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Gisela Pérez de Acha

16/03/2014 - 12:00 am

Democracia Deliberada: ¿daddy issues con el PRI?

Todos somos hijos del PRI. Perdón por la analogía, pero nadie me puede decir que el PRI no engendró nuestra política. Si hasta el PRD y el PAN vienen del ahí: el primero de sus entrañas, y el segundo del trauma de la oposición. Y lo digo con toda la intención: es como si el […]

Todos somos hijos del PRI. Perdón por la analogía, pero nadie me puede decir que el PRI no engendró nuestra política. Si hasta el PRD y el PAN vienen del ahí: el primero de sus entrañas, y el segundo del trauma de la oposición.

Y lo digo con toda la intención: es como si el PRI fuera nuestro padre. Tal vez no nos parió (eso se lo dejamos a la Malinche), pero nos adoptó en tiempos revolucionarios donde todo era caos y orfandad, hasta que el Partido nos abrió los brazos. Es un padre omnipresente, autoritario y bastante terco, que nunca dudó en usar la mano dura necesaria para mandar en casa y controlar los pleitos.

Y ahora, ¿cómo demonios le hacemos para romper con esta figura? ¿Cómo nos independizamos de la relación amor/odio que tenemos con un PRI paternalista?

Una de las pocas propuestas interesantes para romper con este autoritarismo y ser más democráticos, es la de la corriente de Democracia Deliberada, que recién acaba de afiliarse al PRD. Pero ni ellos se salvan de la figura paterna. Cuando digo en tono de broma que tienen daddy issues con el PRI, es porque precisamente en el rompimiento e independencia están repitiendo discursos que marcaron nuestra historia y nos tienen en el mismo lugar de siempre. Como si fuéramos en círculos.

Después de pasearme un buen rato en su Tumblr, puedo decir que su contenido es bastante interesante, y hay que conocerlo. Tienen buenas ideas, críticas acertadas y, sin lugar a dudas, personalidades muy interesantes. Se definen como un grupo de profesionistas, académicos y activistas de la sociedad civil organizada  que creen que “…el mejor camino para cambiar las instituciones y las políticas públicas del Estado es la izquierda partidista.”

En su página hay buenos comunicados en los que denuncian las prácticas oxidadas del PRD, la mala política urbana del gobierno, la engañosa reforma política y que se use a los maestros como botín. Uno de mis favoritos el comunicado de “El faro se está apagando”: una crítica a Mancera y cómo ha perdido la agenda de izquierda en el DF.

Aun así, en tanto a contenido me quedan dos dudas. La primera es sobre el tipo de expresiones usadas en su Tumblr. Si su propuesta es acercar a la ciudadanía a los partidos, creo que el primer punto debería ser ciudadanizar sus comunicados. Los miembros de Democracia Deliberada son la generación que está entre los políticos y los estudiantes de mi edad. Me cuesta trabajo entender por qué adoptan el lenguaje y el estilo de los primeros. La segunda es que dicen distanciarse ideológicamente con el PRD y Morena (a pesar de haber estado de acuerdo con la conformación de este último), pero no me quedó nada claro qué diferencias políticas tienen con ambos partidos.

La realidad es que después de pasearse por distintos tipos de activismo de izquierda -incluyendo intentar hacer un nuevo partido-, se dieron cuenta de lo cerradas que estaban las vías y decidieron afiliarse al PRD. Por supuesto fueron bateados, pero litigaron el caso y lo ganaron en los tribunales. Ahora son una corriente que busca reformar al PRD desde el interior del partido …

Y aquí es donde los daddy issues son muy pesados. Como cuando crecemos y repetimos las historia que más odiábamos de nuestros papás, así Democracia Deliberada repite la historia del PRI:

Era 1987, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, entonces chavos, crearon la Corriente Democrática para reformar al PRI desde el interior del partido. Eran críticos. Denunciaban el autoritarismo, la falta de transparencia, la necesidad de democratizar los procesos internos y postulando la independencia sindical.

Esta corriente se desarrolló para convertirse en el PRD. En un lapsus hasta sería fácil que se confundiera el nombre de los dos: del Partido de la Revolución Institucional a Partido de la Revolución Democrática, aquí está el primer rompimiento edípico.

La historia se repite en el segundo Edipo, cuando al interior del ahora PRD surge una corriente democrática que busca reformar la ya-democratizada-democracia-que-ahora-necesita-democratizarse. Y es que el PRD mimetizó las dinámicas de un partido viciado. No se podía esperar más si el tablero, los jugadores y los árbitros eran los mismos.

Ahora, es evidente que el contexto ha cambiado, y las instituciones también. Vaya, como país hemos “crecido”. La democracia de ese entonces no significa lo mismo que hoy, y tampoco la izquierda. Pero me asusta leer los comunicados de ambas corrientes y ver cuánto se parecen, hasta en cuestión de estilos: las dos de izquierda, las dos partidistas, y las dos con la intención de reformar desde adentro.

“…creemos que para lograr la consolidación de las izquierdas como opción de gobierno a partir de una amplia coalición social, se deben encontrar nuevos mecanismos de organización e inclusión que rebasen la captura burocrática y la personalización del poder.”

“…la concentración burocrática y la ausencia de genuinos equilibrios políticos propician la más caprichosa aplicación de las leyes. En aras del pragmatismo se entierran los principios y la congruencia se esfuma en los vaivenes sexenales, mientras los estilos personales de los gobernantes definen los programas nacionales…”

El primero es de Democracia Deliberada del PRD, y el segundo de la Corriente Democrática del PRI. Denuncian lo mismo porque los vicios son los mismos, ¿lo serán también los remedios?

Tal vez sea porque hasta aquí todo es discursivo y no hemos visto a los demócratas deliberados en acción. Yo admiro la iniciativa y a las personalidades que la conforman, pero ¿lograrán hacer algo distinto?

Ellos mismos lo dijeron en un comunicado donde se referían al PRD:

“…las corrientes tienen al Partido atado de manos, éste es un partido donde se negocian cuotas pero donde no se deliberan ideas o posiciones, el partido no es transparente, el dinero y los gastos jamás se justifican o casi nunca se reportan, los órganos no son autónomos, los puestos no van a los mejores.”

¿Hasta dónde llegará el rompimiento, y qué esquemas oxidados se van a mantener? ¿Qué tanto margen de acción tendrán una vez que lleguen al poder? ¿Van a mimetizarse para sobrevivir a la ley de la selva? Tendremos hasta el 2015 para verlo.

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