López Obrador también envío un mensaje a los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación: “no va a haber consigna para perjudicarlos, que vamos a ser respetuosos y vamos a pedir al Poder Judicial que actúe de conformidad con la Ley, porque fue de las injusticias que se cometieron en los pasados gobiernos conservadores”.
Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró esta mañana que se atenderá a los ex trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación (declarada en quiebra en 2010) y aseguró que se buscará se les haga justicia. Acusó que el ex Presidente Vicente Fox entregó la empresa de aviación pública a Gastón Azcárraga y Felipe Calderón permitió su quiebra, y luego entregó Aeroméxico a quienes le ayudaron a realizar “el fraude de 2006”.
“En el caso de mexicana nosotros estamos esperando que se desahoguen los juicios que están en el Poder Judicial, garantizando a los trabajadores de Mexicana que no va a haber consigna para perjudicarlos, que vamos a ser respetuosos y vamos a pedir al Poder Judicial que actúe de conformidad con la Ley, porque fue de las injusticias que se cometieron en los pasados gobiernos conservadores”, declaró esta mañana durante su conferencia matutina.
Explicó que “un candidato Presidencial [Vicente Fox] que recibió apoyo de este señor [Gastón Azcárraga] ya cuando ganó le entregó Mexicana de Aviación”.
“Y el otro Presidente [Felipe Calderón] le permitió la quiebra [en 2010]. Voló una empresa que era pública, Mexicana, voló Mexicana”, añadió.
Aseguró que “en el fraude de 2006, como pago también, el que se impuso de Presidente [Calderón] le entregó la otra línea área [Aeroméxico] a quienes le ayudaron en el fraude electoral y volaron las dos empresas. Ni debería yo de recordarlo, pero como a veces hay una especie de amnesia, no estás demás decirlo”.
“El presidente de la última empresa que entregaron era de los que declaraba que yo era un peligro para México. Pasando la elección se privatiza no Mexicana, la otra, Aeroméxico”, dijo.
“Nada más es no olvidar, ya ven como se dice: ni perdón ni olvido. Yo digo perdón sí, olvido no”, destacó.
En 2007, López Obrador aseguró que la venta de Aeroméxico era un pago de favores de parte del entonces Presidente Felipe Calderón a José Luis Barraza, quien habían fungido como presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y a Roberto Hernández, ex dueño de Banamex.
En ese entonces, Andrés Manuel aseguró que tenía pruebas de que los entonces dueños de Banamex entregaron millones de pesos para la campaña de Felipe Calderón y financiaron la guerra sucia en su contra, que al parecer había realizado José Luis Barraza.
En 2007, el Gobierno mexicano puso a subasta las acciones de Aeroméxico. Un grupo de empresarios liderados por José Luis Barraza González y Banamex ganaron la subasta al ofrecer, en los últimos segundos de concluir el plazo, 249.1 millones de dólares por Aeroméxico.
A principios de 2010, Mexicana de Aviación empezó a mostrar signos de debilidad económica y en julio de ese año sobrecargos y pilotos anunciaron que la empresa decidió cambiar sus contratos colectivos o ponerla en venta a un peso.
Desde el 27 de agosto de 2010, cuando los entonces titulares de las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas, y del Trabajo, Javier Lozano, anunciaron que en el primer minuto del siguiente día Mexicana de Aviación no haría más despegues ni aterrizajes, los sindicatos afectados tomaron la iniciativa de buscar inversionistas para financiar el rescate.
En ese momento, la compañía era líder y pionera en el país, con 90 años de vuelos, y la cuarta más antigua en el mundo.
Cuando comenzaron los problemas, los empleados de Mexicana afirmaron que la política del gobierno de Felipe Calderón de “cielos abiertos” benefició más a las aerolíneas extranjeras, generando pérdida de competitividad nacional e internacional en la industria aeronáutica del país.
Los afectado, trabajadores, proveedores y empresarios, acusaron al panista de negligencia y de poner trabas que les dificultaron acabar con el cese de operaciones; además, también han argumentado que el ex Presidente otorgó facilidades al ex dueño de Mexicana, Gastón Azcárraga Andrade, para inducir una “quiebra fraudulenta”.
La administración de Gastón Azcárraga dejó a la empresa con una deuda de 16 millones de pesos.