La saxofonista denunció que ha sido atacada por el colectivo Poder Prieto e intimidada por el actor que afirmó estar trabajando con un equipo legal para proteger su reputación.
Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).- La saxofonista Elena Ríos reveló este viernes que el actor Tenoch Huerta, a quien acusó de ser un “depredador sexual“, se quitó el preservativo sin avisarle.
A través de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, la activista —sobreviviente a un ataque con ácido— denunció haber sido víctima de stealthing durante una relación sexual con el actor.
“Los actos consensuados, en un inicio, no determinan que sigan siéndolo todo el tiempo porque quitarse el condón sin avisar es un delito de agresión sexual y en inglés se le conoce como stealthing”, mencionó la activista, quien refirió que en España quitarse el preservativo sin consenso durante una relación sexual sí está considerado un delito de abuso sexual, pero en México estas conductas no están tipificadas.
El reclamó que la saxofonista hizo hace unos días por la falta de pago por un podcast ligado con el colectivo Poder Prieto al que pertenece Tenoch Huerta, y del que ella formó parte en su momento, derivó en una serie de acusaciones contra el actor.
Tenoch, sabes que para mí es difícil hablar de la violencia que me ejerciste:
• Porque tengo un proceso legal por feminicidio en tentativa.
• En México la violencia que ejerces aún no se legisla.
Te aprovechaste.Entendí que la vergüenza no es para mí sino para el violentador pic.twitter.com/Q2vvfz6AKz
— •𝐄𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐑í𝐨𝐬 🎷 (@_ElenaRios) June 16, 2023
“Me dieron la espalda y me atacaron para defenderlo”, señaló Ríos, mientras que Huerta no ha manifestado nada respecto a la última revelación, que él antes había negado al afirmar que la relación que mantuvieron durante meses fue consensuada.
La saxofonista agregó que el pronunciamiento de Huerta es una técnica de intimidación que respalda el patriarcado, en el que se culpabiliza a la víctima de los tratos recibidos, pero que decidió denunciar a pesar de lo difícil que es hablar sobre los distintos tipos de violencia que ejerció en su contra, mientras se encuentra en un proceso legal por feminicidio desde su ataque.
La joven oaxaqueña agregó el gaslighting, un tipo de abuso emocional donde se manipula a la víctima para que esta llegue a cuestionarse si es correcta o no su propia percepción, y el Pity Play, la victimización que hace el agresor hacia su misma persona al distorcionar la historia y dejar a la víctima como culpable de lo ocurrido.
A raíz de la acusación de la activista, Elena Ríos y más mujeres superon que no habían sido la primera ni la única mujer que había sufrido violencia sexual por parte de Tenoch Huerta, bajo su modus operandi.
“Desafortunadamente es un modus operandi que Tenoch ejerce de manera normal desde hace años y que consiste en buscar mujeres vulnerables emocionalmente, enamorarlas, utilizarlas como trofeo sexual, de forma abrupta dejar de comunicarse y desaparecer, no hacerse responsable emocionalmente, para después victimizarse”.
Incluso, Ríos expuso que otras actrices e integrantes de Poder Prieto le compartieron que “había que pasar por él” para estar dentro del colectivo que surgió para luchar contra el racismo en México.
La activista relató que conoció a Huerta en diciembre de 2021 en un foro de Poder Prieto, pero fue hasta marzo de 2022 que comenzaron a salir: “Él me cortejó constantemente y en efecto, de eso son testigos sus amigos de Poder Prieto pero no son testigos del rato íntimo que tuve con él. Durante toda esa semana, creí en todas las cosas bonitas que me decía y caí. Yo me enamoré y no me da vergüenza porque cada quien da lo que posee. El comunicado que Tenoch emitió, pretende hacerme ver como una mujer despechada. A mí me costó mucho trabajo asimilar y procesar todas estas emociones, pero esto no significa lo que él quiere dar a entender”.
Huerta confirmó haber tenido “una relación amorosa, cálida y de apoyo mutuo” con Ríos por unos meses, como muchos pudieron “atestiguar”, sin embargo, dijo que después terminar, Elena comenzó a tergiversar sus interacciones “tanto en privado como frente a grupos de amigos en común”, por lo que decidió contratar un equipo legal para proteger su reputación.