Las teorías que daban a la Celeste como una firme candidata a sumar un nuevo título a su lista de 15 Copas América que la acreditan como la más laureada, se demostraron veraces a la luz del Mineirao de Belo Horizonte, donde presumió de pegada ante un Ecuador sobrepasado y en desventaja tras la expulsión de José Quintero.
Por Miguel Ángel Moreno
Belo Horizonte, 16 jun (EFE).- La selección de Uruguay presentó su candidatura al título de la Copa América en su debut en la competición con un triunfo abultado ante Ecuador, al que no dio opciones con tres goles en la primera parte, para un 4-0 final en un segundo tiempo de trámite.
Las teorías que daban a la Celeste como una firme candidata a sumar un nuevo título a su lista de 15 Copas América que la acreditan como la más laureada, se demostraron veraces a la luz del Mineirao de Belo Horizonte, donde presumió de pegada ante un Ecuador sobrepasado y en desventaja tras la expulsión de José Quintero.
Brilló Luis Suárez, titular y deseoso de disfrutar después de haber acabado la temporada prematuramente con su club por una lesión en el menisco de la rodilla derecha; lo hizo Edinson Cavani con un remate de bella factura. Ambos constituyen la gran amenaza charrúa, complementada con un golazo de Nico Lodeiro, sombrero incluido.
No le sirvió de mucho a Ecuador haber recuperado 'in extremis' al volante Jefferson Orejuela de su lesión, ya que prácticamente no se jugó por el centro. Las bandas fueron la brecha por la que el esquema 4-2-3-1 del colombiano Hernán Darío 'Bolillo' Gómez hizo aguas, en su primer torneo tras su retorno al banquillo 'Tricolor'.
El encuentro presuponía ser un duelo entre la dinamita celeste y el orden ecuatoriano, pero apenas seis minutos bastaron para que la primera se impusiera al segundo, los que necesitó Luis Suárez para ganar un balón por la derecha, correr unos metros y poner un centro al borde del área.
El envió lo capturó Nico Lodeiro, y no pudo gestionarlo mejor: sombrero al lateral José Quintero y disparo raso, inaccesible para el meta ecuatoriano Alexander Domínguez. El trabajado entramado defensivo del 'Bolillo' había saltado por los aires.
La renta pudo duplicarse rápidamente, pero fue anulado un gol a Nahitán Nández por fuera de juego previo de Edinson Cavani. En cualquier caso, Uruguay tenía el partido donde lo necesitaba y el fútbol desapareció del Mineirao, ya que comenzaron los balones aéreos y el juego trabado.
En una de esas el lateral ecuatoriano José Quintero saltó para despejar sobre Lodeiro con los brazos extendidos. El árbitro brasileño Anderson Daronco le mostró amarilla, pero aconsejado por el videoarbitraje acudió a ver la repetición y cambió el color de la tarjeta: roja directa y expulsión.
Pese a tener a un lateral como Antonio Valencia, 'Bolillo' optó por quitar a su enganche, Ángel Mena, para introducir un zaguero, Pedro Velasco, en busca de una mayor seguridad que nunca encontró, porque Uruguay siguió creciendo por las bandas y dinamitó el encuentro por medio del balón parado.
Desde el saque de esquina llegaron dos golpes más para la sentencia charrúa: un saque desde la derecha, primero cabeceado por Lodeiro, luego por Godín, acabó en un remate acrobático y maravilloso de Edinson Cavani, una media chilena a la que los defensores ecuatorianos asistieron casi como espectadores.
El gol, marcado cuando corría el minuto 33 rompió de nuevo a un Ecuador que había intentado rearmarse y que justo antes del tanto había iniciado una combinación prometedora por banda derecha, pero sin remate. No lo intentaría más en el primer tiempo.
La voracidad charrúa no tenía fin, ni conocía de minutos de la basura. Cuando ya se adivinaba el descanso, un nuevo saque de esquina, esta vez desde el perfil contrario al del gol anterior, acabó en el pie de Luis Suárez, que sorprendió llegando desde atrás para rematar con rabia y festejar de la misma forma lo que parecía a todas luces una sentencia.
Tras el descanso, más de lo mismo. De nuevo el balón parado casi le da el cuarto a Uruguay, pero el remate de espuela de Cavani se produjo en posición de fuera de juego.
El monólogo celeste tan solo se interrumpía con escapadas 'tricolor' tiernas e ineficaces ante un equipo con una marcha más, y en uno (en otro) balón aéreo, llegó el 4-0 final, obra involuntaria del central ecuatoriano Arturo Mina.