Cuando los encuentros salieron a la luz pública, la actriz mexicana se vio envuelta en graves problemas legales, al grado de autoexiliarse fuera de México por una orden de aprehensión en su contra.
Ciudad de México, 16 de enero (SinEmbargo).- La actriz Kate del Castillo se volvió oficialmente un objetivo de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), luego de que en 2015 ella y el actor Sean Penn se reunieran en Sinaloa con Joaquín “El Chapo” Guzmán tras su fuga en un penal de máxima seguridad de México por segunda ocasión.
De acuerdo con la indagatoria que las autoridades emprendieron a finales de 2015 contra la actriz, a la cual tuvo acceso El País, durante 17 meses, la PGR hizo uso de intervenciones telefónicas, policías de inteligencia, auditorías fiscales, entrevistas testimoniales y cooperación con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para ver si era posible procesar a Del Castillo por delitos como delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y encubrimiento, tomando como punto de partida sus intercambios y su encuentro con “El Chapo” Guzmán.
La periodista Zorayda Gellegos señaló en un texto publicado por el medio español que las pruebas no sirvieron para que a la actriz se le asociara con el Cártel de Sinaloa ni revelaron que hubiera dinero del capo detrás del tequila de la marca Honor del Castillo que promocionaba la actriz. Sin embargo, Gallegos añade que el proceso dio lugar a una larga novela con filtraciones de chats, acusaciones cruzadas, demandas y un encuentro surrealista entre uno de los mayores narcotraficantes del mundo, el actor Sean Penn, Kate del Castillo y dos productores de Hollywood.
Cuando los encuentros salieron a la luz pública, la actriz se vio envuelta en graves problemas legales, al grado autoexiliarse en Estados Unidos por una orden de aprehensión en su contra. Según el relato judicial, citado por El País, todo comenzó con un correo anónimo recibido el 24 de septiembre de 2015, casi tres meses después de la fuga de “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad El Altiplano.
Zorayda Gellegos indica que el mensaje advertía a las autoridades que la actriz Kate del Castillo planeaba encontrarse con el líder del Cártel de Sinaloa porque quería producir una película sobre su vida: “El próximo 25 de septiembre del 2015 se reunirá con él en el poblado de la Tuna, en Badiraguato, Sinaloa. Sólo necesitarán seguirla o intervenir sus teléfonos para que verifiquen lo que les estoy diciendo”, se lee en la transcripción.
¿Qué dio inicio a ese encuentro? La periodista Zorayda Gallegos recordó que en 2012, la protagonista de La reina del sur publicó una carta abierta en Twitter donde decía que confiaba más en “El Chapo” que en el Gobierno mexicano. Además, Del Castillo le sugería al capo que empezara a “traficar con amor”. Tiempo después, Joaquín Guzmán terminó convirtiendo a Del Castillo en una nueva obsesión para poder hacer una película sobre su propia vida.
En 2014, cuando Guzmán ya estaba detenido en El Altiplano, se dio el primer contacto entre la actriz y los abogados de “El Chapo” para discutir la posibilidad de colaborar en la filmación biográfica. Desde entonces, ella y el capo —con sus abogados como intermediarios— comenzaron un intercambio que fue seguido de cerca por las autoridades.
No obstante, El País subraya, según los documentos, que el día que las autoridades recibieron el supuesto correo anónimo policías federales de la División de Inteligencia acudieron a los aeropuertos de la Ciudad de México y de Guadalajara para preguntar en las aerolíneas si había reservaciones a nombre de Kate del Castillo. En un módulo se les informó a las autoridades que la actriz tenía un vuelo que llegaría a dicho estado. “El día 25 de septiembre de 2015, a partir de las 10:00 horas nos constituimos en el Aeropuerto de la ciudad de Guadalajara montando una vigilancia fija”.
El medio detalla que cuando la actriz arribó al aeropuerto de la capital tapatía, los agentes la siguieron al hotel y luego al restaurante del hotel, se sentaron en una mesa contigua a aquella donde Del Castillo mantenía una conversación con uno de los abogados de “El Chapo”, y según el informe, lograron captar fragmentos del diálogo: “Será un honor ser ‘socia del señor’”. Para entonces, la Policía Federal sabía bien a quién estaba siguiendo.
