En el Estado de México de un total de 4 mil 425 expedientes por Denuncias de Hechos (personas no localizadas) realizados entre el 4 de agosto de 2014 al 31 de diciembre de 2018, sólo una denuncia fue catalogada como relacionada con la Desaparición Cometida por Particulares”, reveló la organización Civil Idheas Litigio Estratégico de Derechos Humanos ante la CIDH. Erika, madre de 3 niños, desapareció hace casi tres años en esa entidad.
Ciudad de México, 16 de mayo (SinEmbargo).- Erika Díaz Morales, madre de tres menores de edad, lleva casi tres años desaparecida. La tarde del 10 de agosto de 2016 salió de su trabajo, el hotel Muralla, ubicado sobre la carretera Toluca-Tenango, en el Estado de México, y jamás se volvió a saber de ella.
María Elena Morales Garduño, su madre, suplica por ayuda para obtener algún indicio o cualquier información que la lleve a esclarecer lo sucedido con su hija.
“Todavía yo no sé si ella esté viva o esté muerta, pero yo quisiera que hicieran algo para saber si vive o no, es lo único que yo pido, por favor, porque sus hijos la necesitan”, comentó la mamá de la víctima en entrevista con SinEmbargo .
Elena, que está por cumplir 70 años, también solicitó apoyo para la atención de sus tres nietos, pues teme que su ex yerno se los quite, pese a que el hombre se desentendió y dejó de pagar la pensión de los infantes en cuanto la joven desapareció. Además, sospecha de él, asegura que era muy violento con su hija.
Erika es una de las mil 343 mujeres y niñas en calidad de desaparecidas, no localizadas o extraviadas y/o ausentes en un periodo de 11 años (diciembre de 2006 a diciembre de 2017), de acuerdo con el Diagnóstico sobre Desaparición de Niñas, Adolescentes y Mujeres en el Estado de México, con base a cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México solicitadas vía transparencia.
El 43 por ciento de los casos (579 niñas y mujeres desaparecidas en los últimos diez años en territorio mexiquense) están aglomerados en seis municipios: Toluca de Lerdo, Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Valle de Chalco, Ixtapaluca y Cuautitlán Izcalli.
SE ESFUMÓ AL SALIR DE SU TRABAJO
Erika tenía 33 años de edad cuando desapareció. Es la menor de cinco hermanos, es madre de tres menores y llevaba cerca de un año y medio divorciada.
Elena vio a su hija por última vez una noche antes de la desaparición, el 9 de agosto; hablaron y cenaron en casa. Al día siguiente, la chica salió de casa y se presentó a trabajar a las 9 de la mañana.
María Elena platicó que Erika habitualmente regresaba a las cinco y media de la tarde, pues su horario de salida era a las cinco, sin embargo, no llegó Erika a su casa.
“Como no me llegó toda la noche yo estuve en vela, pensando ‘¿qué pasó con mi hija?’, ¿qué hago? Estaba llorando, con la preocupación de qué le pasó a mi hija. Esperaba que amaneciera para irme a la casa de mi otra hija”, rememoró la entrevistada.
María Elena se levantó con la preocupación y de inmediato se dirigió a casa de otra de sus hijas para notificar que Erika no llegaba y no contestaba las llamadas a su celular. Elena y su hija al trabajo de Erika para preguntar por ella.
En el hotel les explicaron que la joven terminó su jornada laboral y salió a la hora habitual. Trabajadores de seguridad le mostraron a María Elena y su hija los videos en donde se observaba que Erika salía del inmueble y había tomado una camioneta.
Las familiares acudieron a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia en Toluca para interponer la denuncia.
SIN PISTA NI RASTRO
María Elena comentó que desde el día de la desaparición y hasta la fecha no hay indicios o rastros de lo sucedido con su hija.
La mujer también señaló que, durante el primer año, después de los hechos, parecía que las autoridades sí investigaban, pero después nada, nada de eso.
La señora Morales Garduño aclaró que el video del hotel Muralla no se integró a la carpeta de investigación, puesto que personal de hotel “hizo perdidizo el video, porque luego fuimos a pedirlo, y no nos lo quisieron dar […] Los Ministeriales fueron y no se los dieron que supuestamente ya estaban perdidos”, dijo.
