Los resultados obtenidos sugieren que los tres compuestos de aldehídos son feromonas, pero se requiere más trabajo para determinar si influyen directamente en el comportamiento sexual de estos primates.
Madrid, 16 de abril (EFE).- Los humanos no son los únicos primates a los que les gusta oler bien. Ahora, una nueva investigación apunta que los lémures macho de cola anillada se vuelven más atractivos para las hembras al segregar un aroma frutal y floral. Esta es la principal conclusión de un estudio sobre el poder de atracción de los Lemur catta, conocidos como lémures de cola anillada, que publica la revista Current Biology y que está liderado por un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio.
Mediante un detallado análisis químico, los científicos hallaron tres compuestos responsables de este “dulce aroma”, lo que podría suponer la primera vez que se identifican feromonas en un primate, informa en una nota Cell, grupo al que pertenece Current Biology.
Durante la temporada de cría anual, los lémures machos frotan las glándulas de sus muñecas contra sus colas esponjosas y luego las agitan hacia las hembras en un comportamiento de “coqueteo apestoso”, tal y como lo describe Kazushige Touhara, principal autor de la investigación. Estos lémures de cola anillada tienen glándulas olfativas bien desarrolladas en sus hombros y muñecas y las utilizan generalmente para designar el rango social, el territorio y el estado reproductivo. Sin embargo, las observaciones de ahora demuestran que también las usan para llamar la atención de las hembras.
Para el análisis, los científicos rastrearon el comportamiento de varios lémures y observaron que las hembras olfateaban las marcas que dejaban los machos más a menudo y por periodos de tiempo más largos durante la temporada de reproducción, cuando las hembras son sexualmente receptivas.
En concreto, los investigadores aislaron el perfume de cuatro machos y se lo presentaron a las hembras individualmente, lo que les sirvió para descubrir que estas olfateaban el olor a fruta -ocasionalmente lo lamieron- durante el doble de tiempo que las secreciones de las glándulas de olor amargo producidas fuera de temporada.
Los científicos determinaron entonces que tres compuestos orgánicos de aldehídos estaban presentes en ambos olores, pero mostraron concentraciones sustancialmente más altas durante la temporada de cría.
Asimismo, constataron que los machos jóvenes y sexualmente maduros producen más cantidad de estos compuestos que sus homólogos masculinos de mayor edad, muy probablemente porque los machos de edad avanzada producen menos testosterona.
También vieron que las hembras que han superado su periodo de reproducción no se impresionan en absoluto por los olores frutales que emanan de los machos.
Los resultados obtenidos sugieren que los tres compuestos de aldehídos son feromonas, pero se requiere más trabajo para determinar si influyen directamente en el comportamiento sexual de estos primates.