¿Y qué nos cuenta Piruetas? La vida de una niña, Tillie, en el primer estadio de la adolescencia, con la sensación de que la realidad que la rodea no está hecha para ella.
Por magapola
Ciudad de México, 16 de marzo (Culturamas/SinEmbargo).– Hablar de Piruetas es hablar de su autora, la jovencísima Tillie Walden, que se ha convertido en una de las promesas de la novela gráfica contemporánea y que hace poco acaba de publicar en España de la mano también de La Cúpula Editorial la primera parte de En un rayo de sol, calificada como obra “espacial” como ninguna otra hayas leído antes, según Brian K. Vaughan, autor, entre otros, de la “fantástica” serie Paper Girls.
En Piruetas, Walden hace un ejercicio de memoria realmente delicado y crudo a la vez. Ella misma afirma lo siguiente a cerca de su proceso de creación del cómic: “Quería que cada momento de este libro saliera directamente de mi cabeza, con sus errores e inconsciencias”. Y el resultado es una narración de una elegancia exquisita. Como si estuviéramos viendo una exhibición de patinaje, una se desliza suavemente por las páginas, sabiendo por otro lado la dificultad de expresar todo lo que Piruetas nos cuenta.
¿Y qué nos cuenta? La vida de una niña, Tillie, en el primer estadio de la adolescencia, con la sensación de que la realidad que la rodea no está hecha para ella, sin embargo no encuentra la fuerza suficiente para apartarse de él y descubrir su propio mundo. La disciplina y la rutina del patinaje ejercen una presión suficiente como para aplacarla durante varios años: madrugones, horas ensayando, competiciones, éxitos…, que también se convierten en envidias, rivalidades, frustraciones… Pero también entra dentro de sus rutinas el cansancio por los intentos de encajar con el grupo de amigas. La tristeza y el desamparo que nos genera el relato esta pequeña niña encuentra sin embargo momentos potentes de auténtica vida: “Y había chispas en mi vida que me sacudían de mi aturdimiento. El contraste era adictivo. La manera en la que un pequeño instante podía lanzarme al cielo después de pasarme el día cansada y mareada”.
Sin embargo, esos instantes también están llenos aristas afiladas, y es que no solo es difícil ser adolescente y no saber qué hacer con tu vida, sino que el despertar al que nos enfrentamos en esa época nos encuentra desarmadas, más todavía si hablamos de un despertar fuera de la norma en un momento en el que la homofobia era algo que debía vivirse hacia adentro si no se quería ser objeto de burlas y de marginación inmediata.
Como una buena danza, leer este libro es una delicia. “Soy la clase de creadora que es feliz haciendo un libro sin tener todas las respuestas”. Solo dar las gracias a Tillie Walden por ser ese tipo de creadora que nos hace muy feliz a las lectoras ávidas de buenas historias que se disfrutan desde la primera línea hasta la última.