Las autoridades estadounidenses dijeron que el tiroteo está siendo investigando como un posible delito federal de odio. Por su parte, el Presidente López Obrador manifestó que los prejuicios raciales se tienen que combatir convenciendo, persuadiendo, con la educación y con la concientización.
Ciudad de México, 16 de mayo (EFE).- El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó este lunes el tiroteo “por racismo” ocurrido en un supermercado de Buffalo, en el estado de Nueva York, que dejó 10 fallecidos en Estados Unidos.
“Lamento mucho lo que pasó en Estados Unidos, este asesinato de afroamericanos, por racismo”, declaró este lunes López Obrador en su rueda de prensa matutina diaria en Palacio Nacional.
El mandatario de México se refirió al ataque en el que al menos 10 personas murieron el pasado sábado y otras tres resultaron heridas, en su mayoría afroamericanas, en un tiroteo protagonizado por un joven blanco de 18 años.
El suceso es investigado como un crimen de odio y un caso “de extremismo violento por motivos raciales”.
López Obrador, quien antes ha criticado el racismo en Estados Unidos contra los mexicanos, coincidió en que los hechos apuntan a un prejuicio racial.
“Eso lo tenemos que combatir y no con el uso de la fuerza, sino convenciendo, persuadiendo, con la educación, con la concientización”, manifestó.
“Lamento mucho lo que paso en Estados Unidos, de este asesinato de afroamericanos ¡POR RACISMO!”
Fue lo que comentó el presidente @lopezobrador_ sobre la masacre en un supermercado de Buffalo.
Afirma que eso no se combate con fuerza, si no convenciendo. pic.twitter.com/AB9K1t4qfn
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) May 16, 2022
El atacante estaba fuertemente armado con equipo táctico, protegido con equipación militar y llevaba una cámara con la que estaba transmitiendo en vivo, según la información oficial.
En el estacionamiento del centro comercial disparó a cuatro personas, de las cuales tres fallecieron, antes de entrar en el local donde siguió disparando.
Para la memoria de los mexicanos, el tiroteo revive recuerdos de una serie de incidentes similares en Estados Unidos, como el atentado de un nacionalista blanco en un centro comercial de El Paso, Texas, donde 23 personas murieron, en su mayoría de origen mexicano, el 3 de agosto de 2019.