El registro de los casos confirmados de COVID-19 señala que hasta el 22 de febrero, cuando un vuelo comercial trajo de Italia a un profesor de Mazatlán, el resto de contagios entraron al país en vuelos privados desde la estación de Vail. Los vuelos siguieron en días sucesivos coincidiendo con el campeonato de Snowboard en Colorado, incluidos dos chárter con casi 400 mexicanos de los que 50 dieron positivo en las pruebas.
Coahuila, 16 de abril (Vanguardia).– Varios de los primeros casos de coronavirus confirmados en México viajaron a un lugar en común: Vail, Colorado. Como cada año, familias mexicanas fueron al spot favorito para esquiar y allí se contagiaron de este virus.
Los restaurantes, bares y cafeterías de Vail fueron lugares de contagio: "Al parecer me contagié en Vail, estuve hace dos semanas, regresé el 4 de marzo. Fui a la competencia de Burton, varias de las personas que conozco que también estuvieron ahí, salieron positivas del COVID-19", contó uno de ellos.
Otros enfermos dijeron que a pesar de no practicarse la prueba (reservada, como en otras partes del mundo, para pacientes graves o mayores de 65 años), sus doctores les diagnosticaron COVID-19 y la recomendación generalizada es la cuarentena.
El registro de los casos confirmados señala que hasta el 22 de febrero, cuando un vuelo comercial trajo de Italia a un profesor de Mazatlán, el resto de contagios entraron al país en vuelos privados desde la estación de Vail. Los vuelos siguieron en días sucesivos coincidiendo con el campeonato de Snowboard en Colorado, incluidos dos chárter con casi 400 mexicanos de los que 50 dieron positivo en las pruebas.
En uno de esos vuelos privados aterrizó el 8 de marzo parte de la cúpula empresarial y financiera del país después de pasar sus vacaciones en Vail. Hasta ese domingo, el coronavirus era todavía algo ajeno que sucedía en China y que se trataba en la sección de Internacional de los periódicos. Sin embargo, esa tarde aterrizó en Toluca el empresario José Kuri (71), primo de Carlos Slim y consejero del Banco Inbursa, y Jaime Ruiz Sacristán (70), presidente de la Bolsa Mexicana. Viajaron juntos en el mismo avión y un mes después Kuri sigue en estado grave y Sacristán falleció el domingo.
La voracidad de un virus del que hasta entonces se desconocía todo, extendió el temor entre la cúpula financiera del país después de que el Banco de México confirmara que uno de sus consejeros también estaba contagiado. Miguel Ángel Díaz, director general de Sistema de Pagos e Infraestructura de Mercado, no estuvo esquiando ni con el fallecido Sacristán, pero participó en la Convención Bancaria del 12 y 13 de marzo en Acapulco, un importante encuentro anual, al que asistió el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el Secretario de Hacienda, y donde los principales banqueros, políticos y economistas del país conviven de manera relajada durante un fin de semana. Las crónicas del día recogen que durante eso días hubo mucho gel antibacterial, pero ningún recato en los abrazos.
También pasó por ahí otro empresario hoy contagiado, Juan Domingo Beckmann, un icono en la tierra del tequila. El dueño de José Cuervo, el tequila más vendido en el mundo, reconoció el 18 de marzo que él y su esposa, Laura Laviada, se contagiaron con el coronavirus tras pasar por Vail.
El día que Beckmann hizo público su contagio, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, reveló que otros 400 jaliscienses habían viajado a Vail en dos vuelos chárter.
Ese día Jalisco tenía 27 casos positivos, y buscaba desesperadamente a todas y cada una de las personas que tuvieron contacto con los viajeros de Colorado.
El repentino aterrizaje del coronavirus por donde menos se esperaba- desde Colorado- obligó a echar la vista atrás y revisar los grandes eventos en los que convivió la aristocracia tapatía.
Una fiesta para 150 personas incluido el tenor español Plácido Domingo, donde se sirvió sopa de tortilla de entrante y filete de pescado o costilla (a elegir) de plato fuerte, describe un invitado que prefiere no ser identificado. “Plácido Domingo sólo interpretó una canción, las mañanitas a Beckmann”, añade. Un mes después de aquello, el tenor fue ingresado en una clínica de Acapulco tras dar positivo en las pruebas.
Por las fechas, casi 30 días de diferencia entre la fiesta y el contagio de Plácido Domingo, no pudo ser durante el cumpleaños de Beckmann, pero ha añadido más gasolina a la polémica después de que las autoridades denunciaran el irresponsable comportamiento de las élites tapatías que pasaron la cuarentena en sus casas de veraneo.
-Con información de Quién y El País