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Bodegas y túneles de Ecatepec: técnicas de topo del narco le sirven ahora a huachicoleros

16/04/2021 - 8:34 pm

Las redes de huachicoleo no han dejado de buscar nuevas maneras de extraer el combustible de los oleoductos en México, ahora aplican una sofisticada operación subterránea sin precedentes, dice un análisis de InSight Crime.

Por Dario Zuza 

Ciudad de México, 16 de abril (InSight Crime).– Tras el descubrimiento de varios sofisticados túneles para la extracción ilegal de combustible que llevaban a dos bodegas clandestinas, es claro que entre más soterradas más contundentes son las redes de huachicoleo en México.

Las autoridades descubrieron los depósitos, apilados con cientos de contenedores plásticos para el acopio de combustible robado, luego de denuncias de un escape de combustible en Ecatepec de Morelos, populoso barrio periférico al norte de Ciudad de México, según información de La Jornada. Las bodegas también contenían maquinaria de perforación, tanques metálicos y mangueras, como lo relató Javier González del Villar, director logístico de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), en conferencia de prensa el 1 de abril.

Más adelante, se descubrieron al menos cuatro túneles más. Estos llevaban hasta tomas ilegales en oleoductos cercanos. La reciente fuga de gasolina venía de una toma que se dejó abierta tras el colapso de uno de los túneles, lo que obligó a huir a quienes se encontraban en él.

A comienzos de abril se descubrió un túnel similar de 50 metros en Santa Catarina, estado de Nuevo León. En el último año, las autoridades han observado un incremento en el uso de infraestructura subterránea para la sustracción de combustible, en especial en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León y Puebla.

ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME

Aunque en toda su existencia, las redes de huachicoleo no han dejado de buscar nuevas maneras de extraer el combustible de los oleoductos en México, la escala y sofisticación de esta operación subterránea no tiene precedentes.

Recientemente se han usado mangueras enterradas para eludir la vigilancia alrededor de los ductos, pero los túneles construidos exclusivamente para usarse en el huachicoleo bajo tierra emulan los usados por los grandes carteles de narcotráfico.

Toma clandestina de combustible en Edomex. Foto: Cuartoscuro

González del Villar declaró en su conferencia de prensa que los túneles tenían electricidad y ventilación y que estaban apuntalados con tablas y tablones de madera. Los describió como “perfectamente construidos”.

Policía Federal asegura toma clandestina en donde se almacenaban al menos dos mil litros de gasolina. Foto: Luis Carbayo, Cuartoscuro

Los ladrones de combustible, conocidos localmente como huachicoleros, han usado argucias tecnológicas para evadir la detección. Por ejemplo, en varias ocasiones los huachicoleros han empleado dos tomas para evadir los manómetros usados para detectar tomas clandestinas. Mientras una toma succiona combustible, la otra inyecta agua con ayuda de un compresor para evitar activar las alarmas que monitorean las caídas de presión.

Es posible que esas hayan sido las tácticas usadas por esta red subterránea. Pero es poco probable que la gran cantidad de gasolina robada —suficiente para llenar depósitos enteros— fuera posible sin una cuota de corrupción oficial.

Más allá de las capacidades técnicas y la infraestructura, la red tenía el dinero y el personal suficiente para manejar la operación, que, en palabras de los representantes del Gobierno, tenía una “escala industrial”. Además se habrían requerido capacidades logísticas y conexiones para el transporte del huachicol.

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró la lucha contra el robo de combustible una prioridad de su administración, y ha cantado victoria prematuramente con las medidas tomadas contra los huachicoleros y la mejor vigilancia de los oleoductos. Según cifras de Pemex citadas por La Jornada, el número de barriles robados diariamente ha caído en cerca de un 80 por ciento desde que López Obrador asumió el poder —de 74 mil barriles en diciembre de 2018 a poco más de 5 mil 600 en diciembre de 2020.

Toma clandestina ubicada en Edomex. Foto: Cuartoscuro

López Obrador está en lo cierto al afirmar que aquellos tiempos en que se drenaban los oleoductos en frente de todos y las tomas ilegales estaban a la vista parecen cosa del pasado. Pero el hallazgo de esta operación subterránea indica que las sofisticadas redes no se dejan amedrentar, ante las ingentes ganancias que aún pueden lograrse.

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