Esta subvariante sería un 84 por ciento más transmisible que la otra que también proviene de Ómicron. OMS indicó que hay pruebas tan efectivas para identificar cualquiera de los dos sublinajes.
Ginebra, 16 feb (EFE).- Un 21 por ciento de los nuevos casos de COVID-19 analizados en laboratorio pertenecen al sublinaje BA.2 de la variante Ómicron, que ha generado inquietud por su aún mayor transmisibilidad y por no ser detectada por algunos test, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la considera de especial riesgo.
Según el informe epidemiológico semanal de la organización, el sublinaje BA.2 está aumentando de forma estable y es incluso dominante en países como China, India, Dinamarca, Pakistán o Filipinas, según los datos de la red global de laboratorios GISAID, que trabaja junto a la OMS.
La subvariante BA.2 es como media un 84 por ciento más transmisible que la BA.1 (otro sublinaje de ómicron), según cálculos de la OMS.
Sin embargo, informaciones iniciales que señalaban que esta subvariante no era detectable por test parecen haber sido desestimadas por la OMS, que indica en el informe que algunas pruebas PCR, de antígenos y de anticuerpos muestran la misma efectividad con BA.2 que con BA.1.
Sobre el nivel de gravedad de las infecciones causadas por BA.2, y de acuerdo con la situación en distintos países, la OMS concluye que los contagios con este sublinaje van asociados o bien a un descenso o a un mantenimiento en el número de hospitalizaciones, lo que en todo caso parece descartar que generen formas más graves de la enfermedad.
Tampoco parece variar la efectividad de las vacunas, concluye la OMS.