Los expertos llevan meses especulando sobre un posible aumento de las tasas de interés de Estados Unidos, las cuales se mantienen en mínimos cercanos al cero por ciento desde hace siete años. Ahora todo apunta a que ese cambio, que tendrá alcance global, llegará mañana. Fuera de la potencia mundial hay una situación de debilidad económica. La zona euro lucha con sus problemas internos, China está reestructurando su economía y países emergentes como Brasil están en recesión. ¿El efecto será negativo?
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo/agencias).– El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha iniciado su última reunión del año. A la par, el Departamento de Trabajo informó que el índice de precios al Consumo (IPC) en ese país se mantuvo sin cambios en noviembre, lo que dejó la inflación interanual en 0.5 por ciento. Aunque sigue siendo baja, el incremento fue el mayor registrado desde diciembre de 2014. Con ello el banco central estadounidense ya tiene los dos datos clave, empleo e inflación, para anunciar mañana el previsto cambio a su política monetaria.
Tras la crisis financiera de 2008, la Fed inició un recorte gradual de la tasa colocada ahora en un rango de 0.0 a 0.25 por ciento, y algunas estimaciones apuntan a que tras el alza podría colocarse en 0.50 por ciento. Esto daría un respiro a los consumidores, para quienes la decisión significará dinero más caro en los créditos, pero también mejores rendimientos para quienes cuentan con inversiones financieras.
Los mercados se encuentran atentos. El dólar en bancos ha bajado hasta 17.60 pesos, diez centavos menos que ayer. Las principales bolsas abrieron con ganancias: los corredores se encuentran animados por una subida del precio del petróleo en los mercados internacionales que impulsó al sector energético, actualmente saturado de crudo.
Esta mañana el Banco de México (Banxico), que la semana pasada subastó en total 600 millones de dólares contra el vuelo histórico del billete verde interbancario y del de ventanillas (17.38 y 17.70 pesos, respectivamente), reportó un aumento en las reservas internacionales por 370 millones de dólares. Se trata de la segunda alza consecutiva luego de 17 bajas derivadas del antiguo mecanismo de subastas. Así su saldo al cierre de la semana que concluyó el 11 de diciembre ascendió a 172 mil 325 millones de dólares, nivel parecido al reportado en octubre del 2013.
Los expertos llevan meses especulando sobre un posible aumento de las tasas de interés de Estados Unidos, las cuales se mantienen en mínimos cercanos al cero por ciento desde hace siete años. Ahora todo apunta a que ese cambio, que tendrá alcance global, llegará mañana.
El pasado 28 de octubre, la Fed prefirió retrasar el esperado aumento de tasas y monitorear "la economía global y el desarrollo de las finanzas".
Pero el organismo monetario cambió de melodía a principios de diciembre ante una situación interna relativamente sólida, con una rápida recuperación del mercado laboral, una revisión al alza de los datos de crecimiento económico y un repunte de la inflación.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, advirtió el 2 de diciembre de los riesgos que puede suponer para la economía fallar a la hora de endurecer la política monetaria.
Ahora la principal cuestión es la velocidad que adoptará la Reserva Federal hasta elevar las tasas de interés a un nivel normal. De ello dependerá en gran medida si el cambio de política monetaria contribuye un crecimiento económico mundial sano o genera turbulencias en los mercados financieros, sobre todo en las frágiles economías de países emergentes como Brasil o Indonesia.
La velocidad es decisiva, como dejaron claro algunos errores del pasado. Durante los primeros años del siglo XXI, cuando el flujo de dinero aumentó, los precios de la vivienda en Estados Unidos estallaron y se formó la burbuja inmobiliaria, la Fed pisó el freno con demasiada prudencia. La burbuja estalló, se desató la crisis y ésta cuestionó el sistema financiero global.
"Hay que confiar en que el banco central estadounidense no repita los errores de entonces en este ciclo", apunta en un informe el banco alemán Helaba.
También después la Fed siguió actuando demasiado despacio. En lugar de adoptar valientes reducciones de tasas y compras de activos para inyectar dinero en los mercados, siguió desviando liquidez durante todo un año a los pacientes graves del sistema financiero. "Si se hubiera reaccionado antes con la compra de activos y se hubiera concentrado en poner más dinero a disposición en general, la recesión podría haber sido menor", apuntó Daniel Thornton, ex vicedirector del banco central de St. Louis.
Ahora algunos temen que haya que darse prisa con la subida de tasas. "A la Fed cada vez le molesta más la idea de que quizás esté apretando las tuercas demasiado tarde", apuntó la economista jefe del banco francés Societé Générale, Michala Marcussen.
En su opinión, la Fed anunciará el miércoles una subida de tasas del 0.25 por ciento. Después podría apretar el acelerador para lograr en otros dos meses una suba de hasta el 2.75 por ciento. "Entonces el ciclo coyuntural estadounidense habrá llegado a la madurez", explicó en declaraciones a dpa.
Por otro lado, la Fed tampoco puede reaccionar de forma demasiado apresurada. El mercado laboral estadounidense ha enviado señales de estabilidad, pero no de euforia. La inflación, y con ella los salarios, todavía no ha alcanzado el objetivo del 2 por ciento. Yellen se mostró recientemente optimista respecto a esa meta, pero los bajos precios del petróleo, materias primas y alimentos hacen que sea difícil hacer el cálculo.
Fuera de Estados Unidos hay una situación de debilidad económica. La zona euro lucha con sus problemas internos, China está reestructurando su economía y países emergentes como Brasil están en recesión. Esos países y sus empresas tienen a menudo deudas en dólares. Si los lastres aumentan, con un aumento de tasas el dólar sería aún más fuerte de lo que ya es.
Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que los inversores podrían retirar el dinero de las naciones emergentes si vuelve a contar con tasas elevados en Estados Unidos. "Al fin y al cabo son los países emergentes los que han sostenido el crecimiento en los últimos años", alerta el FMI entre bastidores.
MERCADO ACCIONARIO Y ENERGÉTICO
Las bolsas de Estados Unidos y México arrancaron el martes con ganancias ante la subida de precios del petróleo.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró un incremento de 525,68 puntos (1.23 por ciento) durante los primeros compases de la sesión, para quedar en 42.427,64 unidades. Por su parte el Wall Street abrió hoy con fuertes ganancias y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subía un 1.18 por ciento animado por el petróleo y el sector energético, y pendientes del inicio de la reunión de la Reserva Federal (Fed).
El barril de Texas, de referencia en Estados Unidos, subió un 2.62 por cientoa y cotizaba en Nueva York a 37.26 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia en el resto de mercados, avanzó un 2.09 por ciento y cotizaba en Londres a 39.62 dólares.
Los inversores también estaban pendientes del inicio de la reunión de dos días del comité de mercado abierto de la Fed, la última del año y de la que los analistas esperan que se confirme la primera subida de las tasas de interés en Estados Unidos.
