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Héctor L. Frisbie

16/01/2022 - 12:02 am

COVID19, la información y el egoísmo

En algunos momentos de la pandemia de COVID-19 ha sido la carga de ideología lo dominante en el discurso que debiera estar ocupado por mensajes útiles, entendibles y replicables.

El 31 de diciembre en Wuhan, provincia de Hubei, China inició una avalancha geométrica-exponencial de información relacionada con la pandemia COVID 19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado desde entonces y con regularidad, lineamientos técnicos. Habitualmente sólo habla con voceros. Ha decidido bajar mensajes y tener presencia con la población de manera directa en muy contadas ocasiones cuando se ha rebasado algo útil en salud publica. Esta estrategia ha favorecido difusión de opiniones sin fundamento científico. En algunos momentos de la pandemia de COVID-19 ha sido la carga de ideología lo dominante en el discurso que debiera estar ocupado por mensajes útiles, entendibles y replicables. La población tiene “opciones de la verdad” y como consecuencia ha hecho lo mismo, opina habitualmente por afinidades ideológicas escasamente relacionadas con la ciencia o la salud pública.

Otra vertiente de comunicación han sido los despliegues curriculares de voceros, expertos y analistas. El provenir de una institución en particular se pretende sea patente de derecho exclusivo a la verdad. Hemos visto cómo se desprecian vacunas por su origen o su nacionalidad, se dictan guías de manejo nacionales como las publicadas por la Secretaría de Salud en México y autoridades locales como las de la Ciudad de México hacen sus propios protocolos contraviniendo los nacionales y hasta instituciones como el Seguro Social tienen guías de manejo con criterios diferentes a los nacionales. Se ha alimentado la confusión de manera cotidiana.

Las agencias informativas, redes sociales y las conversaciones privadas han sido invadidas por una insaciable necesidad de saber lo que pasa, de saber cómo cuidarse, de saber cómo protegerse del virus y su contagio. Poco tiempo pasó y la pandemia empezó a ser una herramienta usada con voracidad para uso personal, sectorial, económico, político y otros muchos ámbitos. Procesos electorales contaminaron los discursos de salud pública en varias naciones. Estrategias sanitarias se entorpecieron, incluso odios personales se alimentaron usando como justificación a la pandemia de la COVID-19.

Voceros de instituciones mundiales, nacionales y locales ocuparon el discurso inicialmente con la información disponible en cada momento de la pandemia. Personajes como los doctores Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS; el doctor Anthony Fauci, jefe de asesores médicos de la Presidencia en los Estados Unidos; y en Mexico el doctor Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, se convirtieron en personalidades admiradas, odiadas y muchas veces cuestionadas.

En un momento histórico difícil de identificar se perdió el discurso de la prevención, de la salud publica y pasamos a hablar de personajes. Se generó confusión en la gente y hoy no hay un discurso dominante que otorgue certeza en la mayoría. La OMS, hasta hoy, no ha declarado abiertamente al virus SARS-CoV-2 como uno transmitido sólo a través del aire, invitando así a priorizar la convivencia en espacios ventilados y el uso de cubrebocas. Aún hay quien equipara el uso de geles antibacteriales con el cubrebocas y eso es una muestra de incapacidad para el manejo del discurso y la información en salud pública.

Esta pandemia debe ser una lección de la cual debemos aprender todos para usar nuestro conocimiento en las próximas pandemias. Las habrá no tengan duda. Y la próxima podría ser con un virus más transmisible, más letal y mientras nos ponemos de acuerdo el virus será quien gane.

Héctor L. Frisbie
Nació en la Ciudad de México en 1965. Se graduó como Médico Cirujano en 1989 en la Ciudad de México. De la especialidad de Ginecología y Obstetricia en 1996 en la Ciudad de México. Fellow del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. Se graduó en Alta Dirección en Instituciones de Salud Publica en el IPADE. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Centro Médico Dalinde en la Ciudad de Mexico. Director General del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato. Es candidato al Doctorado en Salud Pública por la Universidad Walden en Minneapolis Minnesota. Desde 2010 practica medicina en EU. Participa regularmente en entrevistas de salud en las cadenas UNIVISION y TELEMUNDO. Tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud asociado a un noticiero y se transmite cada semana en la República Mexicana.

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