La acentuada desaparición de mujeres en el Estado de México es una problemática que fue expuesta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la audiencia “Denuncias de desaparición de niñas y mujeres en el Estado de México”, celebrada el pasado 9 de mayo de 2019 en Kingston, Jamaica.
Las organizaciones IDHEAS, el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, el colectivo “Alondras Unidas en Búsqueda y Justicia de Nuestros Desaparecidos” y la asamblea vecinal “Nos Queremos Vivas Neza”, también con la presencia del Estado mexicano, representado por Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, expusieron la problemática y exhortaron a las autoridades a realizar un trabajo conjunto, particularmente con las familias y colectivos, en el que se construyan estrategias para la atención y prevención de los casos de niñas y mujeres desaparecidas con el propósito de erradicar esta grave problemática.
Las organizaciones civiles y colectivos comentaron ante la CIDH que en meses pasados fue solicitada la activación de la Alerta de Violencia de Género (AVG) en el Estado de México, específicamente por el tema de la desaparición de mujeres, niñas y adolescentes. Durante su intervención como Sociedad Civil, pidieron que integre un Grupo de Observación para el seguimiento de la AVG. Al final de la audiencia, la comisionada Esmeralda Arosemena solicitó al Gobierno de México que se formalice la invitación para participar.
“Durante la última década la desaparición de personas en México ha tomado una magnitud de carácter humanitario, situación que gracias a la lucha de las familiares se ha reconocido como tal, a nivel nacional e internacional, no obstante, el reconocimiento no basta, se requiere entender la complejidad y los enfoques diferenciados necesarios para su debida atención”, dijo Ximena Ugarte, abogada del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.
En México hay al menos 40 mil personas desaparecidas de las cuales hasta abril de 2018, al menos 9 mil 327 son mujeres. El 61 por ciento fueron reportados en los últimos cuatro años, explicó la abogada.
El Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) coloca al Estado de México como la entidad de mayor número de reportes de mujeres desaparecidas a nivel nacional con una cifra de mil 790 casos: mil 779 en el fuero común y 11 en el fuero federal.
El porcentaje que representa a niñas y mujeres desaparecidas en el Estado de México (46 por ciento del total) es casi el doble del que representa a nivel nacional (25 por ciento del total), de acuerdo al análisis del estudio.
Ximena Ugarte destacó ante la CIDH que la problemática en Edomex es alarmante y pese a ello no hay información clara, ni trasparente por parte de las autoridades.
La abogada también puso énfasis en que las pocas bases de datos oficiales en México son diversas, están dispersas.
Con base a las cifras de la FGEM, el documento establece que los municipios de Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl y Toluca de Lerdo –tres de los 125 ayuntamientos en la entidad– son los que aglomeran el mayor número de mujeres y niñas desaparecidas, pues cada uno registra más de cien casos en la última década. Las localidades antes señaladas son parte de los 11 ayuntamientos definidos por la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres para el Estado de México.
El rango de edad con mayor número de desaparecidas es entre los 15 y 17 años, este grupo concentra el 31 por ciento con un total de 416 casos. Le sigue las niñas de 10 a 14 años, que representan el 16 por ciento, con 212 casos. En tercer lugar, las jóvenes de 21 a 29 años de edad concentran el 15 por ciento con 197 casos.
En tanto que hay más casos de mujeres desaparecidas y/o extraviadas en un rango de los 30 y 39 años (un total de 136 que representa el 1o por ciento) a denuncias de mujeres de 18 a 20 años, (106 casos, el 8 por ciento), de acuerdo a los datos que brindó la Fiscalía del Estado de México a la organización civil.
Alejandro Encinas, aunque reconoció la problemática y dijo que el Estado asumía su responsabilidad, destacó que las desapariciones y los altos niveles de violencia que enfrentan las niñas y los niños representan la herencia más dolorosa que ha recibido el actual gobierno.
“Asumiendo que esa es responsabilidad del Estado, que no se había cumplido y que los familiares de las víctimas lo habían asumido como tarea propia; hoy esto es una responsabilidad plena del Estado que vamos a asumir”, subrayó.
