A lo largo del año, la moneda mexicana ha recibido nubarrones provenientes de Grecia, China y Estados Unidos. El 2015 lo cerrará con las consecuencias de la probable fuga de capitales una vez que, como prevén los especialistas, la Reserva Federal incremente su tasa de interés después de siete años de ofrecer una entre cero y 0.25 por ciento.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo/EFE/dpa).– Todo se juntó. Exactamente a una semana de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inicie su última reunión del año para discutir su actual política monetaria, el dólar se ha disparado hasta los 17.40 pesos, 19 centavos más que al cierre de ayer. El Gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens Carstens, lo advirtió.
Esta mañana el banco central ofertó 200 millones de dólares, pero no se recibieron posturas. Esta nueva medida de subastas provocó que en la semana que terminó el 4 de diciembre, las reserva internacionales subieron –por primera vez luego de una racha de 17 caídas– 73 millones de dólares, por lo que su saldo ascendió a 171 mil 954 millones de dólares. Hubo un incremento de 104 millones de dólares debido, principalmente, al cambio en la valuación de los activos internacionales del Banxico, detalló en su estado de cuenta.
La sobre oferta de petróleo en el mundo acentuada por la falta de acuerdo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) –y por consecuencia la caída del precio del crudo a niveles históricos–, así como datos negativos del comercio chino publicados este día se unieron a esta tormenta contra el peso.
En entrevista con la agencia Reuters, Carstens se unió al conjunto de analistas que prevén una mayor volatilidad de los mercados financieros ante el anuncio de la Fed respecto al cada vez más cantado aumento de sus tasas de interés, las cuales no ha elevado desde la crisis del 2008. Janet Yellen, su presidenta, confía en que la inflación, actualmente en 0.2 por ciento, se recupere ante el casi pleno empleo en Estados Unidos (211 mil nuevos puestos creados en noviembre y una tasa de desempleo de 5 por ciento).
En la reunión de septiembre y octubre, Yellen aún manifestaba dudas sobre la economía de la primera potencia mundial sobre todo por la inflación y la incertidumbre mundial ante la desaceleración de China.
Cartens agregó en la charla con la agencia internacional que las acciones de la Reserva Federal no serán la única determinante en la postura de política monetaria que adopte el Banxico (la tasa actual es del 3 por ciento desde junio del año pasado), además que espera que el banco central estadounidense comunique sus acciones futuras de manera oportuna.
El comercio exterior de China registró en noviembre su novena caída mensual consecutiva, al contraerse un 4.5 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, informó hoy la Administración estatal china de Aduanas.
El retroceso de las importaciones chinas refleja la debilidad de la demanda interna como consecuencia de la desaceleración del crecimiento de la segunda economía mundial.
En el lado del mercado accionario, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) descendió 332.89 puntos o 0.78 por ciento respecto a su nivel previo, al colocarse el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) en 42 mil 312.96 unidades.
El mercado local operó en línea con los indicadores bursátiles en Estados Unidos, los cuales observaron una tendencia generalizada a la baja; así, el Dow Jones, el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq retrocedieron 1.07, 0.90 y 0.80 por ciento, de manera respectiva.
Grupo Financiero Monex explicó que la baja en los mercados responde a la publicación de datos económicos negativos en China y a la baja en los precios del petróleo.
LA CEREZA DEL PASTEL: EL PETRÓLEO
Los precios bajos actuales del petróleo, acentuados en los últimos días por la falta de acuerdo en la reunión de la OPEP, podrían extenderse hasta 2018, según indicaron hoy a Efe analistas en Londres.
Ayer la mezcla mexicana cayó significativamente 2.15 dólares debajo de los 30 dólares al cerrar en 29.91 dólares el barril, el peor nivel desde diciembre de 2008, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
Este martes el petróleo de Texas (WTI) abrió con un descenso del 2.28 por ciento (-0.86 dólares) y cotizaba a 36.79 dólares el barril, un nivel no registrado desde el 2009. A su vez, el precio del barril de petróleo Brent cayó por debajo de la barrera de los 40 dólares por primera vez desde el 18 de febrero de 2009 al situarse en 39.85 dólares el barril, un mínimo que no se alcanzaba desde el inicio de la crisis económica.
El hecho de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no pusiera tope a la cuota de producción de sus miembros en la reunión del viernes, con lo que se mantiene en 30 millones de barriles al día (mbd) con opción a subir, ha hundido el valor del crudo a niveles inéditos en más de seis años.
El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, ha perdido más de la mitad de su valor en los últimos doce meses y se afianza actualmente por debajo de los 42 dólares.
El Brent para entrega en enero cotizaba a 41.40 dólares a mediodía en el International Exchange Futures (ICE) de Londres, un 1.64 por ciento más que al cierre de la sesión del lunes, cuando cayó un 5.27 por ciento por la percepción de que hay un exceso de suministro.
La tendencia a la baja persistirá, salvo imprevistos -como nuevos conflictos bélicos-, "al menos un par de años más, hasta 2018", dijo a Efe el director de demanda de petróleo de la consultora FGE, Cuneyt Kazokoglu.
"La reunión de la OPEP -en que, por primera vez desde 2011, no se puso un techo a la producción-, indica que se quiere dejar margen para miembros como Irán, Indonesia, Irak o incluso en el futuro Libia", afirmó.
Pese a la oposición de países como Venezuela o Argelia, que querrían ver un recorte de la producción que impulsara al alza los precios, Kazokoglu advierte de que "no se espera que estos suban en las condiciones actuales".
En la línea de otras consultoras, FGE vaticina que los precios del petróleo oscilarán entre 40 y 45 dólares el barril en el primer semestre de 2016, lo que, aunque beneficia a los consumidores por el bajo coste del combustible y la energía, afectará a los países productores y por ende a la economía global.
El director de energía global de la Escuela de Negocios de la Universidad de Warwick, David Elmes, coincide en que los bajos precios perdurarán "seguramente un par de años" porque "no se esperan intervenciones significativas en el mercado".
"Al no intervenir la OPEP, como hacía hasta ahora, no hay una gestión activa", afirma el experto, que avisa de que la actual situación de "incertidumbre" seguirá pesando sobre el precio.
Productores de petróleo barato como Arabia Saudí, principal exportador de la OPEP, quieren conservar su cuota de mercado -por ejemplo, frente al más caro petróleo de lutita, del que es pionero Estados Unidos-, por lo que no les interesa subir el precio, contra la opinión de países como Venezuela, donde la extracción de crudo es más costosa y por tanto la depreciación les perjudica.
No obstante, según Elmes, la propia Arabia Saudí "ha dado señales de que empieza a preocuparle" su situación de ingresos -por ejemplo, ha hecho cambios en su sistema fiscal-, pues podría socavar las necesarias inversiones en infraestructuras.
En su último informe anual, presentado en Londres el pasado 10 de noviembre, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se planteó un escenario de precios relativamente bajos hasta 2020.
Por una parte, alertó el organismo, esto aumentaría la dependencia de "un pequeño número de países del Golfo", pero, por otra parte, ante la falta de rendimiento del sector del petróleo, podría servir para "trasvasar la inversión" a medidas de eficiencia energética y fuentes de energía renovables.