La mayoría de los analistas coinciden que la Reserva Federal, el banco central de la primera potencia mundial, incrementará su tasa de interés este miércoles. Sin embargo, no hay consenso respecto a que el Banco de México (Banxico) haga lo mismo un día después.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo/agencias).– La semana de la última reunión del año de la Reserva Federal ha llegado. El escenario es propicio para que eleve su tasa de interés ubicada entre cero y 0.25 por ciento desde la crisis del 2008. Ante la tensión, el dólar en bancos continúa en el máximo histórico de 17.70 pesos y el FIX sólo bajó tres centavos a 17.35 pesos.
En cuanto a los precios del petróleo, si bien este lunes el crudo de Texas cerró con ligera ganancia, durante la jornada el estadounidense y el europeo bajaron a niveles del 2004 y los analistas advierten que seguirán en picada hasta que no haya un acuerdo respecto a la sobreproducción del oro negro.
La mayoría de los analistas coinciden que el banco central de la primera potencia mundial incrementará el precio del dinero este miércoles. Sin embargo, no hay consenso respecto a que el Banco de México (Banxico) haga lo mismo un día después.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se reunirá mañana para iniciar su esperada última reunión del año, y dará el anuncio sobre los eventuales cambios en su política monetaria el miércoles 16 de diciembre.
“En este momento, es casi universalmente aceptado que después de siete años en un nivel de casi cero, la Fed elevará las tasas de interés este miércoles”, anticipó la firma Capital Economics. “Al igual que el resto, anticipamos un incremento de 25 puntos base en la tasa de referencia de fondos federales, llevándola a un nivel de entre 0.25 y 0.50 por ciento”, añadió.
Sin embargo, a pesar de que Estados Unidos creó 211 mil empleos en noviembre, con lo que mantuvo la tasa nacional de desempleo en 5 por ciento, el Instituto de Política Económica afirma que el mercado laboral aún no opera a capacidad plena, como lo muestra el hecho de que los salarios sólo han crecido 2.3 por ciento en 2015.
“Aunque es probable que la Fed eleve las tasas la próxima semana, la evidencia continúa sugiriendo que sería un mejor curso de acción esperar hasta que se consolide más el mercado laboral”, sostuvo la economista Elise Gould.
Un día antes de la publicación de las cifras laborales, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, destacó los avances de la recuperación económica del país, el empleo casi pleno y las perspectivas del nivel inflacionario. Yellen considera que la mejora en el empleo impulsará a la inflación actualmente lejos del objetivo del 2 por ciento.
¿BANXICO HARÁ LO MISMO?
Grupos financieros anticiparon que esta semana el Banco de México (Banxico) elevará su tasa de fondeo bancario en 25 puntos base, a un nivel de 3.25 por ciento, en línea con la decisión prevista por la Reserva Federal, ante una inflación estable. Sin embargo, el banco británico Barclays considera que las condiciones en México no están todavía para una subida de tasas "pues la inflación está en mínimos históricos y la economía apenas se recupera", dijo su economista en jefe para el país, Marco Oviedo.
En sus análisis económicos semanales, las instituciones financieras señalaron que la decisión de política monetaria del Banxico contribuirá a aliviar las presiones recientes sobre el tipo de cambio.
Banamex espera que el banco central mexicano eleve la tasa de fondeo en 25 puntos base hacia un nivel de 3.25 por ciento; “nuestro pronóstico es condicional a que la Fed opte por validar la expectativa de inicio del proceso de normalización durante la sesión previa a Banxico”.
Las profundas condiciones monetarias acomodaticias a nivel local, la inflación dentro del rango de variabilidad fijado por Banxico y una brecha de producto cerrándose de manera gradual se traducen en un amplio margen de maniobra de política monetaria a nivel local, consideró la institución.
La motivación del movimiento, indicó, estaría centrada en responder al cambio en política monetaria relativa por parte de la Fed, con el propósito de acotar los riesgos inflacionarios a nivel local.
No obstante, apuntó Banamex, es destacable el perfil cauteloso que ha adoptado Banxico en el camino hacia el primer incremento de la Fed, reconociendo la alta incertidumbre que ha rodeado a la decisión del banco central estadounidense.
