La economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza, considera que el precio del petróleo y el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos son los factores que, se prevén, serán los principales determinantes del tipo de cambio en México.
Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo).– A dos días de culminar el año, el dólar en bancos cerró hasta en 17.60 pesos, el límite que ha registrado los últimos días, y el FIX subió a 17.26 pesos, dos centavos más que ayer.
Banco Base, a través de un análisis, adelantó que el valor del tipo de cambio en el próximo año dependerá de los siguientes aumentos a la tasa de interés en Estados Unidos, actualmente entre 0.25 y 0.50 por ciento, y a los precios del petróleo, los cuales atraviesan por una ola de volatilidad. La semana pasada reportaron ganancias que ayer se vieron frenadas con una considerable caída, pero hoy las ha retomado a la espera de que se conozca mañana el estado semanal de las reservas de crudo en Estados Unidos.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este martes un 2.87 por ciento al finalizar en 37.87 dólares el barril.
En tanto, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) terminó la sesión de este martes con una pérdida marginal de 0.01 por ciento y los índices estadounidenses finalizaron en terreno positivos, donde el promedio industrial Dow Jones subió 1.10 por ciento, el Nasdaq 1.33 por ciento y el Standard and Poor´s 500 avanzó 1.06 por ciento.
De acuerdo con la economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza, el tipo de cambio estará por arriba de 16 pesos por dólar con factores de riesgo al alza importantes.
El precio del petróleo y el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos son los factores que, se prevén, serán los principales determinantes en México.
Este año, expuso en un análisis, los movimientos del mercado cambiario estuvieron determinados por: la especulación acerca de la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos; movimientos en el precio del petróleo; así como por la aversión al riesgo causada por la posible salida de Grecia de la zona del euro, la desaceleración en China y los conflictos geopolíticos.
Estos factores, explicó, favorecieron al dólar frente al total de sus principales cruces, especialmente frente a las divisas de economías emergentes que alcanzaron niveles no vistos desde 2009 en el punto más álgido de la crisis financiera de Estados Unidos.
En el caso del peso, documentó, el tipo de cambio inició 2015 con una cotización de 14.7515 pesos por dólar y hasta la fecha muestra una depreciación de 17.1 por ciento, al ofertarse en alrededor de 17.2760 pesos por dólar.
Siller Pagaza resaltó que la incertidumbre en torno al inicio de normalización de tasas de Estados Unidos se ha disipado, ya con el primer incremento el pasado 16 de diciembre, pero aún puede causar especulación la rapidez con la que la Fed decida subir la tasa en 2016 y la divergencia en política monetaria con otros bancos centrales del mundo.
En este sentido, estimó, será especialmente importante lo que haga el Banco de México (Banxico), ya que un menor diferencial de tasa con Estados Unidos puede provocar un menor ritmo de entrada de capitales (o hasta una pequeña salida).
Por lo tanto, la evolución de la inflación en México será determinante para el tipo de cambio en 2016, porque causará incertidumbre sobre la decisión de Banco de México (Banxico) de seguir o no el paso a la Fed.
Si la inflación continúa por arriba de 2 por ciento, consideró la especialista, es muy probable que el Banxico siga a la Fed en los incrementos de tasa, sobre todo porque un alza se tarda alrededor de 18 meses en tener efecto sobre la economía y por ende no provocaría una caída en la inflación.
Por el contrario, si la inflación se ubica debajo de 2.0 por ciento dificultaría al Banxico a mantener su diferencial de tasa con Estados Unidos, ya que un incremento en tasa no estaría justificado si la inflación se encuentra por debajo del objetivo, estima.
El precio del petróleo, concluyó, seguirá siendo factor determinante del tipo de cambio, pues la paridad peso-dólar está ligada al crudo por la dependencia de las finanzas públicas de México.
–Con información de EFE y Notimex
