Eymar Ovalle Escobar, el hombre que asesinó a sus hijastros y su propio hijo de 4 años de edad, no contaba con antecedentes por maltrato ni con un historial delictivo, incluso fue calificado como “amoroso” por sus vecinos. Sin embargo, era consumidor de metanfetaminas y el día de la tragedia tuvo una discusión con su pareja, a quien advirtió, “algo iba suceder”
Por Gerardo Andrade
Tijuana, Baja California, 16 de marzo (Zeta).- “Pues la verdad a mí se me hizo muy rara la noticia, porque el señor – Eymar Ovalle Escobar– era muy amoroso con los niños -sus hijastros e hijo-, por lo menos eso es lo que yo veía, a los niños siempre muy bien, andaban en sus bicicletas, quién sabe qué pasó”, comentó a Zeta un vecino del hombre que asesinó a tres menores para después quitarse la vida.
Alrededor de las 21:06 horas del martes 9 de marzo, una mujer reportó al 911 que en el departamento número 32 de la privada Olbers, Sección Amanecer del fraccionamiento Natura, había tres niños y un adulto sin vida.
De acuerdo con información obtenida por este Semanario, la mujer que reportó los hechos fue Claudia Fabiola, madre de los niños, quienes fueron identificados como Santiago Hidalgo González, de 11 años; Rodolfo Hidalgo González, de 9; y Eymar Fernando Ovalle Hidalgo, de 4 años.
Asimismo, confirmó que el hombre muerto se llamaba Eymar Ovalle Escobar, de 43 años, su esposo y padrastro de los niños de 11 y 9 años, así como padre biológico del menor de 4 años, a quienes presuntamente ultimó con un arma punzocortante, para luego suicidarse.
En conferencia de prensa realizada el miércoles 10 de marzo en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), el fiscal central Hiram Sánchez Zamora reveló que la madre inmediatamente fue atendida por el personal de esa institución.
“Estaba en el proceso de adiestramiento para formar parte de la Guardia Nacional, de hecho, ese es el motivo por el cual no estaba en la casa con los niños”, informó el funcionario, además de confirmar que no había reportes de violencia familiar relacionada con la pareja.
Aunque Ovalle Escobar no contaba con antecedentes penales, sí era consumidor de metanfetaminas. Aún deben esperar los resultados de la necropsia que se le practicó para determinar si se encontraba bajo los influjos de esa droga al momento de cometer los asesinatos y luego quitarse la vida.
El fiscal central reconoció que la mañana del martes 9, la pareja tuvo una discusión, y cuando la mujer se dirigía a su casa, recibió un mensaje de parte de su esposo, pidiéndole que llegara antes porque algo iba pasar.
“Sabemos que tuvieron una discusión ese día por la mañana, eso nos lo comentó en la entrevista (la madre de los menores), sin embargo, ella se fue precisamente a donde estaba recibiendo el adiestramiento o la capacitación. Cuando venía -a su vivienda- le mandó un mensaje en el que le dice que tenía que llegar antes, porque algo iba suceder”, aclaró Sánchez Zamora.
El fraccionamiento Natura ha registrado un aumento en la incidencia delictiva relacionada con violencia familiar, también hay un grave problema de consumo de drogas.
En un recorrido realizado por Zeta en la privada Olbers, se pudo dialogar con algunos residentes, quienes en general, nunca detectaron algún problema entre la pareja, incluso indicaron que eran cariñosos entre ellos, y se le veía constantemente tomados de la mano.
“Yo los veía muy cariñosos, pues normal, como cualquier pareja, por eso me sorprendió -el triple homicidio y suicidio-, tampoco se escucharon gritos, yo me di cuenta -de los hechos- hasta que empezaron a llegar las patrullas”, confirmó una vecina, quien pidió mantenerse en anonimato.
Los vecinos también indicaron que los niños asesinados no presentaban huellas de ser maltratados de manera física o mental, por lo que se dicen consternados por lo ocurrido en el departamento 32, donde aún se encuentran las bicicletas de Santiago y Rodolfo.
“Yo veía que los niños estaban bien, andaban mucho en sus bicicletas y se llevaban bien con los demás niños, solo Dios sabe qué fue lo que pasó en esa casa, ella y el se veían bien, sin problemas. Por eso creo que a todos nos tomó de sorpresa, en mi caso me enteré muy tarde de lo que había pasado”, lamentó un vecino de la pareja.
Un caso similar se presentó en Tijuana el 2 de enero de 2021, en el interior de una casa de la privada Dante del fraccionamiento Villa Fontana, donde fueron asesinados los hermanos Alejandro Said y Naara Melissa Rivas Leyva, de 9 y 4 años, respectivamente.
La persona que presuntamente les quitó la vida resultó ser su propia madre, Zayra Viridiana Leyva Avilés. Los asfixió cuando estaban dormidos. En su momento se mencionó que la mujer tenía problemas con su ex esposo y padre de los niños.
Leyva Avilés fue detenida y vinculada a proceso por el homicidio de sus hijos, fijándole un plazo de seis meses para concluir la investigación y efectuar una nueva audiencia.
El mismo 2 de enero se localizaron los cuerpos calcinados de dos hermanos, un niño y una niña de entre 3 y 8 años de edad, quienes fueron asesinados por una deuda de 500 mil pesos de su padre, debido a la venta de droga.
Cuatro personas fueron detenidas por el asesinato de los menores. Declararon que el doble homicidio tuvo que ver con la venganza contra el padre. Los cuerpos de los niños no han sido reclamados.