“Presidente, salve a los pandas del mar”, dijo en un artículo en CNN Internacional Omar Vidal, de la oficina en México del Fondo Mundial para la Naturaleza. “El 40 por ciento de las vaquitas marinas murieron el año pasado”, alertó. Greenpeace hizo un llamado similar: “México no se puede dar el lujo de perder a la vaquita marina. Perder a la vaquita no es solo perder una especie, es un símbolo de lo mal que estamos haciendo las cosas, de cómo nos relacionamos con el medio ambiente y esas cosas tienen que cambiar ya, no tenemos tiempo para esperar”.
Ciudad de México, 16 de mayo (SinEmbargo).- La protección de la vaquita marina depende directamente de la voluntad política para asegurar que más ejemplares de esta especie dejen de morir atrapadas en las redes agalleras prohibidas. Hoy los números son críticos y a este paso su extinción parece inminente, alertó la organización Greenpeace México.
Durante el fin de semana, activistas y organizaciones internacionales de todo el mundo alertaron que los mexicanos están a punto de ser derrotados por los depredadores, a los que su gobierno, el de Enrique Peña Nieto, no puede controlar.
Recordaron que la vaquita marina es mexicana, sólo mexicana. No hay otra en el igual en el mundo.
Este fin de semana, artículos en los que se reclama al Gobierno de Peña Nieto por la posible extinción de esta especie se publicaron en gran parte de la prensa norteamericana y Europea.
Salieron denuncias en Discovery, USA Today, Science Daily, CNN Internacional, Fox News, The Nation, The Inquisitr, The New York Times, National Geographic, Gizmodo, Christian Science Monitor y otros.
El Gobierno mexicano no ha dicho si atenderá la emergencia, y cómo.
Miguel Rivas, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México, denunció en entrevista para SinEmbargo que es a la administración de Enrique Peña Nieto a la que corresponde que esta especie no se extinga, “es una gran responsabilidad la que tiene el Gobierno sobre sus hombros”, dijo, por lo que urgió a tomar medidas rápidamente y a largo plazo.
El viernes, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat) dio a conocer los resultados del estudio realizado por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva), finalizado en diciembre de 2015, donde destacó que la población de la masorpa más pequeña del mundo ha disminuido de forma alarmante, pues se estima que sobreviven apenas 60 ejemplares.
Rivas comentó que incluso podrían ser menos, esto debido al hallazgo de marzo pasado, donde fueron encontrados los cadáveres de tres ejemplares.
Diversas organizaciones han advertido del inminente peligro en que se encuentra la vaquita marina, la más reciente hace exactamente un mes cuando acusaron que la aplicación del programa de conservación de dicha especie era insuficiente e ineficiente, por lo que demandaron en una carta abierta dirigida a Peña Nieto, redoblar los esfuerzos para evitar la extinción de este mamífero marino.
“Nosotros hemos dicho desde hace tiempo que las medidas para proteger a la vaquita marina no están siendo del todo eficientes. Creo que las cifras una vez más lo demuestran […] si esto lo prolongamos en el tiempo, por ejemplo, de aquí al 2018, podríamos considerar la especie como extinta”, alertó este día el experto.
El sábado pasado, Omar Vidal, de la oficina en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), también acusó que probablemente queden menos vaquitas de las 60 identificadas por el estudio.
“Presidente, salve a los pandas del mar”, dijo en un artículo en CNN Internacional.
“Creo que aún es posible salvar a la vaquita, pero claramente ésta es nuestra última oportunidad”, dijo Vidal. “Los gobiernos de México, Estados Unidos y China deben tomar medidas urgentes y coordinadas para detener la pesca ilegal, el tráfico y el consumo de productos de totoaba. Al final, si la vaquita se extingue será de forma inevitable una responsabilidad compartida entre los tres países”, agregó.
Vidal pidió al Gobierno mexicano que prohíba prácticamente toda la pesca comercial en esa zona del Golfo de California. La marina y las autoridades medioambientales mexicanas patrullan ahora la zona, pero algunos pesqueros legales podrían estar colocando redes clandestinas para capturar totoabas.
“Son terribles noticias”, escribió. “En 2014 habían 97 vaquitas marinas. El 40 por ciento de ellas murieron el año pasado”.