De acuerdo con las conversaciones que la Fiscalía filtraría después a la prensa, el 25 de septiembre fue el día en que la actriz les dijo a los abogados de Guzmán que quería llevar al actor Sean Penn cuando se encontraran en persona para discutir el proyecto de hacer una película. Kate del Castillo había sido el nexo entre los dos y también fue la traductora del encuentro, el cual fue acordado para el 2 y 3 de octubre de 2015.
El País precisa que en los días posteriores, los policías volvieron a ambos aeropuertos a realizar tareas de vigilancia. El 2 de octubre, la actriz aterrizó a las 13:20 en Guadalajara en un vuelo privado acompañada por otras personas, entre ellos Sean Penn. Los agentes los siguieron hasta el hotel, donde apenas si dejaron sus maletas y volvieron a salir en tres vehículos por una carretera federal rumbo a Tepic, Nayarit.
“En el camino ingresaron a una brecha donde se ubicó una pista aérea observándose minutos después la salida de dos avionetas”, quedó anotado en el informe citado por el medio. Hasta ahí llegaron los agentes aquel día. Lo que sucedió a partir de ese momento ha sido narrado tanto por Del Castillo en la revista Proceso como por Penn en la revista Rolling Stone, tan sólo un día después de que fuera nuevamente capturado, y ambos artículos figuran en la indagatoria.
En la entrevista, Penn habló sobre la “sonrisa cálida” del capo y de su “carisma indiscutible”. “Trafico más heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana que nadie en el mundo. Tengo una flotilla de submarinos, aviones, camiones y botes”, le dijo el capo durante la conversación. La visita, en una zona montañosa de México que no fue revelada y donde estuvieron vigilados por más de 100 miembros del Cártel, le valió a “El Chapo” su captura porque permitió que las autoridades mexicanas lo ubicaran.
Cuando la entonces PGR dio a conocer que habían capturado al “El Chapo” luego de seis meses prófugo, dijo que un aspecto importante que permitió precisar su ubicación fue “el haber descubierto la intención de Guzmán Loera de filmar una película biográfica, para lo que estableció comunicación con actrices y productores”. De un modo u otro, su afirmación volvía a todos los involucrados en parte del problema.
Cuando los encuentros salieron a la luz pública, la PGR le confirmó que ambos se encontraban bajo investigación. Sin embargo, la única que estaba inmersa en una investigación desde meses atrás era Kate del Castillo. Y una pieza clave para acceder a información confidencial de ella fue Andrés Granados, abogado del capo. Una de las primeras diligencias que realizó el Ministerio Público en la indagatoria fue pedir información de los chats resguardados en el equipo telefónico del litigante.
Zorayda Gellegos especifica en su texto que estas conversaciones habían sido captadas tras una autorización de un juzgado penal para que la Procuraduría pudiera intervenir las comunicaciones privadas del abogado. En su teléfono se encontraron fotografías con la actriz, incluso en una de las conversaciones, Granados le dice a la actriz: “Estamos checando bien el poder. Reciba un saludo del sr. y su servidor”. Posteriormente, al ser interrogado por los fiscales, el abogado explicó que se trataba de un poder notarial que Guzmán Loera le daría a ella para pleitos, cobranzas y negociaciones, aunque no dijo si se concretó.
“Lo que el capo le había ofrecido a la actriz, según reportaron entonces distintos medios, eran los derechos exclusivos para hacer una película sobre su vida”, agrega la periodista. En tanto, Kate del Castillo ha insistido siempre en que eso fue lo que motivó su acercamiento al narcotraficante: “Eso me parecía oro puro para mi carrera, para hacer algo grande y poder hacer cosas”, dijo en una entrevista en 2018.
Zorayda Gellegos destaca que existe la posibilidad de que Penn haya colaborado en algo sobre la denuncia del paradero del capo, al igual que la afirmación de las autoridades mexicanas de que la reunión entre el capo y los actores fue clave para volver a detenerlo, pues de acuerdo con el reportero del The New York Times, Alan Feuer, las fuerzas mexicanas y las de Estados Unidos ya sabían dónde estaba escondido Guzmán, y aquella visita de los famosos fue un obstáculo antes que una pista.