Santander coincidió en que un día después del anuncio del Comité de Mercado Abierto de la Fed, sobre la cual estima un incremento de 25 puntos base en la tasa de referencia de los fondos federales, tendrá lugar la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México. “Consideramos que la autoridad monetaria en México ajustará su postura monetaria relativa frente a la Fed e igualmente elevará la tasa de interés objetivo en 25 puntos base para llevarla a 3.25 por ciento”, añadió.
Con la inflación en niveles bajos y el crecimiento gradual de la actividad económica, refirió que la Junta de Gobierno del Banxico ha expresado su preocupación por volatilidad financiera internacional y su impacto sobre el tipo de cambio y la estabilidad financiera interna, por lo cual actuaría en el mismo sentido que la Fed.
Invex también espera un incremento de 25 puntos base, con lo que la tasa de referencia del Banxico terminará el año en 3.25 por ciento, para aliviar las posibles presiones sobre el tipo de cambio, que actualmente se han visto agravadas por descensos adicionales en los precios del petróleo.
Señaló que la preocupación responde principalmente a las posibles repercusiones de un alza en el país vecino sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
PETRÓLEO POR NIVELES DE HACE UNA DÉCADA
El exceso de producción y la desaceleración de la demanda global de petróleo volvieron a empujar este lunes a la baja los precios del crudo, que rozaron su menor nivel desde mediados de 2004 antes de recuperarse al término de la sesión.
El Brent llegó a cotizar en Londres en 36.33 dólares, tan solo 13 centavos por encima de su peor caída durante una sesión en el cenit de la crisis económica, en diciembre de 2008, mientras que el WTI retrocedió en Estados Unidos hasta los 34.53 dólares.
Al cierre, el crudo del mar del Norte se recuperó hasta los 37.92 dólares, y el Texas hasta los 36.31 dólares, mientras que la cotización del barril de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se fijó el viernes en 33.76 dólares.
Más allá de las fluctuaciones diarias del mercado, la mayoría de los analistas coinciden en que no hay signos que permitan prever un cambio de tendencia a corto plazo en los precios, que se han desplomado más de un 40 por ciento en un año.
"La principal fuerza que empuja el petróleo a la baja es la saturación en los mercados que hemos visto en los últimos 18 meses y la determinación de la OPEP a mantener sus niveles de producción, si bien hay factores menores que también pueden influir a corto plazo, como la cumbre del clima de París", declaró a Efe Nick Coleman, analista de la firma británica Platts.
Desde la semana pasada, la caída se ha agravado ante la falta de acuerdo entre los miembros de la OPEP para fijar su techo de producción común a lo que se sumó la perspectiva divulgada por la Agencia Internacional de la Energía de que la demanda no crecerá en 2016 al ritmo esperado.
"Lo decepcionante de la última reunión de la OPEP ha sido que ni siquiera fueron capaces de llegar a un acuerdo para mantener la producción en sus niveles actuales. Solamente acordaron que estudiarán la situación del mercado y negociarán de nuevo dentro de seis meses", dijo a Efe David Elmes, jefe de la Red de Investigación Global en Energía de la Universidad de Warwick británica.
Su último encuentro en Viena, el 4 de diciembre, puso de manifiesto las crecientes tensiones en el seno del grupo de exportadores, algunos de cuyos miembros menos opulentos están sufriendo las consecuencias de los bajos precios del crudo.
"Todo el mundo conoce la situación en la que se encuentra la industria del esquisto en Estados Unidos como consecuencia de los bajos precios, pero hay otras víctimas, algunas de ellas miembros de la OPEP", señaló Coleman, quien sostuvo que Venezuela es el país del grupo cuya economía depende de forma más estrecha del precio del crudo.
Los bajos precios han frenado inversiones en las explotaciones más costosas, lo que ha afectado a la naciente industria del esquisto en Norteamérica, pero también ha golpeado a industrias asentadas como la del mar del Norte.
"Esta es una área en la que los costes de operación son bastante altos, por lo que muchas explotaciones se han suspendido. La industria está sufriendo y los efectos de la caída del precio se han trasladado a toda la cadena de producción. Miles de personas han perdido su empleo", comentó a Efe Alexander Kemp, director del Centro de Investigación en Economía Energética de la Universidad de Aberdeen.
Los expertos ven poco plausible un cambio de rumbo en los precios, no solo por la negativa de Arabia Saudí y sus socios del Golfo a cambiar la política de producción de la OPEP, sino por el regreso al mercado del crudo iraní una vez se levanten el próximo año las sanciones internacionales a Teherán, lo que podría agravar la saturación de los mercados.