Kirchherr murió en su natal Hamburgo días antes de celebrar su cumpleaños, ella soñaba con fotografiar a hombres “carismáticos” y encontró a sus modelos ideales con los Beatles, en especial a Stuart Sutcliffe, quien también era un pintor talentoso y de quien se enamoró perdidamente.
Nueva York, 16 de mayo (AP) — Astrid Kirchherr, la fotógrafa alemana que hizo algunas de las primeras y más impactantes imágenes de los Beatles además de tener un impacto perdurable en su estilo visual, ha muerto a los 81 años.
Kirchherr falleció el miércoles en su nativa Hamburgo, días antes de cumplir 82 años. Su muerte fue anunciada primero por el historiador de los Beatles, Mark Lewisohn, quien tuiteó el viernes que Kirchherr tuvo una contribución “inconmensurable” para el grupo además de ser “inteligente, inspiradora, innovadora, atrevida, artística, despierta, consciente, bella, lista, amable y optimista”. De acuerdo con el semanario alemán Die Zeit, falleció por una “breve enfermedad grave”.
Kirchherr era asistente de fotógrafo en Hamburgo y parte de la escena artística local en 1960 cuando su entonces novio Klaus Voormann entró a un club, el Kaiserkeller, y quedó maravillado con un grupo de jóvenes británicos. Los cinco músicos de Liverpool se habían nombrado recientemente los Beatles.
Danke schön, Astrid Kirchherr. Intelligent, inspirational, innovative, daring, artistic, awake, aware, beautiful, smart, loving and uplifting friend to many. Her gift to the Beatles was immeasurable. She died in Hamburg on Wednesday, a few days before turning 82. RIP. pic.twitter.com/c8UHNK1tj4
— Mark Lewisohn (@marklewisohn) May 15, 2020
Al recordar después, Voormann pasó los siguientes días tratando de convencer a Kirchherr de que lo acompañara, una decisión que la cambió profundamente.
“Era como un carrusel en mi cabeza, se veían absolutamente increíbles”, dijo Kirchherr al biógrafo de los Beatles Bob Spitz. “Toda mi vida cambió en unos minutos, todo lo que quería era estar con ellos y conocerlos”.
Kirchherr había soñado con fotografiar a hombres “carismáticos” y encontró a sus modelos ideales con los Beatles, especialmente su bajista en ese entonces, Stuart Sutcliffe, quien también era un pintor talentoso. Se enamoraron rápidamente, a pesar de que ella hablaba poco inglés y él poco alemán.
“Stuart era una persona muy especial, estaba millas por delante de todos”, dijo NPR en 2010. “En cuanto a su inteligencia y sensibilidad artística, estaba a millas por delante. Así que aprendí mucho de él porque en los 60 teníamos una actitud muy extraña sobre ser jóvenes, sobre el sexo, sobre cualquier cosa”.
Astrid is and was the sweetest woman, so thoughtful and kind and talented, with an eye to capture a soul. Our family loved her and none more than George. I am truly saddened but honoured to have known her. Olivia #AstridKirchherr pic.twitter.com/5Dt7OmuGS8
— George Harrison (@GeorgeHarrison) May 15, 2020
Al comienzo de los 60 los Beatles eran muy diferentes a las superestrellas sonrientes que el mundo conoció poco después, y parecían tener poco en común con Kirchherr y sus amigos, jóvenes existencialistas apodados “Exies” por John Lennon. La banda de rock usaba cuero negro y pelo envaselinado mientras daban presentaciones maratónicas. Pete Best, quien se parecía a James Dean, era el baterista y Paul McCartney tocaba la guitarra, junto con Lennon y George Harrison. Best fue reemplazado en 1962 por Ringo Starr, y McCartney tocó el bajo cuando Sutcliffe dejó la banda y se comprometió con Kirchherr.
Kirchherr le caía bien a todos y tenía su confianza. Sus fotografías capturaron a un grupo todavía interesado en verse bien y “rudos” más que en ser adorables. Les hizo retratos en blanco y negro, incluyendo a John, Paul y George con ropa de cuero y botas de vaquero en una azotea; los cinco con sus instrumentos en un camión abandonado, un acercamiento tristón de John en una feria con Sutcliffe en el fondo rondándolo como un fantasma. Sus autorretratos capturaron el estilo distintivo de Kirchherr, con los pómulos resaltando y el cabello rubio corto.
Las chaquetas sin solapas que usaban los Beatles al comienzo de la Beatlemania estaban inspiradas en el guardarropa de Kirchherr; Sutcliffe, quien era de la misma altura que ella había comenzado a usar sus chaquetas sin solapas. Mientras tanto Voormann se fijaba tanto en sus grandes orejas que se había dejado el pelo largo para cubrirlas. A Kirchherr le encantó su nuevo estilo, el cual se convertiría en el corte de los Beatles, con el flequillo largo sin gel, un estilo que otros artistas alemanes favorecían. Sutcliffe comenzó a usar su cabello así y los otros, tras algo de resistencia, también.
For the record, Astrid Kirchherr passed away on Tuesday this past week, not Wednesday. So that’s May 12. She was born May 20 1938 and died eight days short of her 82nd birthday. RIP, Astrid. pic.twitter.com/ghtYIpr1GY
— Mark Lewisohn (@marklewisohn) May 16, 2020
Sutcliffe murió por un derrame cerebral en abril de 1962, a los 21 años. Kirchherr se casó dos veces después, incluyendo una con el baterista británico Gibson Kemp. Ambos matrimonios terminaron en divorcio y ella dijo por mucho tiempo que no logró superar la muerte de Sutcliffe.
“Era y todavía es el amor de mi vida”, dijo a NPR en 2010. “Nunca, nunca, incluso aunque me casé un par de veces, conocí a otro hombre que fuera tan fascinante, tan hermoso, tan dulce y con buenos modales. Así era él y era un artista muy talentoso”.
En las décadas tras la muerte de Sutcliffe, Kirchherr trabajó como fotógrafa freelance y diseñadora de interiores entre otros empleos, en años recientes trabajaba en una tienda de fotografía en Hamburgo. Ella y Voormann se mantuvieron cercanos a los otros Beatles. Voormann diseñó la portada de su álbum “Revolver” y tocó el bajo en muchos de sus proyectos solistas. Las fotografías de Kirchherr de los Beatles han sido exhibidas en todo el mundo, incluyendo el Salón de la Fama del Rock and Roll en Cleveland. En la película de 1994 Backbeat (Backbeat: el inicio), para la que fue consultora, Kirchherr fue interpretada por Sheryl Lee y Sutcliffe por Stephen Dorff.
“Stephen se parece tanto a Stuart que da miedo”, dijo ella al diario The Washington Post en 1994. “Stephen tiene la misma intensidad cuando habla con la gente. Y es un chico muy, muy inteligente, muy sexy. Todo lo que recuerdo que tenía Stuart, Stephen lo tiene también”.