EPN PRESUME ESFUERZOS
El 26 de octubre del año pasado, el sitio web de la Presidencia de la República compartió un texto elaborado por el titular del Gobierno federal, quien reconoció la urgencia de eliminar las causas principales de mortandad de las vaquitas marinas para así poderle dar oportunidad de que sus poblaciones puedan recuperarse.
“Desde principios del 2014, la Semarnat y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) iniciaron de la mano con las comunidades pesqueras del Alto Golfo el diseño de un programa que cumpliera con el objetivo de la conservación de la vaquita y la totoaba, pero con la condición de no afectar la economía de las familias que se dedican a la actividad pesquera”, se jactó el Presidente.
Sin embargo, Rivas –quien mencionó que la principal causa que pone en peligro a la especie es la captura incidental en redes de pesca– agregó que aunque hace un año se dio la prohibición de que estas artes de pesca se utilizaran en el hábitat de la vaquita, “lamentablemente esto no ha sido respetado”.
Señaló que nunca han dejado de reconocer los esfuerzos del Gobierno, sin embargo, dijo: “Nosotros creemos que las medidas no están siendo del todo eficientes y que se necesita reforzar la seguridad en el área, por ejemplo, para evitar encontrar más redes de pesca que afectan tanto a la vaquita como a la totoaba. Hay que entender que aquí hay instituciones que deben comprometerse plenamente en el ejercicio de sus labores, como Semarnat, Conapesca [Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca] y Semar [Secretaría de Marina]”.
Además, acusó que desde abril de 2015 se prometieron drones para salvaguardar la zona donde se encuentran las vaquitas, sin embargo, aún no se cuenta con ellos.
“Una cosa es que exista un programa y otra es la eficiencia con que se maneje. Ha pasado más de un año desde que se prometieron los drones y siguen sin llegar. Ahora que se dio la cifra oficial ya es tarde, eso se debió implementar desde que se prometió”, denunció.
Para que las medidas sean más eficientes señaló la necesidad de que México se alíe con China y Estados Unidos. “Esos tres países deben tomar acciones para proteger a la vaquita, ese esfuerzo tiene que ser urgente, 60 individuos es un peligro de extinción inminente”, reiteró. A pesar de estar en peligro de extinción, las vejigas secas de totoaba suelen enviarse de contrabando a China a través de Estados Unidos.
CIUDADANOS AL RESCATE DE LA VAQUITA
Miguel Rivas exhortó a la sociedad mexicana a apoyar el cuidado de la especie y a exigir a las autoridades “que se cumplan las medidas que se han planificado, que no se cometan errores en el programa de conservación y que se incentiven medidas que aunque parezcan caras son una inversión”, dijo.
“México no se puede dar el lujo de perder a la vaquita marina. Perder a la vaquita no es solo perder una especie, es un símbolo de lo mal que estamos haciendo las cosas, de cómo nos relacionamos con el medio ambiente y esas cosas tienen que cambiar ya, no tenemos tiempo para esperar”, urgió.
RECOMENDACIONES AL GOBIERNO
La organización reiteró las cuatro recomendaciones que desde hace tiempo ha hecho a las autoridades:
- La prohibición de redes de enmalle debe ser permanente (y no sólo por dos años) en toda el área de distribución de la vaquita y el programa actual de compensación debe ser reformulado para retribuir a los pescadores que se hayan cambiado al arte de pesca alternativa, en lugar de compensarlos por no pescar.
- El Gobierno de México debe aumentar los recursos y comprometer plenamente a la Semarnat, la Conapesca, el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) y a la Secretaría de Marina en el diseño de un programa integral, transparente y objetivo de investigación y desarrollo de artes de pesca para escama, que sustituyan las redes de enmalle, incluyendo el establecimiento, en colaboración con la Comisión Presidencial y el CIRVA, de un panel de revisión para evaluar la implementación de este programa.
- Es necesario que la vigilancia y medidas para combatir la pesca de enmalle en la zona de exclusión sean realmente efectivas. Solicitamos que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) asigne más personal y recursos para aumentar dicha vigilancia durante todo el año, con especial enfoque en las épocas de reproducción de totoaba y curvina.
- Garantizar el cumplimiento de la NOM-002- SAG/PESC-2013, junto con un programa de observadores, dispositivos de monitoreo satelital y vigilancia con cámara abordo en embarcaciones menores, inspecciones en los sitios donde se boten las pangas y con los protocolos experimentales en el caso de las pruebas con artes de pesca alternativas para escama.