Se dijo desde un principio que la batalla electoral en el Estado de México sería la madre de todas las batallas previa a la elección presidencial del 2018 y tal parece que así está resultando, pero no tanto por creer que el partido político que gane en Edomex será quien resulte triunfador en los comicios presidenciales sino por el grado que han alcanzado las traiciones, guerras sucias, malversaciones de fondos, tropelías electorales, etcétera, que están desvelándose a unas semanas de las elecciones.
Para empezar, contra todo pronóstico, la caída de la candidata panista Josefina Vázquez Mota parece ser que ha puesto los focos rojos en el cuarto de guerra de la ex candidata presidencial, al grado de que han despedido de forma fulminante a quien fuera su asesor colombiano en comunicación política, Mauricio de Vengoechea, por atender al parecer más intereses rojiblancos que albiazules.
El candidato perredista Juan Zepeda, por su parte, se ha posicionado mejor en las preferencias electorales que la propia Vázquez Mota, tal como lo muestra una medición reciente de El Universal, enviando a Vazquez Mota a un reprochable cuarto lugar.
Si bien el priista Del Mazo sigue despuntando en las preferencias electorales, lo que tendría que ponerse en tela de juicio en virtud de tratarse del partido en el poder y de su relación directa y familiar con el presidente de la República, el reciente revés que dio Delfina Gómez pondrá a temblar el estado de cosas los próximos días, pues se ha comprobado que el músculo magisterial (una línea directa de Elba Esther Gordillo, la de su yerno Fernando González) le ha dado el respaldo público a la candidata morenista.
Se ha querido ver esta alianza, sin duda, como una suerte de revanchismo de La Maestra a un PRI que la defenestró de muy mala manera y la puso tras las rejas de una forma vil, pero también los analistas coinciden en que si bien hay algo de esto en esta mancuerna, también existe un descontento cada vez más creciente con la mencionada Reforma Educativa y todo este agravio que siente el magisterio es lo que Morena pretende capitalizar en la elección del próximo 4 de junio, a lo que habría que agregar el hartazgo de la población mexiquense contra una familia (el clan de Atlacomulco) que ha dejado a Edomex sumido en la miseria, la violencia y la corrupción.
No es, pues, poca cosa que las huestes gordillistas se unan a la candidata de Morena en un momento en el que lo que más se ocupa es que se cuide y vigile el voto y se proteja por todos los medios la voluntad ciudadana, para evitar que un fraude vuelva a impedir la alternancia democrática en ese estado donde jamás ha gobernador otro partido político diferente al PRI.