El actor Vin Diesel reveló que después de la muerte de Paul Walker fue muy difícil con la saga, sin embargo para el la mejor escena del cine es una de las secuencias del final de Fast & Furious 7.
Madrid, 16 de marzo (EuropaPress).- ¿Cuál es la mejor escena de la historia del cine? La respuesta a esta ambiciosa pregunta depende, exclusivamente, de quien dé al respuesta. Un interrogante que implica una sentencia tan categórica... que parece demasiado arriesgado formular. Sin embargo, Vin Diesel lo tiene muy claro. Para él la mejor secuencia de todos los tiempos es la que despedía a Paul Walker en el final de Fast & Furious 7.
En una reciente entrevista con NME, el protagonista de Bloodshot estuvo conversando sobre temas diversos, entre los que se incluía la franquicia Fast & Furious y lo difícil que fue seguir con "La Familia" de la saga tras la trágica muerte de Paul Walker. El elenco del filme de acción siempre se ha jactado de estar muy unido, y lo demostró con la secuencia final de la 7ª entrega, en la que Walker se despedía para siempre.
"Sentí que el estudio me pedía que volviera a un funeral", explicó Diesel sobre la secuencia en cuestión, que se filmó con imágenes de archivo de Paul Walker y la colaboración de los hermanos del propio actor. "Estaba completamente destrozado por eso. NO quería que nadie usara la tragedia como un argumento".
Sin embargo, y pese a sus negativas iniciales, viendo el resultado el protagonista y productor de la saga Fast and Furious sintió que era el mejor homenaje que se le pudo hacer a su compañero Paul Walker. "Pudimos hacer algo tan hermoso y elegante", explicó en la entrevista.
"Podría ser el mejor momento de la historia del cine. No solo en mi carrera, sino en la historia cinematográfica. Los hombres de todo el mundo, todos pueden llorar, pero por primera vez en la historia todos los hombres del planeta pudimos llorar juntos".
Si bien es cierto que la secuencia final de Fast & Furious 7 puede ser una de las más conmovedoras del cine para su elenco, la verdad es que no se puede considerar la mejor escena de la historia del cine, entre otras cosas, por su acabado técnico. Lo que está claro es que fue uno de los momentos que más han marcado la vida de Vin Diesel, y a día de hoy, todavía le sigue rindiendo homenaje.
