Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- “Ojalá se trabaje en las políticas públicas antes de que pase una tragedia”, dijo el doctor en sociología y docente en el Centro de Investigación y Docencia Económicas  (CIDE), Fernando Segura Trejo, sobre la creciente violencia en los estadios del futbol mexicano.

“En Inglaterra fue así, ocurrieron dos tragedias y se atacó el tema, podemos estar de acuerdo en si es o no la visión que conviene, pero ocurrió una tragedia y se atacó el problema. En Argentina han ocurrido múltiples tragedias y el problema sigue estando ahí, entonces parece ser que en México sí tendrá que ocurrir una tragedia para que inicie una catarsis mediática”, agregó.

Con más de 9 años estudiando fenómeno sociológico en diversas canchas del balompié a nivel mundial, Segura presentó casos en Inglaterra, Bélgica, Argentina y México, durante el seminario Violencia y regulación en estadios de futbol.

Destacó su deseo por buscar más responsables, además pidió a periodistas ser más críticos entorno a directivas y barras, para que  ejerzan presión y regrese el ambiente familiar que se respiraba en los estadios mexicanos a mediados de 1990.

“Toda la sociedad es responsable de este fenómeno, tampoco hay que achacarle toda la culpa a los clubes o ligas, también el Estado debe tener una posición firme que acá está faltando. Donde la violencia que existe en México, se implemente en los estadios de futbol estamos ante un escenario catastrófico”, consideró.

Segura habló sobre la violencia en los campos de futbol a partir de la transformación de las porras mexicanas en estas nuevas barras, situación que surgió hace cerca de 15 años y que prácticamente se esparció en todos los equipos de futbol de primera división. Si bien ahora ocasionan problemas, de inicio fueron cimentadas por los propios clubes.

“Las barras en México han estado incentivadas por los clubes, hoy por hoy directivos no lo van a reconocer pero a principios de los años 90 dieron dinero para que se lograran estas barras, e incluso permitieron que barras argentinos vinieran a asesorarlos.

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“Y tenemos otra consecuencia de la instalación de las barras en México, esta separación física y simbólica de los aficionados, que no se puedan cruzar. Que un espectador de la barra de Pumas no se pueda cruzar con el del América porque estamos ante un drama, esta lógica hace unos años en México no pasó, y hoy por hoy hemos llegado a este caso”, agregó.

El PROBLEMA CRECE

Uno de los problemas que el sociólogo detectó en México es la tendencia creciente en los incidentes violentos recientemente, con Tigres viéndose afectado en Primera división, y otros como Irapuato en el ascenso hace un par de días, situación que en varias ocasiones ha sido negada por directivos en la Federación.

“En México hay una falta de convicción, por ahí me pueden decir que la federación contrató a unos expertos por ahí, pero hay una falta de comisión con distintos factores, donde haya expertos, periodistas, aficionados, presidente de clubes y demás gente que se sienten a discutir los problemas y proponer medidas y una visión a largo plazo”, analizó.

Uno de los hechos violentos que destacó fue el ocurrido en octubre pasado, cuando elementos de seguridad en el estadio Nou Camp de León desalojaron con agresiones y represión a los aficionados de Tigres que hicieron el viaje a Guanajuato, actuación de la policía que el sociólogo precisó se ha observado en hechos violentos principalmente en Argentina, y que por ende los elementos de seguridad están comprobados como una de las razones para que haya violencia en los estadios, situación que en Inglaterra y Bélgica se ha trabajado a fondo para que haya un respeto mutuo con los hinchas.

En cuanto a la respuesta pública reiteró que hace falta más participación del Estado en un marco regulatorio claro (que creyó tomará años), pues no solo con operativos de seguridad para evitar cruces de barras se resolverán los inconvenientes.

Sin embargo el panorama pudiera resultar positivo para México en comparación con los otros países, luego de que la BBC de Londres diera una lista de los países con mayores problemas en esta violencia, con: Argentina, Brasil, Polonia, Rusia, Holanda, Serbia y Croacia.

“México no figura entre los casos más violentos, entonces todavía estamos en una etapa donde se puede resolver, o al menos se pueden llevar adelante medidas en este contexto como lo hay en Argentina”.

Además hay ciertas decisiones que el investigador comparte con la Federación Mexicana de Futbol en su intento por erradicar agresiones en los campos, como con la prohibición de los trapos que realmente se usaban como herramienta de tensión y de combate.

“Lo que nos han demostrado los estudios sociológicos es que hay varios corresponsables, hay chivos expiatorios, hay actores calientes y hay actores fríos, que son los que dan los recursos, patrocinan, estos son muy corresponsables en la violencia porque juegan con las emociones de individuos que son apasionados por el futbol o por el poder”, sentenció.

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