Ciudad de México, 16 mar (SinEmbargo).- Este 22 de marzo llega El chef a las salas mexicanas. Se trata de la reciente entrega de lo que podría ser llamado la tradición de la comedia francesa, a cargo del veterano Jean Reno y el joven cantante y actor Michael Youn.
Su director, el francés Daniel Cohen, durante mucho tiempo había albergado el sueño de hacer una película con una pareja de cómicos.
“Comencé mi carrera como actor de teatro y participé en muchas comedias de teatro clásicas que incluía obras de Shakespeare, Goldoni, Moliere y Feydeau. Amaba esa dinámica. El ámbito culinario era una de los escenarios que venían a mi cabeza, además del hecho de que la comida era una mis pasiones de joven, el mundo de la alta gastronomía no es muy común en las películas”, explica el director.
“Cuando iniciamos el proyecto, la gastronomía francesa no estaba de moda y los programas de concursos de cocina aún no habían conquistado la televisión. Parecía ser un territorio virgen. Había algunas películas sobre restaurantes y cafeterías, los americanos habían hecho Ratatouille, pero desde Láile ou la cuisse y Le grand restaurante, habían pasado 35 años en que no se realizaba una comedia sobre ese mundo en particular”, agrega Cohen, también director de Una vie de prince, en 1999 y Les Deux mondes, en 2007.
LA SOPA DE CHÍCHAROS QUE ME HIZO LLORAR
Cohen, como buen autor del guión, tuvo que adentrarse en el desconocido mundo de la cocina, para lo cual se entrevistó con chefs de fama mundial como Alain Passard, Alain Ducasse y Pierre Gagnaire.
“Visite sus cocinas, hablé con ellos. La primera vez que entré a la cocina, fui recibido con varios premios, parecía que había entrado a una joyería de Place Ventome. Es fascinante observar cómo pulen cada detalle con extremo cuidado y precisión. Los chefs son gente muy impresionante. Su pasión los lleva a un nivel superior.
“Ellos colocan su reputación en la línea en cada plato que hacen a diario. Constantemente buscan la perfección y están en contra de la rutina. Con su séquito de aprendices alrededor, componen platillos como si se tratara de una pintura. Hay algo diabólico en esos tipos que te pueden hablar de algún vegetal como si estuvieran hablando de un Rembrandt”, advierte el cineasta.
“Con Alain Passard tuve la oportunidad de probar un poco de consomé de chícharos y las lágrimas rodaron sobre mis mejillas. Fue como si nunca hubiera probado los chícharos antes o, mejor aún, como si estuviera redescubriendo su sabor durante la infancia. Es una cocina emocional que me dejo una grata impresión”, dice Cohen.
Gracias a esas visitas, Cohen, junto al también guionista Olivier Dazat, pudo estructurar una historia divertida, cuya sustancia estuviera dada por el encuentro entre un joven chef y su ídolo y todo que este acontecimiento produce en la vida y en la profesión de ambos.
La cocina como una actividad cargada de sentimientos y emociones, como algo que afecta íntimamente a las personas, requirió por parte del director equilibrar bien todos los ingredientes de la historia.
Así, El Chef resulta una comedia de situación que a veces cae en la parodia, sin por ello renunciar a darle a cada personaje sus primeros planos, para que muestren su pasión por lo que hacen.
De ese modo, “el cocinero veterano recupera las ganas de realizar las cosas que lo llevaron a la cima, pero que ya no lo entusiasmaban. El chef más joven, en tanto, finalmente encontrará el significado de alcanzar su sueño. Es simple, es una bella idea que toma significado cuando los personajes son interpretados por actores de la talla de Jean Reno y Michaël Youn”, reconoce Daniel Cohen.
Es precisamente el elenco, sobre todo la pareja principal, lo que tiene más que satisfecho al director.
“Quién mejor que Jean Reno para encargar al gran chef francés. Tenía la estatura, la fuerza y su gran humanidad. Es perfectamente creíble en el personaje de un hombre con un gran don, discreto pero con opiniones fuertes, fácilmente corresponde a los valores de la alta gastronomía. Lo contactamos al principio del proyecto y no estaba disponible. Así que decidimos esperar por él”, cuenta el realizador.
“La decisión de trabajar con Michael Youn era más que obvia. Tan pronto como dirigí mi primera película, sabía que quería trabajar con él en algún momento. Tal vez porque vengo del teatro, donde Arlequín es mi personaje favorito, me gustan los personajes que tienen algo de rebeldía, pero que son encantadores y con quien no puedes decidir si son locos o genios. Afortunadamente, él aceptó enseguida”, agrega.
“Michael es muy calmado a pesar de su fantástico sentido del humor. Aquí descubrimos su humanidad y gentileza. Sin ningún sacrificio, él se las ingeniaba para ser más sensible de lo que hubiera imaginado. Realmente creo que en el día a día es una persona que se parece mucho a Jacky.
Me gusta mucho Jean, porque nunca hizo lo que esperarías de él. Los grandes chefs dicen que la cocina es un gesto y eso fue lo que Jean aportó a la receta que le dimos. Es como un prisma a través del cual te transmite información y que él utiliza de una forma en particular para darle color a su propia vida”, concluye.