La ola de violencia generada en México el año pasado, junto con los sismos de septiembre pasado, hicieron que el turismo –una de las tres principales actividades económicas y fuente de divisas del país– cayera en el tercer trimestre de 2017.
De julio a septiembre de 2017, el consumo de los turistas tanto extranjeros como nacionales cayó 1.9 por ciento, mientras que el Indicador Trimestral del PIB Turístico disminuyó 2.23 por ciento, la caída más pronunciada desde el segundo trimestre de 2009.
Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).– De julio a septiembre de 2017, el consumo de los turistas tanto extranjeros como nacionales cayó 1.9 por ciento, mientras que el Indicador Trimestral del PIB Turístico disminuyó 2.23 por ciento, la caída más pronunciada desde el segundo trimestre de 2009, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
México es en la actualidad el octavo país más turístico del mundo al registrar 35 millones de viajeros internacionales en 2016, según el listado de la Organización Mundial de Turismo (OMT).
En términos de divisas, supuso un ingreso de 19.571 millones de dólares.
La ola de violencia generada en México el año pasado junto con los sismos de septiembre hicieron que el turismo, una de las tres principales actividades económicas y fuente de divisas del país, cayera en el tercer trimestre de 2017.
En agosto del año pasado, el Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó la Alerta de Viaje para sus ciudadanos y en ella agregó restricciones respecto a viajes y condiciones de seguridad en Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz.
El Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto no pudo evitar que la ola de violencia invadiera también las principales las zonas turísticas del país. El acecho de la inseguridad sobre éste sector, que aporta el 9 por ciento del PIB, se da en medio de la especulación sobre los futuros ingresos económicos de México debido a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos.
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El año que recién terminó, 2017, fue el más violento en una década, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En casi todo el país la violencia escaló. Los estados más críticos son Colima, Nayarit, Veracruz, Baja California, Baja California Sur, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí y Zacatecas.
Si en algún momento se pensó que la guerra del ex mandatario Felipe Calderón Hinojosa llegó al punto más álgido de víctimas posible, la administración del Revolucionario Institucional la superó.
Durante los cinco años de Gobierno de Enrique Peña Nieto se acumularon 96 mil 421 denuncias por homicidio doloso, de acuerdo con el último corte (a diciembre de 2017) del Secretariado Ejecutivo. Es decir, un promedio diario de 52.8 carpetas de investigación abiertas en el país.
Con Calderón Hinojosa fueron abiertas, en promedio, 49.9 denuncias al día. En la administración pasada, el 2011 había sido registrado como el año más violento con 22 mil 409 homicidios dolosos.
Al inicio de su gestión, el Presidente Peña Nieto aseguró que su estrategia de seguridad estaría basada en no crear una apología de la violencia, no confrontar a grupos criminales y centrar la batalla en la captura de 122 “objetivos prioritarios”. Sin embargo, la llamada guerra contra el narco perduró.
Aunado a la violencia, los dos sismos que se registraron en septiembre pasado afectaron a varias entidades como Chiapas, Oaxaca, la Ciudad de México, Morelos, Puebla, el Estado de México y otras regiones del centro y sureste del país.
De acuerdo con el Inegi, el Indicador Trimestral del PIB Turístico cayó 2.2 por ciento en términos reales en el tercer trimestre de 2017 frente al trimestre previo. A su interior, el de los Servicios Turísticos disminuyó 2.3 por ciento y el de los Bienes 0.5 por ciento.
En su comparación anual, el indicador trimestral del PIB turístico se incrementó 3.1 por ciento con cifras desestacionalizadas en el trimestre julio-septiembre de 2017. Por componentes, el de los Bienes aumentó 4.7 por ciento y el de los Servicios creció 3 por ciento.
EL CONSUMO TURÍSTICO TAMBIÉN CAE
El Indicador Trimestral del Consumo Turístico Interior cayó 1.9 por ciento en el tercer trimestre de 2017 respecto al trimestre previo. De manera desagregada, el Consumo del Turismo Interno fue menor en 2.2 por ciento y el del Turismo Receptivo descendió 0.8 por ciento.
En su comparación anual y con datos desestacionalizados, el Indicador Trimestral del Consumo Turístico Interior registró un alza de 2.5 por ciento durante el trimestre julio-septiembre de 2017 respecto a igual trimestre de 2016.
Por componentes, el Consumo del Turismo Interno aumentó 3 por ciento, mientras que el del Turismo Receptivo retrocedió 0.8 por ciento.
