Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).– El saldo oficial que ofrecieron las autoridades tras el paso del tornado el 27 de mayo en Ciudad Acuña, Coahuila, fue de 14 personas muertas y más de 4 mil afectados.
Sin embargo, las autoridades descartaron las afectaciones a los animales que también habitaban en las calles de Ciudad Acuña, tanto como los que tenían un hogar. Elementos del Ejército Mexicano, de Protección Civil y de otras dependencias arribaron para retirar escombros y ayudar a los damnificados, pero los animales fueron ignorados por esta ayuda, según reporta Fundación Milo, organización civil en pro de estas especies vulnerables.
“Mucha gente recibió ayuda del Estado tanto económica como apoyo en sus viviendas, pero a los animales nadie les puso atención. Como nosotros tenemos la fundación aquí en la ciudad, nos dimos a la tarea de ir a ver la magnitud del desastre porque así como la gente que perdió sus cosas, también los perritos y gatitos perdieron sus hogares e incluso sus familias”, declaró en entrevista con SinEmbargo Ángel Barco González, Presidente de Fundación Milo.
Fundación Milo existe desde hace aproximadamente un año en Ciudad Acuña y entre 25 y 30 personas miembros de la fundación acudieron al lugar para ayudar con alimentos, atención médica y rescates a animales que quedaron entre los escombros de la parte de la ciudad afectada.
“Mucha gente se fue de lo que quedó de sus casas y los abandonaron, rescatamos varios, les hicimos curaciones y otros tratamientos, pero los dejaron, entonces nosotros pusimos un espacio entre nuestros compromisos para ir a ayudar”, explicó Barco González.
El abandono fue la suerte que corrió Rosita, una perra criolla que fue hallada por Fundación Milo en una casa abandonada y además destruida, pues la familia que habitaba ahí se mudó a otro lugar.
“Los vecinos nos reportaron que la familia de Rosita se había ido y que habían perdido todas sus pertenencias, por lo que buscaron otro lugar donde vivir y a la perrita la habían dejado en la casa. Nos dijeron que no sabían donde localizarlos, entramos a la casa de los dueños totalmente destruida y la perrita estaba dormida en el domicilio y la sacamos”, recordó Ángel Barco.
Además de Rosita, la Fundación logró rescatar a varios animales que incluso el tornado levantó y los aventó en otro lugar. Rescataron aproximadamente a 60 de ellos, los cuales presentaban heridas leves, trece continúan en tratamiento y uno de ellos tuvo que ser hospitalizado por un golpe en su cabeza.
“No buscamos a los dueños de Rosita porque obviamente no les interesó ni les va a interesar y si realmente la quisieran o la cuidaran, se la hubieran llevado como parte de la familia. Es lo que yo haría con mi mascota. La perrita está con nosotros, está bien y sana y la daremos en adopción con una familia responsable”, dio a conocer el presidente de la fundación.
Ángel Barco comparó este caso con otro de una familia afectada por el tornado a quienes también auxiliaron. La mitad de la construcción de su casa se cayó y los integrantes no tenían muebles, ni ventanas y contaban únicamente con dos cuartos, en espera de una resolución por la constructora.
Aún así, informó Barco, la familia estaba durmiendo con sus tres perritos y cinco gatos que tenían. Los metieron y los cuidaron, sin muebles, ni comida, ni ropa, pero sí con sus animales de compañía.
INDIFERENCIA
“Lo más difícil fue ver que nadie veía por las mascotas que andaban solos ahí en la calle. Fue difícil ver la indiferencia de la gente ante los animales. Es lo que más nos impacta a veces, que no entendemos por qué son así ante otro ser vivo que necesita la atención de alguien”, admite el Presidente de la fundación.
Él asegura que nunca escuchó que en otro lugar llegara ayuda a los animales y por eso espera que ellos sean un caso de ejemplo por si ocurre algo similar en otro sitio y que la ayuda llegue más rápido.
Fundación Milo se ayuda a través de su página oficial de Facebook donde reportan todos los rescates que realizan y aprovechan para pedir el apoyo de la gente, ya sea con donativos o alimentos.
Además que en Coahuila existe una red animalista donde hay más asociaciones civiles que se dedican a la protección del bienestar animal por lo menos en Saltillo, Piedras Negras y Torreón, las cuales se unieron para ayudar a los damnificados.
“Nosotros demoramos en varios días en lo que llegaba la ayuda porque no sabíamos hasta donde podíamos abarcar. Ojalá y se siga sumando gente a la causa de erradicar el maltrato animal en todos sus aspectos, como el abandono y el tenerlos atados”, finalizó Ángel Barco.