El Barcelona doblegó este martes en el Camp Nou a un serio Leganés (2-0), colista de LaLiga, en un partido que se decidió por la pegada del líder de la competición gracias a los goles de Ansu Fati y Lionel Messi.
Por Francisco Ávila
Barcelona, 16 jun (EFE).- El quinto tanto en LaLiga de Ansu Fati tuvo un valor incalculable para el Barcelona, porque sirvió para abrir el marcador en un espeso partido ante el Leganés que lo cerró Leo Messi en el segundo tiempo (2-0).
Fati despertó a su equipo en el único remate de los de Quique Setién en el primer tiempo (min. 42). El joven delantero volvió a demostrar su valor con un tanto para abrir el marcador y mantener a su equipo como líder del campeonato.
Cinco cambios para refrescar a su equipo (Lenglet, Junior Firpo, Rakitic, Arthur y Ansu Fati), pero muchos minutos sin fútbol fueron los que firmó el equipo de Quique Setién. Previsible, sin ritmo, tirando por tierra las buenas sensaciones ofrecidas en Mallorca en la vuelta de LaLiga.
El descontrol del Barça fue evidente frente a un rival que puso una línea de cinco, otra de cuatro y Guerrero adelante para intentar frenar a los azulgrana y con poco, con muy poco, pudo darle más de un disgusto a los locales.
El Leganés lo fió todo atrás, pero se encontró con dos ocasiones para dinamitar el partido. Después, como ocurre casi siempre, si perdonas lo pagas, y así ocurrió.
Sin continuidad, jugando casi a cámara lenta, sin desbordes y con un fútbol plano, el Barça no reaccionó ni ante las dos clarísimas ocasiones que los de Aguirre tuvieron antes del cuarto de hora.
En la primera (minuto 12), una acción de ataque de los azulgrana, finalizó con una gran transición de los 'pepineros', una conducción de Eraso y un remate de Guerrero que Lenglet evitó que entrara cuando Ter Stegen ya estaba batido.
Guerrero, dos minutos más tarde, tuvo otra, aunque esta vez estaba demasiado escorado y el remate en el segundo palo no vio puerta.
El Barça no sabía cómo contrarrestar el fútbol del Leganés. En la banda, Quique Setién se desesperaba: "Comprometéis el balón demasiado", advertía a Arthur ante su enésima pérdida, porque de lo poco bueno que tiene el fútbol sin público es que se escucha todo: el comentario de los entrenadores, el de los jugadores y hasta el golpeo del balón.
El primer remate del Barça, aunque no fue entre los tres palos, fue un cabezazo de Griezmann que salió fuera a la media hora. Bustinza controlaba a Messi y el argentino buscaba cada vez más la banda ante la densidad en el centro.
Pero las ocasiones no llegaban. Se enredaba el Barça ante la maraña pepinera y solo por la izquierda, con Firpo y Fati, los azulgrana apuntaba algo de peligro.
En una acción aislada, Junior Firpo porfió dentro del área de los madrileños y el balón salió rebotado. Ansu Fati lo cazó, controló y disparó en el 42. 'Pichu' Cuéllar solo vio cómo el balón se le colaba en su puerta en el primer remate del Barça en todo el partido (1-0).
En la reanudación, puso Aguirre a un delantero más (Assale) por Roque Mesa y en una decisión controvertida, Quique Setién dio entrada a Luis Suárez por Ansu Fati, el único delantero hasta entonces que era capaz de revolucionar el juego de los azulgrana.
Se animó el partido después de un gol anulado a Griezmann en la mejor jugada del partido. Messi le regaló un pase en profundidad a Semedo y éste al francés, que batió a Cuéllar en el 64. La revisión del VAR determinó que el portugués estaba en fuera de juego.
Aquella jugada despertó a Messi y en la siguiente acción, minuto 67, el argentino forzó un penalti que él mismo transformó para cerrar el partido (2-0) y anotar su vigésimo primer tanto en LaLiga.
Después entraron Arturo Vidal, Umtiti y Riqui Puig; el Leganés ya hacía tiempo que no creía, pero el Barça ya había puesto la marcha económica y tenía la cabeza en el próximo compromiso, en el complicado campo del Sevilla, donde llegará como líder en solitario.