Dilcya García Espinoza de los Monteros, Fiscal especial para la Atención de Delitos vinculados a la Violencia de Género de Estado de México, comentó que los delitos de desaparición forzada y desaparición por particulares son muy nuevos en el Estado, sin embargo, la funcionaria comentó que hasta la fecha sólo se tienen seis carpetas de investigación de todos los casos por desapariciones de mujeres.
“Hay cinco órdenes de aprehensión por desaparición por particulares y en total hay ocho personas vinculadas a proceso por ese delito”, comentó.
Ana Laura Velázquez Moreno, abogada de la organización IDHEAS, evidenció que el Estado de México poco ha hecho en judicializar las desapariciones desde que entregó en vigor la Ley General de Desaparición.
La derechohumanista comentó que hasta el momento no se han dictado sentencias por el delito de Desaparición Forzada en el periodo que comprende de enero a diciembre 2018, de acuerdo a información proporcionada, vía solicitud de transparencia, por el Poder Judicial del Estado de México y la Fiscalía General de Justicia.
También reveló que existían 4 mil ,425 expedientes por Denuncias de Hechos (personas no localizadas), correspondientes al periodo de 4 de agosto de 2014 al 31 de diciembre de 2018. De esas denuncias “sólo 1 fue catalogada como relacionada con la Desaparición Cometida por Particulares.
“Estos datos mandan un mensaje claro, en el Estado de México desaparecer a las personas, incluidas las mujeres, no tiene ninguna consecuencia, la impunidad ante esos casos de desaparición es generalizada”, destacó la litigante.
EL SOSPECHOSO
María Elena está convencida de que su hija fue privada de la libertad y sospecha del ex esposo de la joven. La última llamada que realizó Erika fue a su ex pareja, de acuerdo al rastreo que se hizo a su teléfono, comentÓ María Elena.
“Yo quisiera que lo investigarán a él. Si hubiera modo que lo investigaran, porque yo pienso que hasta él mismo me la vendió, bueno eso es lo que me dicta mi corazón”, insistió María Elena.
María Elena basa sus sospechas porque afirma que el hombre era violento con su hija. Además, narró, una de las amigas más íntimas de Erika le relató que su hija constantemente le platicaba que su ex esposo era muy agresivo.
“Él violentaba a mi hija, era muy celoso con ella, y yo siento que es él, yo siento que es sospechoso, los ministeriales quisieron ir a verlo a un día, pero él solo mismo se presentó ante la Fiscalía, dijo que no tenía nada que ver, pero si no tiene nada que ver, ¿por qué no fue a pelear a sus hijos?”, reiteró la madre.
TEME QUE LE QUITEN A LOS NIÑOS
Elena tiene 70 años de edad y actualmente se ocupa de un pequeño puesto de venta de artículos para sostener a los tres hijos de Erika, sin embargo, hasta el momento no cuenta con la custodia completa de los niños y teme que su ex yerno se los quite, pese a que el hombre ha incumplido con su obligación de pagar la pensión para los menores.
“Es el padre de los niños y ni se preocupa. Tres años y ni para darme para un vaso de leche para los niños, no me da ni siquiera para un pan”, destacó la mujer.
Lo que más extraña a María Elena, comentó, es que el padre de los menores iba cada ocho días por los menores y entregaba pensión, por orden de un juez civil: “…en cuanto mi hija se perdió, nada, nada. Él se olvidó que tenía hijos. Si no los quiere que me dé la custodia definitiva”.
María Elena quería mudarse a la Ciudad de México con una de sus hermanas que le ofreció apoyo para el sustento de los niños, pero la madre no pudo mudarse al no tener la custodia total de los infantes. “Yo me los quería traer para la Ciudad, pero yo fui al DIF a pedir permiso y me dijeron que no, que porque el papá con las manos en la cintura me los podía quitar y que no puedo salir yo de ahí, (Edomex). Esos niños necesitan más comodidades y lo que ocupan de la escuela, además, el papá se desobligó y a mí no me da ningún quinto, y yo soy la que me tengo que cuidar”, comentó.
María Elena, además de buscar a su hija, también busca ayuda legal que la asesore y la apoye para obtener una custodia total de los menores. “Yo quisiera me ayuden. Yo no quiero que me quiten a los niños”.