Un estudio revela que los castigos equitativos son los preferidos de manera natural, aunque cuando la represalia es excesiva también se saborea la revancha.
Por Javier Bragado
Ciudad de México, 16 de febrero (AS México).- ¿Cuántas veces se ha vengado en el cine Liam Neeson? ¿Cuántas veces fue más allá de lo equilibrado para tomarse una revancha para atacar a los suyos? De una premisa tan sencilla ha estirado una serie de películas basadas en devolver el golpe. Pero, ¿y los espectadores? ¿Cuándo disfrutan más? ¿Preferirían que perdonara a sus enemigos?, ¿que les ajusticiara al mismo nivel, ¿o que respondiera más fuerte? En definitiva, ¿con qué disfrutan más los espectadores? ¿qué les parece más estimulante? ¿saborean la venganza como el personaje de la pantalla?
Un grupo de psicólogos trató de aprovechar este tipo de narrativas y descubrió que la venganza se disfruta si es equilibrada o excesiva. El experimento, publicado en la revista Communication Research, consistió en presentar a un texto a universitarios que aparentemente era el embrión de un guión. La trama consistía en que el malvado de turno robaba 50 dólares a un compañero. La diferencia estaba en el pago final de las fechorías del personaje. A un tercio de los individuos observados se les señaló que el villano terminaba invitando un café al otro protagonista. En el segundo, la revancha del damnificado llegaba cuando le robaba una botella de whisky que costaba 50 euros. Finalmente, en el tercero se devolvió el dinero pero, además, el perjudicado también descargó pornografía en el ordenador del trabajo del ladrón para causarle más perjuicios.
Los datos mostraron que cada opción provocaba una reacción diferente. Para empezar, el perdón del ladrón supuso en la mayoría de los casos una sensación estimulante y agradable. En cambio, cuando se producía la venganza a una escala igualada o excesiva los sujetos reconocieron disfrutar más. "Nos gustan las historias en las que los malhechores son castigados y, cuando reciben más castigo del que merecen, nos parece divertido", explicó Matthew Grizzard, autor principal del estudio de psicología evolutiva y profesor asistente de comunicación en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos).
No obstante, uno de los aspectos que los psicólogos destacaron del estudio fue la velocidad de respuesta cuando tras leer el texto se les pidió que enjuiciaran sus sentimientos. Cuando la venganza fue equilibrada se contestó con más rapidez. Los expertos aseguran que al corresponder con un estándar de moral es más fácil responder de una manera natural e intuitiva.
SABOREAR LA VENGANZA
En los otros casos se tardó en dar una respuesta. "Ver la falta de castigo requiere un nivel de deliberación que no nos llega naturalmente. Podemos apreciarlo, incluso si no parece particularmente agradable", sostiene Grizzard. Para el caso de la revancha excesiva hay una conexión con el placer. Según los psicólogos, los jóvenes que leyeron el final con la venganza exagerada se tomaron su tiempo para saborear el castigo extra.