Las defensas reforzadas de Ucrania han impedido que las aeronaves rusas se adentren en su territorio y ayudado a marcar el rumbo de la guerra, según expertos militares.
Por Samya Kullab
KIEV, Ucrania (AP).— Las defensas aéreas ucranianas, reforzadas con sofisticados sistemas suministrados por Occidente, frustraron un intenso ataque aéreo ruso sobre Kiev el martes por la madrugada y derribaron los 18 misiles lanzados contra la capital, informaron las autoridades.
El ataque ruso incluyó seis misiles hipersónicos aerobalísticos Kinzhal —el mayor número disparados en una sola andanada en la guerra hasta el momento—, según el portavoz de la fuerza aérea rusa, Yurii Ihnat.
El Presidente ruso, Vladímir Putin, ha elogiado repetidamente a los cohetes Kinzhal como una ventaja competitiva estratégica clave de Rusia, alegando que son difíciles de detectar e interceptar debido a su velocidad hipersónica y otras características. Si se confirma el éxito del contraataque, la entonces demostrada capacidad de Ucrania para derribar esos seis disparos del martes marcaría otro golpe a los intentos militares rusos y demostraría la creciente eficacia de las defensas aéreas de parte de Kiev.
Ihnat dijo que Rusia disparó los misiles Kinzhal desde aviones caza MiG-31K, junto con nueve misiles de crucero desde barcos en el Mar Negro y tres misiles de crucero S-400 lanzados desde tierra.
Se escucharon explosiones fuertes en los cielos de Kiev antes del amanecer, en un ataque ruso que aparentemente buscaba abrumar las defensas aéreas de Ucrania. El Alcalde de Kiev informó que tres personas resultaron heridas.
El ataque ocurrió mientras los líderes europeos buscaban nuevas formas de castigar a Rusia por la guerra, y mientras un enviado de China buscaba apoyos para la propuesta de paz de Beijing, que hasta ahora parece haber causado poca impresión entre ambos bandos en guerra. También se produjo en momentos en que el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, regresaba al país después de realizar una gira europea con la que buscó más ayuda militar.
El nuevo ataque nocturno sobre Kiev era “excepcional en su densidad: la cantidad máxima de misiles de ataque en el periodo más corto de tiempo”, declaró Serhii Popko, jefe de la Administración Militar de Kiev.
Valentyna Myronets, residente en Kiev de 64 años, expresó haber sentido “dolor, miedo, nervios e inquietud” al escuchar el estruendo de los proyectiles estallando en los cielos. “Dios, esperamos la victoria y cuando todo esto haya terminado”, añadió.
La Embajadora británica en Ucrania, Melinda Simmons, tuiteó que el aluvión había sido “bastante intenso”.
“Estallidos y paredes que tiemblan no dan una noche fácil”, escribió.
Fue el octavo ataque aéreo ruso este mes contra la capital, una clara escalada tras semanas de calma y antes de una contraofensiva ucraniana muy esperada.
Tras la primera fase de la ofensiva, Rusia lanzó también drones de ataque Shahed de fabricación iraní y realizó vuelos de reconocimiento, precisó Ihnat.
Cayeron restos en varios distritos de la capital que provocaron incendios, pero no causaron pérdidas, según el Alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Los sofisticados sistemas antiaéreos proporcionados por los aliados occidentales de Ucrania, incluidos misiles Patriot de fabricación estadounidense, han ayudado a evitar a Kiev la destrucción registrada en otras partes del país, mientras las fuerzas rusas continúan con su estrategia de bombardeos de larga distancia.
Un fragmento de metal que cayó dentro del zoológico de Kiev y que fue visto por reporteros de The Associated Press tenía las marcas Lockheed Martin y Boeing, dos de las compañías involucradas en la fabricación del sistema de misiles Patriot.
El vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, aseguró que un misil Kinzhal había destruido una batería de misiles Patriot en Kiev, pero no ofreció pruebas y no era posible verificar la afirmación de forma independiente. Ihnat, el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, se negó a hacer comentarios sobre las afirmaciones rusas.
El ataque se produjo antes de que líderes europeos iniciaran una inusual reunión del Consejo de Europa, una institución con 46 miembros y que es el principal organismo de derechos humanos del continente.
La cumbre de dos días en Islandia pretendía establecer una forma de documentar los daños en Ucrania provocados por las fuerzas del Kremlin para poder presentar reclamaciones de compensaciones contra Moscú.
Entretanto, un enviado chino se preparaba para visitar Ucrania y Rusia en los próximos días dentro de los esfuerzos de Beijing de promocionar el plan de paz que presentó en febrero.
Li Hui, exembajador ante Moscú, también visitaría Polonia, Francia y Alemania, según el Ministerio chino de Exteriores.
Ucrania reaccionó con cautela ante la propuesta de China, afirmando que esperaría para ver qué acciones específicas toma Beijing. El Gobierno del líder chino, Xi Jinping, ha dicho que es neutral en la contienda y que quiere servir de mediador, aunque ha prestado apoyo político a Moscú y parece improbable que se logren grandes avances más de 14 meses después de que Rusia lanzara la invasión de gran escala.