¿Qué es mejor, contratar a un antiguo colaborador o a uno nuevo y desconocido? Un estudio hecho en la NBA muestra que no siempre es mejor la primera opción.
Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- Se cree que lo mejor, al momento de iniciar un proyecto grupal, es acudir con viejos conocidos; personas a las que una relación previa respalda para arrancar una nueva aventura, cualquiera que esta sea. Sin embargo, todo parece indicar que recurrir a antiguos colaboradores no es la mejor de las estrategias en el terreno de los negocios.
A esta conclusión llegó un estudio reciente sobre las prácticas de contratación de los gerentes generales de la liga de básquetbol profesional de Estados Unidos (NBA por sus siglas en inglés), realizado por Leif Brandes de la Escuela de Negocios de Warwick en Coventry, Inglaterra, y Marc Brechot y Egon Franck, de la Universidad de Zúrich en Suiza.
Tras revisar datos de 34 años y los resultados obtenidos por 146 gerentes de equipos, los investigadores hallaron que los conjuntos cuyos líderes encuentran nuevos jugadores a través de contactos personales ven cómo sus equipos quedan por debajo de aquellos cuyos directivos no se limitan a sus redes personales para contratar talento. Cabe aclarar que, el caso de la NBA, los contactos personales a los que se refiere es a los ex clubes, publicó The Wall Street Journal.
Los hallazgos contradicen la hipótesis tradicional de que las relaciones personales ayudan a los responsables de personal a tomar mejores decisiones gracias al valor de la información que tienen sobre el sector en el cual se desempeñan y al conocimiento privilegiado de los individuos.
Los autores del estudio examinaron los registros de la liga de básquetbol sobre adquisiciones de jugadores, partidos jugados y triunfos y derrotas de los equipos. Así mismo, analizaron el historial de empleo de los gerentes generales de los equipos, los cuales se hacen cargo de la contratación de los jugadores.
De esta manera se encontró que los equipos con jugadores contratados a través de los lazos sociales del gerente con un ex empleador ganaron 45.2 por ciento de sus partidos de la temporada regular, en comparación con un 50.2 por ciento de victorias en los clubes que no contaban con jugadores contratados por medio de un nexo personal previo.
Los investigadores también calcularon que, en promedio, el uso de sólo un jugador contratado gracias a las relaciones personales redujo el porcentaje de victorias de un equipo en 5.2 por ciento, en comparación con las franquicias que empleaban este tipo de incorporaciones.
En términos concretos esto se traduce en alrededor de dos derrotas para los 50 equipos que apenas llegaron a las instancias decisivas del torneo, o playoffs, al ubicarse en el octavo lugar en sus respectivas conferencias durante los años del estudio. En la mayoría de los casos una diferencia así sería suficiente para dejarlos fuera de los playoffs.
De acuerdo con los autores, una de las razones por las que ocurre esto es que los gerentes pueden recurrir a los contactos sociales para acelerar el proceso de búsqueda o porque les resulta más conveniente.
Las razones detrás de una contratación pueden ser variadas. Sin embargo, independientemente de cuáles sean los motivos, esa forma de contratación puede nublar la capacidad del gestor para juzgar cuál jugador es el ideal para un puesto, lo que lleva a la disminución del rendimiento del equipo. “Es un sesgo en la toma de decisiones”, agrega el investigador.
La tendencia se extiende a un nivel administrativo. Así, de acuerdo con Brechot, la incidencia negativa de los jugadores contratados a través de los vínculos sociales fue menor en los equipos dirigidos por gerentes que no fueron contratados por los propietarios actuales de los equipos de la NBA.
Por el contrario, en el caso de gerentes que fueron contratados por los presentes dueños de las franquicias, estos habrían sido monitoreados más de cerca por el dueño del equipo y, por lo tanto, los jugadores recomendados habrían pasado por un examen más riguroso antes de firmar. De esta manera, el peor rendimiento de los equipos con un jugador contratado gracias a relaciones no es simplemente el resultado de una mala asesoría, dice Brechot.
Está claro que el estudio se limitó a examinar a los gerentes de la NBA. No obstante, este modelo puede ser relevante en otras áreas, para muchos otros tipos de administradores que están casados con la idea de que contratar a elementos nuevos a través de contactos sociales es garantía de buenos resultados.
“¿Realmente creen que encontraron la mejor combinación para esta posición, o es sólo una manera conveniente de reducir la carga de trabajo personal?”, dice Brechot. “Los gerentes de contratación deberían al menos ser conscientes del intercambio que están haciendo entre su beneficio propio y las ventajas para la empresa en que trabajan”.