Las encuestas indican que Margarita Zavala y Ricardo Anaya tienen un comportamiento siamés. Un ejemplo claro: el 28 de marzo, Anaya tiene su peor momento en todo el año; baja hasta 23.1 por ciento de la intención de voto. Margarita, en cambio, vive su mejor cifra de todo el año: 11.7 por ciento.
Pero hay dos factores que podría evitar ese traslado de votos que, en sí mismos no es fácil ni es natural.
Uno es que la esposa del ex Presidente aparecerá en las boletas, impresas desde la semana pasada, lo que podría generar una confusión que se traduce en la anulación de los votos que le caigan. El otro factor es que ella decline por alguien, en este caso Meade Kuribreña, lo que no redituaría directamente a Anaya.
Algunos creen, sin embargo, que el voto panista de Margarita jamás caerá en el PRI. Su tránsito natural sería hacia el PAN, es decir, hacia Anaya.
Y además está la inconformidad: esos votos que se fueron con Margarita están enojados con Anaya por su alianza con el PRD o por el proceso interno de elección.
Por Shaila Rosagel y Efrén Flores
Ciudad de México, 16 de mayo (SinEmbargo).– La renuncia de Margarita Zavala Gómez del Campo a sus intenciones de ser Presidenta de México podría beneficiar a Ricardo Anaya Cortés, el candidato de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y de Movimiento Ciudadano (MC), de acuerdo con los números de las encuestas de intención de voto y con los analistas.
Pero tampoco se trata de un volumen de votos significativo como para poder alcanzar al puntero, Andrés Manuel López Obrador, o para poner el riesgo su ventaja, que actualmente ronda entre los 17 y 18 puntos porcentuales. En todo caso, de haber una migración efectiva de votos hacia el panista, a él le alcanzará para distanciarse el tercer lugar, José Antonio Meade Kuribreña. El candidato del oficialismo le ha peleado fuertemente el segundo lugar durante todo el proceso electoral.
Sin embargo, hay dos factores que pueden reorientar esos votos: uno es que la esposa del ex Presidente aparecerá en las boletas, impresas desde la semana pasada, lo que podría generar una confusión que se traduce en la anulación de los votos que le caigan. El otro factor es que ella decline por alguien, en este caso Meade Kuribreña, lo que no redituaría directamente a Anaya.
Algunos creen, sin embargo, que el voto panista de Margarita jamás caerá en el PRI. Su tránsito natural sería hacia el PAN, es decir, hacia Anaya.
De acuerdo con un Diagrama de Sankey [que pone un énfasis visual de las transferencias importantes o flujos dentro de un sistema], realizado por Daniel Márquez, politólogo y experto en métodos cuantitativos y análisis de encuestas, aplicado a la encuesta del diario Reforma, publicada el pasado 30 de abril, la declinación de Zavala aportaría pocos puntos a los candidatos que restan: Anaya sumaría un punto y AMLO medio punto.
El histórico de encuestas realizado por Bloomberg ha hermanado el comportamiento de Zavala, Anaya y Meade durante toda la elección. Esto es: cuando uno sube, es a costa de los otros dos. De manera más clara, Zavala y Anaya tienen un comportamiento siamés.
En octubre de 2017, Margarita tenía 34.7 por ciento de la intención de votos en el consolidado de encuestas que realiza esa empresa de medios internacional. Anaya, 11.5 por ciento.
Una vez que ella renuncia a Acción Nacional, las tendencias se invierten: para el 1 de noviembre de 2017, Anaya tiene 22 por ciento y Zavala 11.9 por ciento.
El corte del 21 de noviembre es más que evidente: Zavala cae a 10.4 por ciento, y Anaya ya está en 30.4 por ciento, y es la única vez, en toda la elección, que López Obrador ve peligrar su liderazgo: tiene exactamente lo mismo que el panista.
El 14 de enero, Margarita Zavala se ha desfondado y Anaya consolida una calificación alta: tiene 29.2 por ciento cuando ella anda ya en 5.8 por ciento.
El 2 de febrero, Anaya cae y Margarita Zavala crece, según el consolidado de Bloomberg: él está en 26.5 por ciento, mientras que Margarita sube a 6.9 por ciento.
El 28 de marzo, Anaya tiene su peor momento en todo el año. Baja hasta 23.1 por ciento de la intención de voto. Margarita, en cambio, vive su mejor cifra de todo el año: 11.7 por ciento.
Y además está la inconformidad: esos votos que se fueron con Margarita están enojados con Anaya por su alianza con el PRD o por el proceso interno de elección.
En el último tramo de la elección, Anaya subió. Su mejor número es 31.1 por ciento, registrado el 7 de mayo. Para entonces, Margarita ha caído dramáticamente hasta un 3.0 por ciento.
El ejercicio demoscópico de Mitofsky también muestra una súbita caída de Margarita Zavala a lo largo de la contienda.
En octubre de 2017, cuando renunció al PAN, tenía una intención de voto de 8.9 por ciento, mientras que el panista Ricardo Anaya 19.5 por ciento.
Pero para diciembre bajó a 5.4 por ciento, mientras que Anaya subió a 20 por ciento.
En enero de este año, Zavala apenas alcanzó el 4.8 por ciento de las preferencias electorales, bajó 0.6 por ciento. Anaya Cortés subió cuatro décimas, a 20.4 por ciento.
En febrero Margarita volvió a caer a 4.7 por ciento y en marzo regresó a los 4.8 por ciento. En el mismo lapso Ricardo Anaya bajó de 22.3 a 21.2 por ciento, lo que demuestra que ninguno capitalizó los votos perdidos: se repartieron entre todos los candidatos.
La encuesta de abril muestra un deterioro en su candidatura: sólo logró del 3.8 por ciento de la intención del voto. El panista Anaya siguió perdiendo décimas para colocarse en 20.8 por ciento, ambos perdieron.
En la última encuesta de Mitofsky, la de mayo, Margarita Zavala bajó hasta los 2.9 por ciento, sólo tres décimas arriba del quinto lugar de la contienda, Jaime Rodriguez Calderón, quien obtuvo un 2.7 por ciento.
Ricardo Anaya también perdió décimas al obtener 20.5 por ciento.