tiempo y del juego de Vanessa cuando era niña. “Está calva, le comí el pie y le comí la nariz pero ahí está y después me la compré en su caja original, se llama Barbie Fashion Photo y es de 1978”, compartió.
De la misma manera en la que inició su colección, Vanessa no busca mucho a las muñecas porque le gusta que ellas la encuentren, lo que ve como parte de la emoción por eso no le gusta enterarse de qué nuevas versiones habrá, ya que lo siente como un spoiler. “Yo lo que quiero es esa adrenalina de llegar a la juguetería, llegar a un mercado y encontrarme algo que yo ni sabía que había salido”.
Son pocas las Barbie que ha llegado a buscar, una de ella fue la Barbie Fashion Photo, también le ocurrió que durante un viaje a Japón acudió a una tienda para ver si encontraba la Barbie edición especial de aquel país y tenían un ejemplar en una bodega, “esas son de las cosas que me dan mil gusto porque digo: era para mí”.
MÁS DE 800 MUÑECAS EN LA COLECCIÓN Y EL SUEÑO DE UN MUSEO
En el 2015 Vanessa tenía una colección de más de 800 muñecas lo que la convierte en una de las coleccionistas más grandes del país y de Latinoamérica, sin embargo, ahora desconoce el numero exacto de su colección ya que prefiere no tener la presión y el estrés encima de coleccionar, sino sólo disfrutarlo.
¿Cuántas muñecas hay en la colección? “Esa es la pregunta del millón, la respuesta más sincera que te puedo dar es que ni yo sé, tengo una cifra aproximada que es la que yo más o menos creo en mi cabeza pero tengo una base de datos en la que meto todo lo que entra a la colección pero ya no veo el numero porque no quiero tener esa información, en su momento Mattel dijo que yo era la coleccionista más grande de México y Latinoamérica, no sé si sigua siendo cierto, no quiero tener esa presión de seguir siéndolo”, aseguró.
A Vanessa le encantaría que existiera un espacio en el que pudiera tener en exhibición su colección de Barbie junto a otras muñecas en una especie de museo de la muñeca que incluyera muñecas artesanales mexicanas, muñecas antiguas y de otros países.
“Me siento muy egoísta de tener pilas de cajas de tesoros maravillosos, porque en verdad cuando invito gente y empiezo a sacar y les digo ‘mira la de los Locos Adams, mira la de Los Monsters, mira de James Bond’, cosas que la gente ni se imagina que han salido y que yo vi cómo disfrutaba la gente la exposición en el Franz Mayer digo ojalá se me cumpla el sueño y pueda yo ver eso, que queden permanentemente expuestas en algún lugar, yo me imagino un museo de la muñeca que no existe en la Ciudad de México”, dijo.