Sin embargo, la periodista narra que la entonces Procuraduría siguió dando a entender esa versión y continuó adelante con la indagatoria. Entre otras diligencias, explicó, requirieron información a la oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de Estados Unidos y a la dirección regional adjunta de la DEA. Esta última remitió un informe donde destacaba: “Ninguna de las personas mencionadas posee antecedentes penales en nuestras bases de datos por tráfico de drogas”.
En México, la PGR requirió información de las cuentas bancarias de Del Castillo a diversas instituciones a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, solicitó las declaraciones de impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y documentación certificada referente a un “acto de fiscalización practicado a la contribuyente”.
Además, se solicitó a cada una de las oficinas de los registros públicos de la propiedad en las 32 entidades del país que se buscaran bienes inmuebles o terrenos inscritos a nombre de la actriz, se requirió al Instituto Nacional de Migración (INM) un reporte de todas sus entradas y salidas al país y se pidió al representante legal de la empresa Black Berry sábanas de llamadas telefónicas relacionadas con los números telefónicos que utilizó la actriz.
“Las autoridades gastaron recursos económicos y humanos para intentar demostrar que la protagonista de La Reina del Sur había hecho una sociedad con el líder del Cártel de Sinaloa y que este habría invertido recursos económicos para la patente de una marca de tequila de la actriz y para una película sobre su vida”, pero los testimonios recabados desmintieron dicha hipótesis. Pese a ello, la Fiscalía continuó con la indagatoria.
El medio español añade que el 19 de febrero de 2017, el agente del Ministerio Público encargado del caso analizó cada una de las pruebas y decidió ponerle fin a la indagatoria. En el dictamen emitido, donde se enumeran más de 200 pruebas analizadas, se decretó el no ejercicio de la acción penal. Con ello el expediente terminó archivándose sin haber sido enviado siquiera a un Juez. Sobre el delito de delincuencia organizada, el Fiscal señaló que no se demostró que la actriz se hubiese organizado con tres o más personas de forma permanente o reiterada o que hubiese pertenecido al grupo criminal.
“El material probatorio tampoco arroja actos concretos de intervención de la implicada conforme a los fines de la agrupación que lidera El Chapo Guzmán y ni siquiera evidencian su pretensión para formar parte de dicha banda criminal”, quedó asentado en el documento citado por El País.
Lo único que arrojaron las pruebas fue que Kate del Castillo tenía interés de realizar una película relacionada con Guzmán Loera para documentar la vida de este. “Esa circunstancia no implica la realización de actividades ilícitas, sino que únicamente refleja que la reunión con la persona citada era sólo con la finalidad de realizar una película y en ejercicio de una profesión”, dice el documento.
Después de descartar los delitos por delincuencia organizada y lavado de dinero, analizaron si la actriz había cometido delitos contra la salud y por encubrimiento, pero tampoco pudieron incriminarla porque concluyeron que el hecho de que en un momento determinado se hubiera reunido con “El Chapo” Guzmán para la realización de un proyecto sobre su vida no implicaba que los inculpados supieran dónde se encontraba oculto ni que hubieran proporcionado un sitio para esconderlo.
Finalmente, Zorayda Gellegos detalla que una vez que se emitió el dictamen de no acción penal, la actriz ha buscado la forma de tener acceso al documento y ha buscado la protección de la justicia para lograrlo. Uno de los jueces que vio su amparo concluyó que las autoridades de la Procuraduría General de la República utilizaron las filtraciones en los medios de comunicación como “una forma de penalizarla desproporcionadamente” mediante una supuesta vinculación afectiva con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, sin juicio previo. La actriz también promovió un amparo en contra del desechamiento de su demanda por haberla vinculado con las investigaciones por la fuga del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, pues enfatizó en que se sintió “perseguida” por las autoridades de la pasada administración del Presidente Enrique Peña Nieto, quienes, según ella, montaron “un juicio mediático y la criminalizaron”.